Por: Jean Maninat
Scaramouche es un personaje de la picaresca universal, desde sus inicios en la Comedia del arte italiano (Commedia dell’arte) como Scaramuccia, su inspiración ha transitado por el teatro, la novela y el cine, alimentando la estofa de personajes rocambolescos, dados a una cómica solemnidad, a los gestos de severidad moral que les maquillan de blanco y carmesí el rostro y les otorga una prodigiosa capacidad para participar en los ardides mundanos y birlar la buena fe de quienes los rodean con inocencia.
Es un compendio caricaturesco del villano ligero de zapatos y de molleja, del bufonesco intrigante siempre dispuesto a clavar la daga, a tramar inverosímiles planes que siempre terminan en divertidas comedias de equivocaciones, y mientras más estrafalarias son, más disparan risotadas entre el público que las ve y disfruta de ellas . ¡Ojo!, las carcajadas causan dependencia, deseos de que los lagrímales se desborden incontinentes y nos transporten a ese estado de Nirvana despiadado donde no sabemos si reímos o lloramos, pero lo disfrutamos igual y no quisiéramos parar.
Por tanto, hay que tener cuidado, resguardarnos de quienes son especialistas en lanzarnos apenas se conectan a Twitter o WhatsApp: ¡Viste lo que declararon, no te lo pierdas. No sabes como te vas a divertir! Y en verdad uno se divierte, y hasta se queda pegado, porque hasta los tres chiflados -en su sosería- son adictivos, y entras en el extravío del reirllorando el día entero; y todos se ríen y lloran contigo cuando les cuentas que escuchaste, leíste, te informaron, que el mandado estaba hecho porque venía: “tú sabes quién” a resolver el problema. Y muestras, muy orondo, la cuchufleta del día puesta en escena por nuestra Comedia del Arte criolla, que con tanto esmero ha tratado de llenar el espacio que dejó Radio Rochela.
Porque mire usted que hay que tener sentido del humor para pedir –más bien exigir- la conformación de una alianza internacional, suponemos que humanitariamente armada hasta los dientes del corazón, y dispuesta a todo para hacernos el mandado de salir del régimen. Será que no leen las declaraciones de los máximos operadores internacionales de la primera potencia mundial, o de los gobiernos de nuestros asediados países en el vecindario, de los europeos lejanos pero preocupados, sí incluyendo a los metiches colaboracionistas noruegos y suecos.
Como prueba un botón. Comparto este diálogo que nos acaban de mandar a nuestro WhatsApp:
-Aló, me escuchas Scaramouche II, es Scaramouche I, estoy aquí frente a una costa, no sé dónde, en la ventanita solo se ve agua, pero aquí estamos dirigiendo la liberación del país desde el submarino nuclear USS Nautilus Kentucky Fried Chicken. SSN-571.
–Te copio Scaramouche I, es Scaramouche II, estoy sobre un continente –no idea baby- en el Boeing Presidencial, tan divino, de tú sabes quién -estamos en gira promoviendo mi doctrina- pero está muy nublado, no sé sobre dónde estamos volando, pero el corazón palpita: New York, New York.
-¡Eh, eh, Scaramouche I y Scaramouche II, me copiáis, soy yo Scaramouche III, que estoy en Barajas, como convenido, esperando a ver quién responde por mí. Jolines nadie responde, tap,tap,tap… responded tíos.
“Scaramouche, Scaramouche will you do the Fandango…”
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