Este año tan complejo culminaría con la celebración en el mes de noviembre, si todo sigue como está programado, con la elección del próximo Presidente de los Estados Unidos, que a pesar de ser un proceso local, tiene enormes repercusiones a nivel mundial.
Los dos candidatos que compiten tienen visiones diferentes sobre muchos temas, pero lo que nos interesa en Venezuela es conocer cuál será la política internacional que llevará a cabo quien resulte vencedor.
En nuestro país esa contienda electoral ha despertado encarnizadas diatribas. Pareciera por lo vehementes de las posiciones en pro o en contra de los candidatos en lisa, Trump o Biden, que el tema no es el impacto que tendría el uno o el otro en la política interna en EEUU, sino lo que hará el ganador con respecto a nosotros, como si de ello dependiera nuestro futuro.
El régimen pareciera presumir que le irá mejor con Biden. La mayoría de la oposición cree que es esencial que gane Trump para salir de Maduro y son insólitos los insultos cuando algún opositor osa escribir algo a favor de Biden.
En todo caso, los venezolanos deberíamos enfocarnos en resolver nuestra situación y no asumir posiciones demasiado rígidas y partidarias a favor de uno o de otro, porque no son las opiniones las que van a producir el resultado y lo más sabio es saber guardar distancia.
