Por: Editorial Analítica
La Cumbre de las Américas signa la derrota geopolítica del chavismo-madurismo en el continente, ya que el único apoyo con el que contaron Maduro y la condena al imperialismo, fue el de las voces de Cuba y de Evo Morales.
La mayoría de los discursos fueron muy críticos a la situación actual en Venezuela, siendo los más duros los de los presidentes de México, Colombia, Argentina y Chile, sin olvidar el del Vicepresidente de los EEUU.
Al final 16 jefes de estado firmaron un documento en el que lo que más destaca es que se le exige al gobierno de Venezuela que realice elecciones libres, justas y transparentes, que incluyan la participación de todos los actores, además de que se liberen los presos políticos. Ratifican que unos comicios que no cumplan con esas condiciones serán ilegítimos y por ende no serán reconocidos. Reiteraron su decisión de continuar trabajando en el seno de la Organización de Estados Americanos, OEA, para lograr la restauración del orden democrático en en país, y el respeto de los derechos humanos.
Luce claro que vendrá una nueva reunión de la OEA en la que muy probablemente termine por aprobarse la aplicación de la Carta Democrática, ya que solo se necesitan 4 votos más de los que ya se obtuvieron en la última reunión y esos pueden ser obtenidos con relativa facilidad de los 10 países que se abstuvieron.
Es muy importante el respaldo que se le brinda en ese documento a la Asamblea Nacional, ya que señalan solo reconocer como válidos los actos que según la Constitución requieren de la aprobación de este órgano.
Hacen una exhortación a los órganos del sistema de las Naciones Unidas, al igual que a la OEA, para que organicen la ayuda humanitaria para el pueblo venezolano y al mismo tiempo solicitan que procedan a elaborar de inmediato programas para ayudar a los países de la región que han recibido el fuerte influjo de la crisis migratoria venezolana .
Por último, hacen un llamado a la comunidad internacional para que apoyen los esfuerzos y decisiones que vienen realizando los países para el restablecimiento de la democracia en Venezuela y solicitan que se amplíen las sanciones.
Un documento de ese tenor firmado por la mayoría de los países más importantes del continente tiene un peso muy grande sobre los demás y es de suponer que la presión internacional seguirá creciendo hasta que se produzca una salida democrática a la situación venezolana.