¿Por qué hablan tan alto en el PP? – Jean Maninat

Jean Maninat

Por: Jean Maninat

Pero, ¿por qué habla tan alto el español?

León Felipe

Mientras en las fronteras de Ucrania el bully mayor, Vladimir Putin, tiene en ascuas a media humanidad con la posibilidad de que se desate una guerra de “consecuencias incalculables” (así advierten los noticieros), en España, un par de aprendices de brujo y bruja, han hecho lo indecible para torpedear y hundir al principal partido de la oposición, y sostén de la democracia española y su milagro: el Partido Popular (PP). La guerrita entre el presidente del partido, Pablo Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también militante de la organización, ha abierto un hueco del tamaño del Museo del Prado en el prestigio del PP y la posibilidad de contar con una “derecha” moderna, alineada hacia el centro y en paz con sus fantasmas.

El desencuentro es de librito, pero ni siquiera se puede recurrir al lugar común de describirlo como shakesperiano, es más bien una comedia televisiva que bien pudo ser dirigida por Seinfeld. Dos jóvenes amigos y militantes avanzan siempre sonrientes en la estructura del partido, él, gracias al azar y la necesidad, se colea y es electo presidente de la organización, la  apadrina, pero la compañerita le sale respondona, gana contundentemente la presidencia de la Comunidad de Madrid, y entusiasmada por los votos que la apoyan se quiere hacer también con la presidencia del PP en Madrid. ¿Pero qué se ha creído?

Lo que siguió parece el registro de una confrontación en un partido político trumpista-bananero: Que tu hermano cobró comisión por vender mascarillas a la Comunidad de Madrid en plena pandemia, pero si te bajas de la ambición de presidir el partido en Madrid, lo dejamos pasar. Bueno, el que te bajas eres tú de la presidencia del PP nacional, te armo una manifestación de repudio militante en frente de la sede en Génova, y ya verás la que se arma. Érase una vez Madrid de Sergio Leone.

A medida que tecleamos hoy miércoles esta columna, los sucesos acontecen en cámara rápida: Casado se despide del Congreso con palabras dirigidas a la historia, íngrimo y solo, abandonado en la cuneta por sus allegados, hoy todos alejados viendo para el techo. Cualquiera sea la decisión que salga del cónclave con los llamados barones regionales, bien sea que lo dejen penando con la estaca clavada en el pecho hasta el congreso extraordinario, o le den la estocada final cuanto antes, el PP saldrá también gravemente herido de este lance.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya lleva plomo en el ala para lograr sus aspiraciones partidistas y probablemente tendrá que esperar a una próxima oportunidad. Junto a su amigo de juventud se dieron un tiro juvenil en el pie. La verdad, uno echa de menos hasta a José María Aznar, con todo y su antipatía natural, por no hablar de la bonhomía de Mariano Rajoy y sus ojos extraviados. ¡Vuelve Mariano, se han vuelto locos!

¿Por qué hablan tan alto en el PP?

 

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