Podemos elegir la luz – Floralicia Anzola

Por: Floralicia Anzola

“Angela Merkel, una suerte para la Unión Europea”, así titula Deutsche Welle, en una pieza de opinión del periodista – Bernd Riegert

Dice Bernd:

“Para la Unión Europea es una feliz coincidencia que una líder experimentada en manejar crisis marque el rumbo decisivo de la vida después de la pandemia. Es un golpe de suerte que esta líder también represente al Estado miembro más fuerte de la Unión Europea, que se ha visto debilitado por la pandemia pero que sigue teniendo un buen rendimiento. ¿Quién, si no Angela Merkel, podría tener éxito en mantener unida a la Unión Europea en esta crisis tan profunda?”

Hoy quisimos tomar algunas palabras de su discurso ante el parlamento europeo, para iniciar la Presidencia alemana del Consejo de la Unión, hace dos días, para conocer la dimensión del reto y de su líder, y convertirnos en replicadores de mucho de esos conceptos que sobrepasan las fronteras de Europa.

Después de aclarar las cinco cuestiones importantes para Europa como lo son los derechos fundamentales, la cohesión, la protección climática, la digitalización soberana y la responsabilidad de Europa en el mundo; Merkel contextualiza el presente para Europa preocupada por la pérdida de algunos derechos humanos fundamentales  y cómo la pandemia nos ha dejado en claro cuán fundamentales son esas libertades :

“Para romper la cadena de infección, los derechos fundamentales más básicos tuvieron que restringirse temporalmente. Para mí, que viví 35 años de mi vida en un sistema de falta de libertad, la restricción de estos derechos en la pandemia fue una decisión que me resultó infinitamente difícil. Los derechos humanos y civiles; la inviolabilidad de la dignidad humana; la libertad para desarrollarse individual, política y socialmente; la protección contra la discriminación y el desprecio. Por último, pero no menos importante, la igualdad, que no solo se reivindica sino que también se realiza: forman esto éticamente la base política sobre la que descansa Europa”

Más adelante, profundiza Ángela Merkel  sobre su visión de lo que es la democracia y reafirma las bases sobre los que debe sustentarse:

“La democracia, incluida la democracia europea, prospera en el debate público y crítico. Una democracia en la que las voces de la oposición son indeseables, una democracia en la que la diversidad social, cultural y religiosa no es deseable, no es una democracia.

Porque Europa solo saldrá de esta crisis más fuerte si estamos listos, a pesar de todas las diferencias, para encontrar soluciones comunes y si estamos listos para mirar el mundo a través de los ojos de los demás y mostrar comprensión por otras perspectivas.

La protección efectiva de nuestras democracias contra las amenazas cibernéticas y las campañas de desinformación también es crucial. Porque una democracia necesita un público, en el que se puedan compartir conocimientos e información y en el que los ciudadanos puedan intercambiar ideas y comunicar cómo quieren vivir. Lo estamos experimentando ahora: las mentiras y la desinformación no pueden combatir la pandemia, tampoco el odio y agitación. El populismo, que niega los hechos, muestra sus límites. La verdad y la transparencia son necesarias en una democracia”

Las palabras de Ángela Merkel, quien también como ahora los venezolanos, vivió por muchos años en un régimen contrario a la democracia, se convierten en guías, en anclas para ciudadanos desorientados. Ideas fundamentales de lo que es una democracia sustentada en libertades y derechos, que se crece en el debate, que alienta la diversidad, que valora la verdad y la protege, que es contraria al populismo.

Hoy los venezolanos, necesitamos escuchar estas palabras, entender la necesidad del liderazgo detrás de esas ideas, convertirnos en voceros y escuderos de nuestra democracia. La dictadura populista y militarista que sufrimos ha rebajado el discurso y banalizado el conocimiento, pero aún en los momentos más oscuros podemos elegir la luz.