Nunca es tarde – Soledad Morillo Belloso

Por: Soledad Morillo Belloso

El 1ro. de noviembre de 1954 muchas cosas se estremecieron en Estados Unidos. La afamada revista Life publicaba en su portada la foto de Dorothy Dandridge, resaltada como la Carmen negra. Ya en la edición del 1ro. de marzo de ese mismo año en la portada estaba la puertorriqueña Rita Moreno. Mucho revuelo había causado aquello.

Hoy lo vemos, por fortuna, como algo “normal”, pero en aquellos tiempos lo “normal” era la segregación racial.

Dorothy Dandridge nació el 9 de noviembre de 1922 en Cleveland, Ohio, hija de Cyril y Ruby Dandridge. Él, un  ebanista más bien holgazán y poco destacado; ella una mujer que aspiraba  a convertirse en artista. Tuvieron dos niñas, la mayor Vivian y la menor Dorothy. Preciosas, por cierto. El padre las abandonó y la madre tuvo que ver cómo ingeniárselas para  mantenerse. Lo hizo aceptando cualquier papel que le ofrecieran y convirtiendo a sus niñas en un dueto que cantaba en ferias y en locales de poca importancia en los que no privaba la segregación.

Con la depresión del 29 y aquel colapso que sobrevino, la industria del entrenamiento se vio muy afectada. La madre decidió buscar suerte en Hollywood y envió a las niñas a Nueva York con amigos, para que actuaran en algunos locales en Harlem. Las muchachitas eran lindas y cantaban muy bien y llegaron al Cotton Club.  Un productor las vio y  particularmente se fijó en la pequeña Dorothy. Le consiguió un papel en una serie de  cortometrajes infantiles, Our Gang. Un par de años más tarde, a Dorothy le dieron una pequeña participación en un film que se convertiría en un clásico, Un día en las carreras, de los Hermanos Marx.

Llegó 1940. Dorothy actuó en Four Shall Die, una película típica del llamado cine negro, que era producido para el  público de color. Para ese momento en muchas salas de cine los negros no tenían permitida la entrada. Y entonces había mercado para ese segmento.

Dorothy quería salirse de esa prisión. Ya tenía cierta celebridad en el género de variedades y sus canciones eran muy populares. Pero Dorothy no estaba satisfecha.

La verdadera fama, lo que la consagró ocurrió en 1954, con la película Carmen Jones. En 1943 se había estrenado en Broadway el musical del mismo nombre, de Oscar Hammerstein, inspirado en la ópera Carmen de Bizet. Otto Preminger decidió convertir ese musical en película y seleccionó a Dorothy como la Carmen. En la película actuaban además Harry Belafonte en el papel de Joe,  Diahann Carroll como Myrt y un fantástico elenco de actores y bailarines.

El costo de producción de Carmen Jones fue de 800.000$ y sus ingresos fueron superiores a los 8 millones de dólares. Fue nominada a varios premios y reconocida como película extraordinaria en festivales cinematográficos internacionales. Dorothy fue nominada al Oscar y perdió pues el premio a mejor actriz le fue otorgado a Grace Kelly por su actuación en “Country girl”, por cierto una actuación maravillosa pero quizás en la que la actriz, que luego se convertiría en Princesa Grace de Mónaco, luce con el menor glamour en toda su carrera. Para ese momento Hattie McDaniel -la Mammie de Lo que el viento se llevó- había logrado el Oscar como actriz de reparto.

En 1959, Dorothy volvió a hacer otra película dirigida por Otto Preminger: la adaptación al cine de Porgy & Bess,  con música de André Previn y George e Ira Gershwin. Por esa actuación Dorothy fue nominada al Globo de Oro. En el elenco estaban Sydney Poitier, Sammy Davis Jr. y Diahann Carroll. Su voz en las canciones fue doblada por Adele Addison. La película tuvo un costo de producción de 7 millones de dólares y recaudó apenas la mitad en taquilla.

En 1965, a la edad de 42 años, falleció en su casa en West Hollywood, debido a una sobredosis de un antidepresivo tricíclico.

Había visto su carrera venirse abajo cuando fue sustituida por Elizabeth Taylor en la producción de Cleopatra. Y pasó sus últimos años cantando en shows y presentaciones en clubes.

Hace algunos años la maravillosa actriz Halle Berry presentó su vida magistralmente en la producción “Introducing Dorothy Dandridge”. En ese film, que no tiene un minuto de desperdicio, se narra cómo Dorothy en una ocasión fue contratada como cantante en un hotel  cinco estrellas. Dorothy baja a la piscina del hotel. Al llegar, el gerente se le acerca y le dice que no puede usar la piscina por su condición de negra. Ella se descalzó y metió la punta del pie. La piscina fue vaciada y desinfectada con detergente y cloro. Por ese film Halle Berry  recibió el Emmy. Es una película que hay que ver.

Y por cierto Halle Berry la mencionó cuando más adelante recibió el Oscar a la mejor actriz principal.  Halle le dijo a su manera a Dorothy “it’s never too late”.

En 2011 Porgy & Bess, la película, fue escogida para su inclusión en el Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Hágase un favor, amigo lector,  busque en YouTube lo mucho que hay de Dorothy Dandrige. Le hará mucho bien.

 

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