Las invasiones bárbaras – Paulina Gamus

Paulina Gamus

Publicado en: Tal Cual

Por: Paulina Gamus

Estuve tentada de dedicar esta nota al escándalo del momento: los Pandora Papers. Casi imposible pasar por alto la proeza de 600 periodistas, de 117 países, que investigaron más de 12 millones de documentos para sacar a la luz la trama de corrupción, evasión de impuestos y lavado de dinero en el que están involucrados personalidades políticas, deportistas y estrellas del espectáculo.

La lista de figuras de renombre de quienes parecía imposible sospechar una conducta al margen de la ley o al menos de la ética pública, me ha hecho recordar y citar una vez más la anécdota atribuida a Mark Twain, quien además de excelente escritor era un gran bromista. Se dice que llegó a una pequeña ciudad de los Estados Unidos y preguntó al boticario quienes eran los diez prohombres de la localidad, los más prominentes y respetados. Al tener la lista envió a cada uno un telegrama anónimo que decía ¡Huid todo ha sido descubierto! Al día siguiente los diez personajes habían viajado con rumbo desconocido.

He pensado que si alguien quisiera repetir esa experiencia en la Venezuela del yugo depredador socialista y enviara centenares de Whatsapp y correos electrónicos a los hampones del régimen (perdonen la redundancia) además de enchufados, ninguno se movería de su zona de confort y robo. El descaro es la característica más prominente de estos asaltantes.

Si volvemos a los Pandora Papers ¿sería posible que por una vez el nombre de Venezuela no apareciera vinculado a esa trama tan perversa? Imposible escaparse, Venezuela es el séptimo país del mundo con más cuentas en paraísos fiscales según los mismos investigadores de los Pandora Papers

Debido a la mala fama que nos precede, esa misma que ha hecho que miles de migrantes venezolanos sean aborrecidos y maltratados en los países a donde llegan con sus miserias como equipaje, he procurado divulgar los éxitos en el mundo de médicos, científicos, músicos, investigadores, creadores y emprendedores venezolanos. La mayoría es el producto de universidades públicas modelo como fueron la Central de Venezuela y la Simón Bolívar. Beneficiarios de la Fundación de Becas Gran Mariscal de Ayacucho creada en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, fundado también en ese gobierno.

 

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