Dinastías – Jean Maninat

Jean Maninat

Por: Jean Maninat

El viejo Joseph Kennedy, de quien se dice hizo su fortuna inicial contrabandeando whiskey durante la prohibición en Norteamérica, quiso ser el fundador de una dinastía católica, apostólica y romana en un país donde el poder estaba entonces destinado para los WASP (White Anglo-Saxon Protestant). Le fue bien en el empeño y logró apuntalar a sus vástagos y situarlos en el ojo del huracán del poder que terminaría devorándolos trágicamente. Una pretendida dinastía democrática que nació marcada. Born under a bad sign, interpretaría la banda Cream.

Sin el brillo de Camelot pero con un resplandor de quincallería barata, una pareja de truhanes se ha adueñado de Nicaragua y quiere instalar su dinastía a cárcel, sangre y fuego, literalmente. Sus vástagos derrochan los recursos de la Nación mientras hacen estrafalarios negocios bajo la benefactora sombra paternal. Una trágica opereta montada en nombre del pueblo.

En Corea del Norte, Kim II-sung fundó una dinastía comunista -con armas nucleares incluidas- que se ha prolongado en la figura de un déspota infantil que porta los pantalones más anchos del planeta, un corte de pelo semi punketo y va rodeado de unos seres siempre sonrientes que todo lo anotan en unas libretitas. Mientras juega con sus misiles nucleares, el pueblo muere de hambruna en hambruna.

Y sí, ya vamos llegando a donde íbamos a llegar: en Barinas, Venezuela, cuna del Socialismo del siglo XXI una familia confiscó un estado entero -para qué perder el tiempo confiscando hacienditas- y estableció una dinastía feudo-socialista que gobernó a sus anchas traspasándose el bastón de mando regional de mano en mano fraternas por más de 20 años. La sombra del Comandante Eterno los cobijaba con cariño consanguíneo.

Cuentan que en Madrid, reside una familia que quiere dirigir los destinos de Venezuela desde que su vástago dio el primer grito para tragarse el mundo. El niño habría sido preparado con esmero -como el pura sangre que era- para ser Presidente y cumplir con su estrella y su destino. Era de una estirpe heroica, voluntariosa, generosa, capaz de dirigir a los otros a conocer la gloria en las barricadas de la historia. De despropósito en despropósito despeñó la voluntad de cambio del país que pretendía gobernar por derecho adquirido. Guarimba y abstención electoral son su legado a la patria.

En Barinas se apagaron dos dinastías…

(AVISO DE SERVICIO A LA COMUNIDAD. El doctor Anthony Fauci advierte que se ha detectado un nuevo virus político que amenaza con causar mayor amargura y desaliento entre los ciudadanos: “el revocatorio-22 es un virus tan potente como el de la abstención recurrente. Utilice su máscarilla cada vez que se aproxime al Twitter, es por su bien” aconsejó el afamado experto).

 

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