Publicado en: Tal Cual
Por: Laureano Márquez
Querido Jim:
Te admiro mucho, pero a veces parece que la incapacidad de las estrellas de Hollywood para entender la política es directamente proporcional a su talento escénico. Reagan siempre fue un actor de muy poco talento, gracias a Dios. Leí que te invitaron al programa “Real Time with Bill Maher” de HBO- donde dijiste: “Tenemos que decir sí al socialismo, a la palabra y todo”. Quizá para ti, como para la humanidad entera, la palabra “socialismo” es una palabra que suena bonito. Todo el mundo quiere definirse como socialista, hasta los de derecha: a Rajoy lo tildan de “socialdemócrata” y seguramente lo es.
Socialismo es entendido en términos cotidianos como antítesis de egoísmo, sinónimo de preocupación por los demás, de distribución equitativa de la riqueza, de apoyo a los más débiles y sus necesidades, de procurar salud y educación para todos, etc. Y eso es bueno, eso lo quiere hasta la derecha primermundista. Parece que esa tradicional división entre derecha e izquierda en términos ideológicos ha ido mutando, ya lo que más inquieta a la gente es que sus gobiernos sean eficientes, honestos, que cumplan con sus obligaciones constitucionales y casi todas las constituciones contemplan un profundo contenido social.
Así pues, al menos en los países desarrollados, lo que hay son socialismos, con matices de izquierda o de derecha. Uno supone que es a eso a lo que te referías cuando señalas: “tenemos que decirle sí al socialismo” y pones como ejemplo a esa magnífica nación que es Canadá. En tal sentido, no habré de caerte encima como si hubieses grabado una cuña para el Saime.
Sin embargo, menester es decirte, que bajo el nombre de “socialismo” se ocultan hoy profundas amenazas, curiosamente, en contra de lo que suele considerarse como socialismo, escondiendo un autoritarismo intolerante puro y duro, cuando no una abierta dictadura. No es casual, Jim, que el neofascismo esté floreciendo justo en la Alemania que era socialista.
Si evaluamos el caso que más cercano tenemos nosotros, el de Venezuela, lo que encontramos es justamente eso: nuestro régimen no es -válgame Dios- la antítesis del egoísmo. Muy por el contrario, no hay nada más egoísta que apropiarse de lo que es de todos, desde el poder, hasta los dineros públicos, en esa forma de gobierno que padecemos y que, desde que pasó el gran cometa Haley, ha dado en llamarse “cleptocracia”.
En Venezuela, querido Jim, -por lo que te acabo de contar- no hay distribución equitativa de la riqueza, ésta se ha concentrado, como pocas veces en nuestra historia en muy contadas manos.
Los más débiles en Venezuela están a la buena de Dios, huyendo del país como pueden, sin salud, sin medicamentos y sin alimentos,tragedia a la que se le suma la negación de un régimen que afirma que nunca la población había estado tan bien y que incluso habría que cobrarle al gobierno colombiano el bienestar del que disfrutan sus ciudadanos acá. O sea. En Venezuela, querido Jim, los niños están dejando de ir al colegio, bien porque tienen que buscar cómo sobrevivir y ayudar a sus familias o porque no tienen fuerzas para ir al colegio por falta de alimento.
En Venezuela Jim, le hemos agarrado tirria a la palabra socialismo, representa la opresión contra un pueblo, la destrucción de una nación floreciente y la desesperación de sus ciudadanos.
Si dentro del socialismo “la palabra y todo” caben Venezuela y Canadá. Entonces, querido Jim, o no conoces bien lo que sucede en Venezuela o esa palabra no sirve para nada, es solo un ruido que a muchos nos pone los pelos de punta
Estimado y apreciado Laureado, recibe mi saludo desde Lechería Estado Anzoátegui. Tengo el privilegio y la honra junto con mi esposa e hija menor, de ser residentes permanentes de Canadá desde hace 2 años. Estatus recibido a través de otra de mis hijas que es ciudadano canadiense. Hace aproximadamente 14 años que voy de visita a ese país por lo menos 1 vez al año. Se que está gobernado por un partido socialista que dista muchos años luz de lo que representa la barbarie que está ocurriendo en nuestro país. En Canadá y lo digo por experiencia propia, reconociendo que todavía faltan muchas cosas por cambiar, la seguridad social funciona, la educación de 1ra, inflación controlada, parques y muchas áreas verdes para el disfrute de los ciudadanos, la atención a aquellas personas como los de 3ra edad, minusvalidos y todo aquel que necesite de una atención especial son los que tienen prioridad, alimentos de 1ra, atención médica de 1ra, cada familia cuenta con un médico de familia que a su vez es el enlace para llegar a los especialistas si es necesario y pare de contar los beneficios que ofrece el gobierno a sus ciudadanos. Creo que a esto es a lo que se refiere este actor y no a lo que está sucediendo en Venezuela. Este sistema socialista que también funciona en otros países, nos vendría muy bien a nosotros y agregando un poco más, los políticos corruptos reciben castigo ejemplar si son descubiertos.
Se de tu ocupación por querer cambiar la realidad que nos aflige y ese es el mismo sentir de muchos, de nosotros. Le creo a Dios por que las cosas cambien para bien y podamos ver en un futuro cercano la verdadera transformación que debe comenzar por cada uno de nosotros y podamos gozarnos de ese regalo inmerecido dado por Dios que se llama Venezuela.