Publicado en: El Espectador
Por: Andrés Hoyos
Bastante aburrido valga la verdad, venía pensando que la 2ª vuelta electoral iba a ser entre Fico Gutiérrez y Gustavo Petro, con una alta probabilidad de que este último fuera elegido presidente, el peor resultado posible en mi opinión. El próximo domingo tenía pensado votar por Sergio Fajardo, aunque hoy me toca aceptar que su campaña no cuajó. No sé por qué fue incapaz de dar verdaderos golpes de opinión o de motivar a los electores. Sergio sigue siendo el candidato mejor preparado y es muy recto, pero esas no parecen ser las virtudes que la gente está buscando. Los votantes tienen dos bestias negras: la corrupción, presente en las campañas de Petro y de Fico, y las maquinarias, presentes ante todo en los toldos de este último.
La gente en realidad quiere a alguien que los saque de la polarización y ese alguien se llama Rodolfo Hernández, el candidato que viene subiendo fuerte en las encuestas. No me voy a derramar aquí en elogios suyos porque vaya hacia arriba. Hay dudas sobre su trayectoria, en el pasado hizo comentarios absurdos que involucraban a Hitler, se opuso a la paz, sus programas no se conocen bien, puede ser grosero y no suele ser preciso en los debates. Lo que Rodolfo sí es es el gallo que se le puede medir a Petro en la 2ª vuelta con altas probabilidades de éxito, y como para mí de lo que se trata es de evitar que llegue al poder el populismo extremo, hoy aliado con viejos caciques corruptos y montado en muchas mentiras, voy a votar por Hernández, a pesar de mi viejo aprecio por Sergio Fajardo. Algunas personas no entenderán mi decisión; les digo que después hablamos.
Las compañías de Petro son impresentables: Armando Benedetti, Roy Barreras, Piedad Córdoba, el cura Hoyos, Luis Pérez, Ernesto Samper, entre varios más. Su hermano, con clara autorización suya, visitó en La Picota a Iván Moreno y al Gordo García. Les habló de darles un “perdón social”, signifique lo que signifique esta frasecita venenosa. ¿A cambio de qué? No lo explicaron. También dijo, sin ruborizarse, que la violencia y el narcotráfico en Colombia, diga el lector el Clan del Golfo, pueden pararse con unas conversaciones pacíficas y unos acuerdos fáciles. ¡Cómo no, moñito!
Hace un tiempo dije que en esta ocasión el voto útil se pasaba a 1ª vuelta, dado lo que ya expuse atrás, y es necesario repetir: Fico Gutiérrez, uribista declarado y continuista inocultable, la tendría muy difícil de ganar en 2ª vuelta si va contra Petro, porque si algo caracteriza a los votantes en la actualidad es su hastío con el régimen. Pues bien, este peligro sigue vigente y mucha gente, incluso afín a Fico, lo sabe. Alguna vez pareció que el voto útil podría ser por Sergio Fajardo, pero ya está claro que sería un saludo a la bandera de los principios liberales, no una decisión con efectos reales sobre el devenir político. A veces en política electoral uno debe ser pragmático, no prisionero de principios inflexibles. Hoy el voto útil es por Hernández, pese a las muchas incógnitas que lo rodean. Hay varios indicios de que después de todo va a resultar un buen candidato.
Al escarbar un poco en las redes sociales y en los sistemas de mensajería, caigo en la cuenta de que mucha gente tiene la misma aprensión/aburrición que yo. Sí, uno muchas veces puede arrepentirse de lo que hace, aunque es más normal arrepentirse de lo que no se atrevió a hacer. En esas estamos.