Publicado en: El Nuevo Herald
Por: Andrés Oppenheimer
¿Son “socialistas” los gigantescos bancos Goldman Sachs y Bank of America? ¿Se volvió “socialista” la revista Fortune? ¿Son “socialistas” el ex jefe del comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos que supervisó la redada que mató a Osama Bin Laden, y otros condecorados ex generales estadounidenses?
Estos son solo algunos de los varios íconos del capitalismo y el sistema de seguridad nacional estadounidense que han salido en días recientes a apoyar al candidato demócrata Joe Biden, o a desacreditar la ridícula afirmación del presidente Donald Trump de que una victoria de Biden el 3 de noviembre conduciría a Estados Unidos al “socialismo”.
La campaña de miedo de Trump utilizando el tema del “socialismo” es tan descabellada como su afirmación de que Estados Unidos está a punto de ganar la batalla contra el COVID-19, cuando los casos de coronavirus están volviendo a subir dramáticamente en el país.
El discurso de Trump sobre el peligro socialista, sin embargo, está calando entre algunos grupos en la Florida, un estado que Trump tiene que ganar para ser reelecto. Muchos votantes cubanoamericanos y venezolano-americanos han comprado esa narrativa.
Excepto que, en el caso de Biden, la etiqueta de “socialismo” es absurda. Biden fue el demócrata centrista que le ganó a los precandidatos de la izquierda del partido demócrata en las primarias del partido. Y su compañera de fórmula Kamala Harris, casada con un exitoso abogado de California, está lejos de ser una radical de izquierda.
En cuanto a la afirmación de Trump en el último debate presencial de que “si gana él (Biden), la bolsa de valores va a colapsar”, varias de las principales firmas financieras de Wall Street están diciendo lo contrario.
El economista en jefe de Goldman Sachs, Jan Hatzius, escribió recientemente que un triunfo aplastante de Biden “probablemente nos llevaría a elevar nuestros pronósticos” económicos. Biden aprobaría un paquete de estímulos que, junto con las bajas tasas de interés, haría crecer mucho más a la economía, señaló.
Igualmente, un informe de Bank of America Securities del 13 de octubre dijo que una victoria demócrata contundente estimularía el crecimiento económico. Moody’s Analytics dice que si gana Biden, Estados Unidos volvería al pleno empleo a mediados de 2022, casi dos años antes que bajo los planes económicos de Trump.
La revista Fortune, que nos es precisamente un ícono de la izquierda, publicó un artículo de su presidente Alan Murray el 19 de octubre diciendo que “ya sea por su negación de la ciencia, su desprecio por los datos y los hechos, sus coqueteos con dictadores y extremistas violentos, su mala gestión de la pandemia” o la forma de tratar a sus colaboradores, “Trump es la antítesis” de lo que debe ser un líder.
Eso es también lo que dicen muchos de los principales generales retirados de Estados Unidos, incluidos algunos que han estado en el gabinete de Trump.
El almirante retirado William McRaven, ex jefe del Comando de Operaciones Especiales que dirigió el operativo que mató al terrorista Osama bin Laden, dijo pocos días atrás que votará por Biden. El ex secretario de Defensa de Trump, el general James Mattis, ha dicho que Trump “es el primer presidente en mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense”.
En una entrevista reciente, el ex asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, un conservador de línea dura, me dijo que “no voy a votar por Donald Trump”. En cuanto a los discursos de Trump tildando a Biden de socialista, Bolton me dijo que es pura demagogia política para ganar votos en la Florida.
Después de más de cuatro décadas de vida pública, Biden tiene un historial de ser parte del establishment centrista de Washington.
Yo creo tener un buen olfato para reconocer un radical de izquierda. Lo califiqué así a Hugo Chavez desde muy temprano, y ex dictador venezolano arremetió contra mí años después, mencionando mi nombre seis veces —en forma nada halagüeña— en un discurso en 2007.
La afirmación de Trump de que el binomio Biden-Harris hundiría a Estados Unidos en el “socialismo” es simplemente risible.