Por: Juan Carlos Perezsegnini
Intenso el reciente cruce entre Bolton y Lavrov sobre la Doctrina Monroe, develada en 1823 por el presidente Monroe en su discurso anual al Congreso de la Unión. Esta defendió ayer a las nuevas naciones de las Américas que luchaban por su Libertad, contra la dominación de las potencias imperiales extrarregionales; y, defiende hoy a la Venezuela Democrática que lucha por su Libertad, contra la dominación de un Usurpador mantenido por otras potencias imperiales extrarregionales. La Doctrina es una determinación harto en espera, que redefine las prioridades americanas. Reconocimiento a la Administración Trump, que prioriza principios democráticos por encima del suministro seguro de petróleo.
Bolton invoca la Doctrina en rechazo a la injerencia rusa y china en Venezuela, semblanza de un Colonialismo del Siglo XXI. La Venezuela Democrática reconoce al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como Presidente Interino de Venezuela, conforme al ordenamiento legal vigente en el país. Pero Rusia y China redoblan el apoyo a su colonia, donde un Usurpador complacientemente les empeñó el petróleo de sus futuras generaciones. Lavrov exclama, que Estados Unidos quiere intervenir para apropiarse del petróleo (sintiéndolo ya propio) y alude a la Doctrina Monroe, generando en una susceptible Región las inseguridades que despertaban los Cantos de las Sirenas; y, refuerza la protección militar a su peón.
John Quincy Adams es el autor de la Doctrina. Hijo del segundo presidente de los Estados Unidos, embajador en Europa de aquél y de George Washington, canciller de James Monroe y sexto presidente de los Estados Unidos. La Doctrina tuvo empatía y solidaridad con las naciones de las Américas, pero en 1902 las Armadas europeas bloquearon las costas venezolanas ante el impago de sus deudas. El Canciller Argentino, Luís María Drago, invocó la Doctrina; pero Theodore Roosevelt adujo, que aquello no era un intento de colonización, sino de evadir compromisos adquiridos. En enero de 1903 las potencias europeas acordaron con Washington el retiro de su Armada. Roosevelt además sostuvo que EU también podría intervenir cuando lo exija su seguridad e intereses. En diciembre 1928 el Subsecretario de Estado J. Reuben Clark elaboró el Clarck Memoradum, que finalmente aclara el alcance original de la Doctrina Monroe, resumida en las siguientes frases:
…la ocasión se juzga apropiada para afirmar, que los continentes de las Américas y la condición de independencia y libertad que ostenta, en lo adelante, no deberá considerarse sujeta de futuras colonizaciones por parte de las potencias europeas … consideraremos cualquier intento de parte de esas potencias por extender sus sistemas a cualquier porción de este hemisferio, como una amenaza a la paz y seguridad de los Estados Unidos… y en relación con los gobiernos que han declarado su independencia y que Estados Unidos ya ha reconocido, la interposición de estas potencias por controlar sus destinos será considerada como un acto de animosidad y amenaza a los Estados Unidos…
En resumen, por un lado, la Venezuela Democrática, la mayoría de los países de Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá, Europa, Japón y muchos otros países reconocen a Juan Guaidó como Presidente Interino de Venezuela. Por el otro, China boicotea a Haussmann para evitar su participación en la Asamblea Anual de Gobernadores del BID, irrespetando la gobernanza de la Institución; y Rusia, conociendo la Doctrina, envía una misión militar y toneladas de equipos bélicos para proteger sus intereses en Venezuela, ante el ahora silencioso Grupo de Lima, que oponía vehementemente a cualquier intervención. El Colonialismo del Siglo XXI es, cuando Rusia y China como potencias imperiales extrarregionales mantienen una colonia en las Américas, con un Usurpador que les empeña el pedazo grande del Petróleo de su Patria y le entrega el chiquito a Cuba, a razón de 50 mil b/d, siguiendo órdenes del imperio. La Asamblea Nacional tiene que denunciar inmediatamente todos los acuerdos de cooperación militar que existan con aquel imperio, exigir la expulsión y desocupación de los militares rusos e invocar la Doctrina Monroe.
La legalidad de estas acreencias, su contabilización y el ingreso de recursos al país, debe verificarse antes de convertirlas en la última prioridad de pago durante la reconstrucción económico y social de Venezuela.
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