Publicado en: Guataca Nights
Yordano se encontraba en Caracas cuando llegó el mensaje. El presidente de la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, Manuel Abud, lo convocaba a una reunión vía Zoom. ¿El asunto? Desconocido. Para ahorrarle la zozobra al artista, su esposa y mánager Yuri Bastidas, que sospechaba de qué iba la cuestión, decidió ocultárselo por unos días. Conociéndolo, sabía que estaría día y noche intentando desentrañar el acertijo, rascándose la cabeza: ¿Para qué será?
La víspera, cuando ya estaban en su residencia en Nueva York, le dijo. Él no le dio demasiadas vueltas. A la mañana siguiente, jueves 16 de junio, lo levantó, lo vio desayunar, beberse un café y sentarse frente a la PC cara a cara con Abud, quien recibió la presidencia de la entidad organizadora de los Latin Grammys en mayo de 2021 de manos de Gabriel Abaroa Jr.
Conversando casualmente, Yordano le comentó al ejecutivo que el evento que más disfrutaba de toda la programación de los Latin Grammys era la entrega de los premios especiales, que siempre se celebra comenzando la tarde y un día antes de las otras dos ceremonias conocidas: el pretelecast y la gran gala televisada y difundida internacionalmente.
Abud le respondió: «Pues qué bueno… porque este año te daremos a ti el Latin Grammy a la Excelencia Musical». Así que Giordano di Marzo Migani, justo cuando suma 40 años de carrera como artista solista, contados a partir de su primer LP Negocios son negocios (1982), ingresará a un club selecto de leyendas de la música latinoamericana, de personajes de brillante trayectoria que han contribuido de manera significativa e incalculable con el cancionero latinoamericano y cuyo legado ha inspirado a muchos artistas de la región.
«El cantautor ítalo-venezolano Yordano ha transformado la música latina con su visión poética y un delicado cancionero que se inspira en el pop cosmopolita, las cadencias tropicales y la balada romántica», reza el comunicado de la Academia publicado la mañana de este jueves sobre uno de los artistas más genuinos de la canción latinoamericana, dueño de un sello forjado desde la confluencia del blues, el soul, el R&B y el rock and roll, con el Caribe y sus ritmos; de la mano de una poesía poco usual en la radio y en las listas de popularidad.
«Me siento muy honrado por este reconocimiento», dice Yordano, que no es hombre de dar saltos de alegría. Pero sus palabras vienen con la serenidad de la autorrealización. «Es como un fresquito, una brisita de qué chévere. Esto representa algo así como estar en el tope de la música popular, y no tan popular, de Latinoamérica».
Yuri presenció el anuncio de Abud, vencida por las lágrimas. Más tarde diría que el galardón representa el cierre de un círculo: «Es un premio a su perseverancia, a su terquedad… de levantarse todos los días a echarle pichón a la música, que es su mayor pasión, el principal motor de su vida».
Pocos días tras el viaje de Yordano a Las Vegas en noviembre de 2013, a propósito de su primera nominación a los Latin Grammys, en esa ocasión a Mejor Álbum de Cantautor por su álbum Sueños clandestinos, al músico le fue diagnosticado un síndrome mielodisplásico, un tipo de leucemia que puso su vida en puntos suspensivos. Tras un transplante de médula ósea y años de recuperación, avances y contratiempos, se salvó.
Volvió a ser postulado en 2017 a Mejor Álbum Vocal Pop por la obra El tren de los regresos, un recopilatorio de covers de sus propias canciones, editado por Sony Music Latin y con la participación de grandes artistas y amigos como Ricardo Montaner, Franco de Vita, Carlos Vives, Santiago Cruz, Kany García, Servando & Florentino, Guaco y Los Amigos Invisibles. Y más tarde, volvería a competir, de nuevo en la lista de cantautor(a), por Después de todo, su primer LP de canciones inéditas en siete años y número 18 de su carrera. Pero esos tres laureles les serían esquivos.
Ahora va a buscar un gramófono dorado que ya es suyo, como esas canciones involvidables que su público corea a donde quiera que va. El próximo 16 de noviembre, Yordano vuelve a Las Vegas a recibir del Consejo Directivo un premio que no sólo han otorgado a otros venezolanos como Oscar D’León, Simón Díaz, José Antonio Abreu, Ilan Chester, Ricardo Montaner, José Luis Rodríguez y Juan Vicente Torrealba, sino que también ha sido entregado a colegas como Joaquín Sabina, Fito Páez, Omara Portuondo, Joe Arroyo, Gal Costa, José Feliciano, Armando Manzanero, Charly García, Milton Nascimento y Sergio Mendes, sólo por mencionar algunos.
Lo recibirá junto a sus colegas Rosario Flores (España), Rita Lee (Brasil), Myriam Hernández (Chile) y Amanda Miguel (Argentina), cuyas «contribuciones a la música latina son incalculables», en palabras de Abud, el CEO de la Academia. En esa ceremonia, que se celebrará en el Mandalay Bay Convention Center de la ciudad de los casinos, también serán reconocidos, con el Premios del Consejo Directivo, los maestros Paquito D’Rivera (Cuba), Abraham Laboriel (México) y Manolo Díaz (España).
“Es bonito porque también se lo dan a artistas que han hecho historia en la música antes de que existieran los Latin Grammys”, dice el propio Yordano, quien, durante los años 80 y 90, en los tiempos de hits como “Manantial de corazón”, “Perla negra”, “Días de junio”, “Locos de amor”, “Aquel lugar secreto”, “Por estas calles” y otras tantas joyas de su catálogo, probablemente se hubiera llevado a casa varios de esos premios que comenzaron a entregarse a partir del 2000, año de la primera cita de la versión latinoamericana de los Grammy.
“Eso sí —advierte Yordano, entre risas—. Este es un premio a la trayectoria, pero no es que no voy a seguir haciendo discos. No es una lápida”. Porque sí: Yordano sigue haciendo lo que lo obsesiona y ya está preparando lo que será su próximo álbum.
El ídolo no para de dar conciertos tanto en Estados Unidos y España, como en Venezuela, donde ofreció en tiempos recientes un gran recital en la Concha Acústica de Bello Monte en Caracas, al tiempo que volvió a ciudades de la provincia como Puerto Ordaz, Mérida, Valencia y San Felipe. Además, grabó un video especial de El Sistema Sessions junto a los músicos del Venezuelan Sound System, agrupación adscrita al Sistema de Orquestas, en la elegante sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música.
Tras el viaje a Las Vegas, Yordano, el mismo que comenzó a actuar junto a la banda Sietecuero en 1978, volverá a uno de los templos de su carrera: El Teatro Teresa Carreño. Allí celebrará esos 40 años de carrera solista el 25 de noviembre. El show tiene nombre propio: «Vivir para cantarlo».