Publicado en: El Nacional
Por: Crysly Egaña
En los últimos 10 años el director barquisimetano ha acercado la Filarmónica de Los Ángeles a nuevas audiencias. Llevó la agrupación a las comunidades al implementar la filosofía del Sistema y da oportunidades a noveles directores con un programa de becas que lleva su nombre.
Los autobuses, las vallas publicitarias, las calles brillaban con mensajes de bienvenida con luces de neón. Gustavo Dudamel, barquisimetano, el rostro más reconocido del sistema de orquestas venezolano, llegaba a Los Ángeles para hacerse cargo de la filarmónica de la ciudad. Tenía 28 años de edad, estaba casado con la bailarina y actriz venezolana Eloísa Maturén y ese año, 2009, fue considerado por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo. Para celebrar su llegada, la cadena de comida rápida Pink’s creó un perro caliente en su honor.
Tal día como hoy, 3 de octubre, pero de 2009, Gustavo Dudamel tomaba la batuta para dirigir la que ha sido su orquesta durante la última década. 18.000 personas asistieron al concierto ¡Bienvenido Gustavo!, con entrada gratuita, que tuvo lugar en el Hollywood Bowl. El pianista y compositor de jazz Herbie Hancock y Flea (bajista de los Red Hot Chili Peppers) fueron algunos de los invitados que interpretaron un repertorio junto con jóvenes ensambles locales antes de que el esperado director subiera al podio.
Después de palabras de bienvenida en las que Deborah Borda, entonces directora ejecutiva de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, presentó al joven y flamante músico, el undécimo director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles se puso al frente de Los Angeles Youth Orchestra, con la que interpretó Canto a la alegría. Ovación. Diez minutos después se incorporó la filarmónica, que ejecutó la Novena Sinfonía de Beethoven. El espectáculo se transmitió por Internet.
Corría el año 2004. Dudamel, de entonces 23 años de edad, ganaba el primer premio en el Festival Internacional de Directores Gustav Mahler, en Bamberg, Alemania. Del jurado formaba parte Esa Pekka Salonen, quien llevaba la batuta de la Filarmónica de Los Ángeles. Reseñó el diario El País de España que, luego de esa presentación, se comunicó con Borda para comentarle lo sorprendido que estaba con la actuación de Dudamel.
A raíz de esa llamada se produjo el debut del barquisimetano en Estados Unidos, primero en el Hollywood Bowl, en 2005, y dos años después en el Walt Disney Concert Hall. Presentaciones que convencieron a la directiva de la orquesta para designarlo, dos años después, director artístico y musical de la Filarmónica de Los Ángeles por el próximo quinquenio. Pero se sumarían cinco años más: en 2011 la orquesta dio a conocer que Dudamel estaría al frente de la institución para celebrar su centenario este 2019.
Llegó a la Filarmónica de Los Ángeles como ganador de la primera edición del Anillo de Beethoven, premio creado por la Sociedad de Amigos del Festival Internacional de Beethoven de Bonn para distinguir a jóvenes artistas. Había dirigido en 2007 la Orquesta Filarmónica de Viena, considerada una de las mejores del mundo, y estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica de Gotemburgo en la temporada 2007-2008.
El 8 de octubre de 2019 se celebró la gala inaugural en el Walt Disney Concert Hall, donde tuvo su estreno mundial City Noir de John Adams. Como parte de la primera temporada de Dudamel al frente de la orquesta se realizó el festival America and Americans, con el fin de acercar la música latinoamericana a los estadounidenses. Interpretaron la Pasión según San Marcos, del compositor argentino Osvaldo Golijov y también piezas de Alberto Ginastera, del mexicano Carlos Chávez y del venezolano Antonio Estévez. En la sala angelina sonó por primera vez en Estados Unidos la Cantata criolla. María Guinand estuvo al frente de la Schola Cantorum de Venezuela. También sonaron piezas de Leonard Bernstein, Peter Lieberson y Aaron Copland.
“Tenemos que pensar en la música de América mirando también al sur. Es una sola América. La música ha estado dividida, pero esa división no es cierta. Es una sola música. Eso es lo que importa verdaderamente”, dijo Dudamel, siempre invitado de las grandes orquestas del mundo para dirigir temporadas en los mejores teatros.
Era apenas el comienzo. Desde entonces, la Filarmónica de Los Ángeles se acercó a la música latinoamericana y a sus géneros. Por el Hollywood Bowl han pasado Juan Luis Guerra, Oscar D’León, Café Tacuba, Los Amigos Invisibles y más recientemente Natalia Lafourcade. Chris Martin –vocalista de Coldplay– y Katy Perry también han compartido escenario con la orquesta.
La agrupación comenzó a transitar por repertorios clásicos y otros no tanto. La intención de Dudamel siempre ha sido ampliar la audiencia y sacarle la etiqueta de elitista a la música académica. En 2011 declaró a la agencia Efe: “Lo importante es que las personas tengan acceso a la música al más alto nivel. Y que vean que está hecha por jóvenes y también por orquestas profesionales. Hay que deshacer la imagen de que genera bostezos”.
“Con una increíble curiosidad y apertura a todo tipo de música, Dudamel ha ampliado el repertorio de la Filarmónica de Los Ángeles mucho más que cualquier otro director. La temporada pasada la orquesta interpretó 64 nuevas obras. Algo histórico. Y no solo eso. Dudamel ha logrado que la orquesta llegue a nuevas audiencias, sobre todo a los latinos, que es la mitad de la población de la ciudad”, dijo Mark Swed, crítico musical de Los Angeles Times, quien ha seguido la carrera del director desde su llegada a la ciudad.
Un ir y venir de Venezuela
Haber asumido la dirección de una de las mejores orquestas de Estados Unidos no hizo que Gustavo Dudamel renunciara a sus responsabilidades con el Sistema. Buscó la manera de relacionar la Filarmónica con las agrupaciones del proyecto creado por José Antonio Abreu, que en 2020 cumple 45 años. Esto se demostró con la ejecución del Proyecto Mahler en 2012.
La Filarmónica de Los Ángeles y la Orquesta Simón Bolívar ofrecieron una serie de conciertos en los que presentaron las nueve sinfonías del compositor tanto en Los Ángeles como en Caracas. La conmemoración del centenario de la muerte del también director austríaco se convirtió en una hazaña musical.
La Filarmónica interpretó la Sinfonía N° 4 en sol mayor, la Sinfonía N° 1 en re mayor, también conocida como Titán; la Sinfonía N° 6 en la menor y la Sinfonía N° 9 en re mayor. La Simón Bolívar ejecutó la Sinfonía N° 2 en do menor, la Sinfonía N° 3 en re menor, la Sinfonía N° 5 en do sostenido menor y la Sinfonía N° 7 en si menor. Ambas orquestas se reunieron para ejecutar la Sinfonía N° 8 en mi bemol mayor, llamada Sinfonía de los mil. 1.017 músicos estuvieron en los escenarios.
Sin embargo, la profundización de la crisis política en Venezuela disminuiría los viajes al país. Hubo algunos comentarios previos sobre la situación, pero en 2017 Gustavo Dudamel se dejó de ambigüedades. “Quiero hacer un llamado a los líderes políticos a encontrar las vías necesarias para salir de esta crisis”, dijo en sus redes sociales durante la oleada de protestas. El director había sido fuertemente cuestionado por la oposición venezolana por no tomar posición frente a la crisis política, social y económica del país. Para algunos ya llegaba muy tarde su opinión.
Luego, cuando murió Armando Cañizales, violista del sistema de orquestas, en una de las manifestaciones antigubernamentales, rechazó la represión y solicitó al gobierno encabezado por Nicolás Maduro que escuchara a los venezolanos. Pero la avanzada oficialista por imponer una asamblea nacional constituyente, sin convocarla previamente como establece la carta magna, hizo que se pronunciara nuevamente.
“La forma en que las autoridades de mi país han llevado adelante esta medida no hace más que avivar el conflicto nacional antes que solucionarlo. Nuestro marco constitucional vigente no ha sido respetado (…) Buscar la victoria a través de la fuerza y la imposición de las ideas propias es y será siempre una derrota colectiva para Venezuela” escribió en el artículo ‘Una Venezuela democrática para todos’, publicada en los diarios El País de España y The New York Times.
Fijar su posición con respecto a la crisis social, política y económica de Venezuela le costó caro: el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia, al que está adscrita la Fundación Musical Simón Bolívar –el Sistema–, canceló los conciertos programados en Estados Unidos con la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, semanas después de su comunicado. En octubre se repetiría la misma situación, pero con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, que tenía pautados compromisos en Asia.
Ya no viaja tanto a Venezuela. Continúa siendo director artístico del Sistema y las responsabilidades las cumple gracias a las reuniones que hace por Skype. No se separa del lugar que lo formó y lo lleva consigo a todas partes. “Gustavo Dudamel existe por la música y por el Sistema”, expresó en una entrevista en 2009.
Modelo de exportación
Gustavo Adolfo Dudamel Ramírez, de padre trombonista y madre profesora de canto, tomó el violín a los 10 años y comenzó a dirigir a los 15.
Llevó a Estados Unidos el modelo de la institución en la que se formó, que le ha brindado oportunidades a más de 1 millón de niños y adolescentes venezolanos a través de la música.
En 2007 comenzó la Youth Orchesta LA (YOLA) con 80 niños de bajos recursos de Los Ángeles, y la intención ha sido crear orquestas juveniles en comunidades de toda la ciudad. Sirve a más de 1.200 músicos entre 6 y 18 años de edad. El programa está asociado con 4 organizaciones que le permite ejecutar sus actividades.
En 2016, Dudamel dirigió a 40 músicos entre 7 y 16 años –la mayoría de origen hispano y de familias de bajos recursos– en el medio tiempo del Super Bowl, invitado por Chris Martin. En los 15 minutos más vistos de la televisión estadounidense también se presentaron Coldplay, Beyoncé y Bruno Mars.
Se espera que la primera sede permanente del proyecto, el Centro YOLA Judith and Thomas L. Beckmen en Inglewood, esté listo en 2020. “La educación artística es un derecho de la gente. La cultura para pobres no tiene que ser una cultura pobre. Tiene que tener espacios que inspiren, que hagan soñar”, dijo en la presentación del proyecto el año pasado.
El diseño es de Frank Gehry, a cargo también del Walt Disney Concert Hall, sede de la Filarmónica de Los Ángeles, quien, además, estuvo al frente del Centro Nacional de Acción Social por la Música de Barquisimeto, que llevaría el mismo nombre del director de orquesta venezolano. Una construcción de la que se puso la primera piedra en 2009, patrocinada por el Banco Interamericano de Desarrollo, y cuya inauguración estaba prevista para 2011. De eso, nunca más se habló.
Los becarios
Junto con la temporada inaugural 2009-2010 en Los Ángeles, se lanzó el Programa de Becas Gustavo Dudamel que, mediante la participación en programas orquestales, de aprendizaje y comunitarios de la orquesta, permite que jóvenes directores desarrollen sus habilidades artísticas.
A Jesús Uzcátegui lo contactaron a través del sistema de orquestas. Es director de la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta y de la Sinfónica Juvenil de Carabobo. Tenía 30 años de edad. De su experiencia como becario en la temporada 2018-2019 destaca el trabajo con la orquesta y con directores americanos y europeos que pasan por la agrupación: “En mis semanas en Los Ángeles tuve la oportunidad de trabajar con el maestro Gustavo. Compartes con los músicos, ves el trabajo diario, lo que hay detrás de los grandes conciertos y grabaciones. Además, tienes proyección internacional porque las becas son a nivel mundial. Al trabajar con la filarmónica, siempre te están viendo. Nunca sabes quién está en el público escuchando tu ensayo”.
Coincide con él Paolo Bortolameolli, chileno becario en la temporada 2016-2017 y recientemente nombrado director asociado de la Filarmónica de Los Ángeles. “El aprendizaje viene de estar en un lugar como ese, de tener la posibilidad de dirigir y tener conciertos con ellos, de preparar a la orquesta para programas, muchas veces para Gustavo, de estar cerca de él y ver cómo ensaya, ver a otros directores; además, trabajas con solistas del mejor nivel. Entonces es como ósmosis. Absorbes todo lo que ves ahí. Es una gran fortuna y un privilegio ser parte de la familia”, dijo por teléfono el director la última vez que estuvo en Venezuela para trabajar con el Sistema.
En la primera cohorte participaron los venezolanos Diego Matheuz, Christian Vásquez; el alemán David Afkhman y el chino Perry So. Otros venezolanos que han pasado por el programa son Manuel López, Joshua Dos Santos, Dietrich Paredes, Rafael Payare y, en esta temporada, Enluis Montes.
“En el tiempo que he estado aquí, me he dado cuenta de que uno de los estándares primordiales de la orquesta es educar a personas jóvenes. No solo a los directores que estamos comenzando una carrera internacional, sino a muchachos que tocan instrumentos, al darles oportunidades. Incluso de que los acompañen en el escenario. Para mí, esta es una de las mejores orquestas del mundo. No solo por cómo suena, por la calidad individual de sus músicos, sino también por su excelente calidad humana y preocupación por enseñar a las futuras generaciones. Sin duda alguna, el maestro Gustavo tiene mucho que ver en eso”, expresó Montes desde Los Ángeles.
Más temporadas
Con música de la época dorada de Hollywood, el 18 de julio Dudamel celebró sus 10 años en el lugar donde dirigió la a Filarmónica de Los Ángeles por primera vez: el Hollywood Bowl. Acompañado también por miembros de YOLA, dirigió temas como Fanfarria y Marcha de los hombres felices de Robin Hood; suite de Casablanca, suite Sunset Boulevard, el tema de la Pantera Rosa y «Raiders of the Lost Ark», de Indiana Jones.
Gustavo Dudamel ha crecido. En Los Ángeles se convirtió en padre, se divorció y se volvió a casar. Su nueva compañera es la actriz española María Valverde. Musicalmente ha asumido grandes retos, como dirigir el concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena en 2017. Se convirtió en el director más joven en estar al frente de la orquesta ese día.
El crítico Mark Swed señala: “Durante la última década ha crecido más rápido que cualquier otro músico que yo haya conocido. Cuando llegó era un conductor fascinante, ahora es profundo”.
Swed no tiene dudas al afirmar que la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles redefine el concepto de orquesta y que ese es su norte. Ahora se prepara para su temporada centenaria y seguir llevando la música clásica a nuevas audiencias. Dudamel tiene contrato con la agrupación hasta la temporada 2021-2022.
¿Es la mejor orquesta de Estados Unidos? Parte de la crítica dice que sí, pero también depende del concepto que se tenga de mejor. El crítico agrega: “Lo que tiene Los Ángeles es la mejor sala de conciertos. También una orquesta creativa y ambiciosa con músicos flexibles, de mente abierta, capaces de tocar cualquier tipo de música y aprenderla mucho más rápido que cualquier otra orquesta en el mundo. Tiene una gran presencia en la comunidad, particularmente a través de YOLA. Trabaja por redefinir el rol de una orquesta en la sociedad y avanzar hacia el futuro. Para mí eso es lo mejor. Para otros, interpretar a Beethoven con el increíble refinamiento de la Filarmónica de Berlín podría considerarse lo mejor. Son animales diferentes”.