Publicado en: La Gran Aldea
La película es un regalo para los ojos. El plano secuencia, la música y la cinematografía contribuyen maravillosamente a que la audiencia se adentre a la intimidad de la guerra, y a diferencia de varias películas de este género, “1917” no es sobre soldados heroicos o grandiosos, sino sobre soldados silenciosos y agotados. Una de las últimas tomas muestra a un soldado corriendo desesperadamente entre otros soldados, los cuales lo empujan o le obstaculizan el paso. Esta escena es, para muchos, la razón por la cual “1917” ha recibido tantos premios: La coordinación, la cinematografía, la tensión y el cansancio.
Por mera coincidencia, cerramos este catálogo de los Premios Oscar con “1917”, la favorita a ganar el Oscar a Mejor Película. El film que dirige el británico Sam Mendes (“American Beauty”, 1999; “Revolutionary Road”, 2008) va dedicada a su abuelo Alfred Mendes, escritor oriundo de Trinidad y Tobago, ya que el guión está inspirado por historias sobre sus años en la Primera Guerra Mundial.
Mendes tomó en cuenta muchos detalles contados por su abuelo, pero se inspiró principalmente en la historia de un soldado que tenía que llevar un mensaje entre trenchas y tierra de nadie en plena guerra. Con esto en mente, Mendes escribe “1917” sobre dos soldados británicos que deben enviar un mensaje urgente en medio de la Operación Alberich. El detalle está en que la audiencia acompaña a los soldados desde un inicio y hasta el final, porque la película está grabada en un gran plano secuencia.
Mendes venía de dirigir “Skyfall” (2012) y “Spectre” (2015) de James Bond, y quería hacer algo distinto. Luego de leer varios libretos que no le interesaron, su agente Leah Schmidt y la productora Pippa Harris le preguntaron por qué no escribía él su propio libreto. Esto lo llevó a desarrollar la idea que había tenido en su cabeza desde hace mucho tiempo sobre un soldado mensajero en una misión imposible. También le inspiró el recuerdo de su abuelo limpiándose de forma excesiva las manos, lo que hacía porque recordaba el sentimiento de no poder lavarse las manos cuando estaba en las trincheras repleto de lodo. Estos recuerdos, así como la autobiografía del abuelo inspiraron la historia.
Desde la concepción de la película y el inicio de preproducción en junio del 2018, Mendes dejó claro que la película se grabaría en plano secuencia. Éste fue uno de los primeros datos que compartió con el cinematógrafo Roger Deakins. Por su trabajo en “Blade Runner 2049”, Deakins ganó el Oscar a mejor cinematografía en 2018 y por la cinematografía de 1917 ya ha ganado diez premios en lo que va de año. La característica del plano secuencia ha sido la protagonista en todos los artículos y críticas sobre “1917”, ya que se ha consumado como una gran hazaña técnica. Por ello, muchos se sorprendieron al ver que el editor de la película, Lee Smith, no estuvo nominado a los Premios Oscar ni a los Premios de American Cinema Editors. Pero esto es porque la hazaña fue posible por el trabajo de camarografía. Podemos recordar que en el 2015, “Birdman” (Alejandro González Iñárritu) se llevó el Oscar a Mejor Película por una comedia grabada en plano secuencia, la cual tampoco fue nominada a mejor edición.
Para grabar “1917”, las cámaras las manejaban los operadores mientras corrían, conectaban la cámara a un gancho, la volvían a agarrar, se montaban en un Jeep, se volvían a bajar, y así. Todo esto de la mano de Deakins, quien logra tomas increíbles, una en particular pareciéndose a la escena de persecución de No Country For Old Men (2007). A efectos de “1917”, Deakins es el segundo al mando, habiendo trabajado con Mendes desde la preproducción. Incluso, es por esto que el cinematógrafa forma parte de las giras promocionales de la película. En una entrevista reciente, Deakins comentó que lo más difícil fue decidir en qué momentos la cámara mostraba lo que los personajes veían y en qué momentos más bien se tardaba en mostrar. Precisamente, en la misma entrevista, Mendes dice que “mucho de la película es sobre lo que la cámara no puede ver”. Y la verdad es difícil sobreestimar el trabajo de Deakins, tomando en cuenta que “1917” está compuesta por infinitos exteriores, por lo que tuvo que lidiar con luz natural casi todo el tiempo y aún así lograr el plano secuencia.
Mendes siempre fue muy claro de que todo el equipo debía estar involucrado para lograr la película de la manera que querían. Por eso empezó a trabajar con los actores George MacKay (Lance Cpl. Schofield) y Dean-Charles Chapman (Lance Cpl. Blake) seis meses antes de la grabación. MacKay y Chapman estuvieron presentes en la estructuración del set, el cual se construyó basado en el tiempo que les tomaba decir sus líneas y moverse de un punto ‘A’ al punto ‘B’. El set completo, incluyendo más de una milla de trencha, está hecho a la medida de los dos actores. Además, cuando el set ya estaba semi construido, MacKay y Chapman pudieron ver a Deakins montar su equipo técnico, lo que les ayudó a entender el proceso de grabación de una forma distinta a la convencional. Por esto MacKay dice que si bien tenían que seguir una coreografía estricta al grabar, ellos la seguían de forma orgánica y natural porque habían formado parte de su creación. En este sentido, para los actores cada escena era como una escena de teatro.
La película empezó a producirse en junio del 2018 y fue grabada en el 2019 en menos de 50 días entre abril y junio. Para una obra cuyos mayores méritos son técnicos, el hecho de que la película no estaba producida ni grabada hace año y medio es asombroso. Verdaderamente la película es un regalo para los ojos, aunque mucho de lo que vemos son cadáveres. Inclusive, durante las semanas de grabación el staff tuvo que poner avisos para los peatones que estaban cerca del set advirtiendo que había cuerpos prostéticos en el piso para que no pensaran que eran muertos reales. Pero es precisamente éste el hecho que más resaltó para mí de la película, que como dice la corresponsal de NPR Linda Holmes: “Esta es la primera película de guerra que recuerdo que es menos sobre el acto de morir (o matar) y más sobre la acumulación de muerte en la guerra”.
Si bien las películas de guerra suelen ser exitosas, sólo 16 han ganado el Oscar a la Mejor Película y sólo una en los últimos diez años, “The Hurt Locker” (2009) de Kathryn Bigelow. Pero ésta no es cualquier película de guerra. El plano secuencia, la música y la cinematografía contribuyen maravillosamente a que la audiencia se adentre a la intimidad de la guerra, y a diferencia de varias películas de este género, “1917” no es sobre soldados heroicos o grandiosos, sino sobre soldados silenciosos y agotados. Por eso una de las últimas tomas, la cual se logró con la presión de tener suficiente dinamita para sólo seis intentos, es de un soldado corriendo desesperadamente entre otros soldados, los cuales lo empujan o le obstaculizan el paso. Esta escena es, para muchos, la razón por la cual “1917” ha recibido tantos premios -porque muestra lo mejor de la película-: La coordinación, la cinematografía, la tensión y el cansancio.
Conoce las 13 películas que estoy analizando, y acompáñame en la ruta por la conquista de un Oscar.
A continuación los posibles triunfos en los Premios Oscar
(* probabilidad de ganar, ** probabilidad alta de ganar):
Mejor Película: Sam Mendes, Pippa Harris, Jayne-Ann Tenggren, Callum McDougall **
Mejor Director: Sam Mendes **
Mejor Cinematografía: Roger Deakins **
Mejor Diseño de Producción: Dennis Gassner, Lee Sandales *
Mejor Edición de Sonido: Oliver Tarney, Rachel Tate *
Mejor Mezcla de Sonido: Mark Taylor, Stuart Wilson *
Mejor Maquillaje: Naomi Donne, Tristan Versluis, Rebecca Cole
Mejor Guión Original: Sam Mendes, Krysty Wilson-Cairns
Mejor Banda Sonora: Thomas Newman
Mejores Efectos Visuales: Guillaume Rocheron, Greg Butler, Dominic Tuohy
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