Publicado en: La Gran Aldea
Por: Eugenio Martínez
Entre persecución, medidas judiciales, y encarcelamientos el régimen de Maduro ha puesto en peligro 25 de los 112 curules que la oposición obtuvo en 2015. No obstante, los partidos firmantes del Acuerdo tienen una presencia prácticamente simbólica en el Parlamento. En esencia, ninguno de los dos bloques en que puede dividirse la Asamblea Nacional cuenta con suficientes votos para designar a un nuevo CNE.
Las cuentas no dan. El regreso de los diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a la Asamblea Nacional (AN) no cambiará significativamente la correlación de fuerzas y de votos dentro del Parlamento.
En diciembre del año 2015 los venezolanos eligieron a 112 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y a 55 parlamentario del PSUV.
Tres años y nueve meses después la MUD se encuentra ilegalizada por el régimen de Nicolás Maduro. Algunos de los diputados electos bajo el paraguas electoral de la unidad opositora se han alejado de las principales organizaciones que se enfrentan al chavismo, para terminar acordando con el gobierno venezolano la instalación de una “Mesa de Diálogo Nacional”.
No obstante, los partidos firmantes del Acuerdo tienen una presencia prácticamente simbólica en el Parlamento Nacional. Entre los partidos Avanzada Progresista, MAS, Cambiemos y Bandera Roja sólo acumulan siete diputados, la mayoría integrantes de la organización Cambiemos (6 diputados) registrada de forma expedita por el diputado Timoteo Zambrano después que decidió abandonar el partido Un Nuevo Tiempo (UNT).
En el supuesto que estos siete diputados votaran junto a los parlamentarios del PSUV apenas alcanzarían 62 votos. Insuficientes para tomar decisiones en el Poder Legislativo.
Incluso, el chavismo aún no tiene asegurado contar con los 55 diputados del año 2015. En los dos últimos años esta bancada sufrió bajas importantes como la del Hugo “El Pollo” Carvajal (detenido en España) y Germán Ferrer (exiliado junto a su esposa la Fiscal General Luisa Ortega Díaz). A estas dos bajas, se unen la supuesta deserción de dos diputados adicionales que han acudido regularmente a las sesiones del Parlamento durante el último año.
En este momento se desconoce si el chavismo logrará resolver con la incorporación de suplentes las cuatro bajas que ha sufrido su bancada. No obstante, si en la próxima sesión se decidiera votar la unión del PSUV y los partidos disidentes de la oposición pudiesen acumular entre 55 y 62 votos.
Por otra parte, la bancada de los partidos de oposición (incluyendo a los diputados de la fracción 16 de julio y a los grupos minoritarios que siguen respaldando al presidente de la AN, Juan Guaidó), tienen garantizada, al menos, la mayoría simple del quórum de la Cámara (84 votos).
A los 112 diputados de oposición electos en el año 2015 se deben restar los tres diputados del estado Amazonas y del circuito indígena Amazonas-Apure, además de las dos curules que se han perdido porque los diputados principales y suplentes se encuentran detenidos, en la clandestinidad o en el exilio. El caso más emblemático de esta situación lo describe la curul que representa a la Circunscripción N°2 del estado Miranda. Freddy Guevara el diputado principal de esta circunscripción está refugiado en la Embajada de Chile en Venezuela, mientras su suplente Juan Andrés Mejías se encuentra en el exilio.
Entre persecución, medidas judiciales, encarcelamientos, etc, el régimen de Maduro ha puesto en peligro 25 de los 112 curules que la oposición obtuvo en 2015.
Sólo si se mantiene esta estrategia y el régimen de Maduro lograra (entre medidas judiciales, forzar el exilio o detener a los diputados) eliminar estas 25 curules, la oposición perdería los votos para mantener la mayoría simple del Parlamento.
El nuevo CNE necesita 112 votos
La designación de los rectores del consejo Nacional Electoral (CNE) requiere el voto favorable de 112 diputados, la cantidad de diputados que la oposición obtuvo en 2015 pero que en este momento no pudiese convocar.
En esencia, ninguno de los dos bloques en que puede dividirse la Asamblea Nacional (oposición y chavismo + oposición disidente) cuenta con suficientes votos para designar a un nuevo CNE. El supuesto compromiso de renovar a las autoridades del organismo electoral se enfrenta además con otras trabas legales.
Los rectores Luis Emilio Rondón, Sandra Oblitas y Tibisay Lucena fueron designados por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el 26 de diciembre de 2014, según la sentencia 1.865 de la Sala Constitucional el tribunal asumió esta competencia ante omisión legislativa del Parlamento que no logró reunir los 112 votos para aprobar las designaciones. En una sentencia posterior el TSJ aclaró que esta designación comprendía el período completo de los rectores, lo que significa que Rondón, Oblitas y Lucena culminarán su período en diciembre de 2021.
Por otra parte, el 13 de diciembre de 2016 el TSJ ratificó en sus cargos a las rectoras Socorro Hernández y Tania D’Amelio ante el “desacato” en que incurría la Asamblea Nacional.
Según ha ndicado la vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) la renovación del CNE se limitará a la designación (o ratificación) de los dos cargos que no se designaron en 2016. En este punto deben ser postulados por las Facultades de Ciencias Jurídicas de las universidades nacionales y por los integrantes del Poder Ciudadano (Fiscalía, Defensoría y Contraloría). Si la aclaratoria de la vicepresidenta de la ANC se materializa, entonces los postulados a uno de los dos cargos que deben nombrarse serán nombrados por instancias de poder dominadas ampliamente por Nicolás Maduro.
