El espía que engañó a Hitler vivió en Choroní: a los 70 años del Día D recordamos a uno de sus héroes – Carlos Tablante

Publicado en: Blog personal

Por: Carlos Tablante

Carlos Tablante

Joan Pujol “Garbo” , el espía que salvó al mundo, vivió en Choroní donde se refugió luego de la Segunda Guerra Mundial de la cual fue uno de sus principales protagonistas, aunque muy poca gente lo sepa.

Garbo, como lo identificaba el servicio secreto inglés M15 o Arabel, como lo llamaba la inteligencia alemana, logró desinformar y despistar así a los nazis quienes congregaron sus fuerzas lejos de las playas de Normandía que fue, como todos sabemos, por donde finalmente desembarcaron las fuerzas aliadas que derrotaron a Hitler.  Su inteligencia, astucia y valentía preservaron la vida de miles de soldados y contribuyeron decisivamente a que el mundo no cayera en manos del nazismo.

Joan Pujol recibió la Orden del Imperio Británico. La historia es otra gracias a este talentoso catalán que encontró en Venezuela el refugio solidario y afectuoso que lo salvó de las represalias nazis.

Vivió en Lagunillas y en Caracas, pero su hogar en Venezuela , donde formó una familia, fue Choroní, en las bellas costas aragueñas donde transcurrió gran parte de su vida en el mayor anonimato hasta que falleció en 1988.  Sintió un profundo amor por esta población donde fundó una sala de cine y donde hoy está enterrado.

A mediados de los años 80  fue descubierto por los ingleses, que lo daban por muerto, e invitado a Londres a una ceremonia de conmemoración del Día D conjuntamente con sus ex compañeros del M15.  Allí el Príncipe de Edimburgo, esposo de la Reina Isabel, le preguntó qué lo había impulsado, siendo nativo de España – que no se vio directamente afectada por Hitler – a arriesgar su vida en tantos episodios peligrosos, increíbles aventuras dignas de libros y películas. Su respuesta fue muy sencilla: “El nazismo es para mi algo demoniaco. No podía soportar el dolor de tantos europeos. El mundo corría peligro de caer en sus garras. Había que pararlos e hice lo que estaba a mi alcance”.

En Choroní formó una familia y vivió sencillamente. Los lugareños lo recuerdan como una persona afable y desprendida. No le interesaba lo material. Jamás habló de su pasado.

Ojalá la embajada de España en Venezuela, así como las de los países aliados -Reino Unido, EEUU y Francia – y de la Alemania democrática que hoy ha dejado atrás la pesadilla del nazismo, en parte gracias a personajes como Joan Pujol, pudieran hacer algún tipo de reconocimiento a este catalán universal: El espía que salvó al mundo.

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