“Pit stop es la denominación en lengua inglesa de lo que en español se ha conocido como parada en boxes, término utilizado en las carreras de motor para aludir a la parada que hace un vehículo durante la competición para repostar, cambiar los neumático, hacer reparaciones o cambiar de conductor”. (Gracias a Wilkipedia).
Todo aficionado a las carreras de alta velocidad –o cualquier desprevenido televidente haciendo zapping – habrá visto el momento en que un bólido sale de la pista, se detiene en una calle lateral del circuito y es engullido por un enjambre de mecánicos, técnicos, ingenieros, cada quien encargado de una tarea específica para optimizar las condiciones del vehículo y mejorar sus posibilidades en la competencia. Son segundos aparcados que implican un retraso momentáneo pero luego pueden darle la ventaja triunfal a la escudería que mejor los utilice.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha hecho una gran labor en medio de circunstancias cada vez más difíciles, frente a un Gobierno que ya ha demostrado con suficiencia que su principal propósito es mantenerse en el poder a como dé lugar.
El triunfo en las elecciones parlamentarias del 6D demostró que quienes habían asumido –con todos los riesgos– la lucha democrática y electoral, constitucional y pacífica tenían la razón y marcaron la ruta a seguir. Hoy todos –bueno, salvo Los Díscolos del Ritmo– se reconocen en esa estrategia y no hay más que alegrarse por tan definitoria coincidencia.
Pero luego del triunfo del 6D el circuito se ha puesto más escabroso, el asfalto más caliente, las curvas más sinuosas de tanto morderlas. El final del año se aproxima vertiginosamente y dos preguntas empiezan a recorrer las graderías y los pits: ¿Habrá Referendo Revocatorio (RR) este año? ¿Y las elecciones regionales… qué?
Son preguntas válidas y cada vez más pertinentes a medida que la competencia arrecia. La única manera de obtener respuestas es mantenerlas como opciones en el tiempo y no enterrarlas con un impulsivo “conmigo no cuenten” o asignando partidas de defunción a destiempo.
Se entiende que la contienda ha sido dura y en contra de un contendor sin escrúpulos. Por eso se valora tanto la labor de la MUD y de su secretario ejecutivo. Le han dado a la oposición democrática una hoja de ruta, éxitos y decepciones, y han mantenido la flama de la resistencia eficazmente viva y danzando. En su momento, cuando bajen las pasiones y el fragor de la contienda amaine, les será reconocido sin duda alguna.
Mientras tanto, a esta altura de la carrera, conviene una brevísima parada en los boxes, tomarse el tic de un segundero para acorralar de nuevo una estrategia común, armonizar los cronómetros, sintonizar la misma frecuencia para comunicarse entre sí y con las gradas.
Unos segundos de pausa, en medio del vértigo, pueden cambiar el destino de la competencia.