Había dos cyber para extranjeros en La Habana y en los hoteles de lujo
En La Habana celebran una nueva festividad, esta vez no impuesta por la dictadura. Es “Internet Wi fi” como lo llaman. Nadie puede apostar que lo que pasa en Cuba, incluida la visita del Papa Francisco, conduzca a una democracia plena. Pero hay algo movido en Dinamarca. William Gibson, máximo exponente del cyberpunk, inspirador del film de culto, Blade Runner, y década y media después, de Matrix, acuñó la palabra y la noción de cyberspacio. La profecía de su libro Neuromante se cumplió y vivimos como One o Trinity, entre esos dos mundos, y aunque muchos intelectuales progre reniegan de la WEB, en 2015 una mitad de la humanidad está conectada y otra atrapada en la inquisición comunicacional de aquellos que Reporteros sin Fronteras llama “enemigos de Internet”: Túnez, Vietnam, Arabia Saudita, Bielorrusia, Cuba, Irán, Libia, Birmania, China, Corea del Norte, Maldivas, Nepal, Uzbekistán, Siria, Turkmenistán.
El filósofo italiano Giorgio Agamben en su ¿qué es un dispositivo?, dice desde un café en Trastevere, que hoy “el cuerpo social es más dócil y cobarde que… jamás en la historia de la humanidad” -pregúntele a Yoani Sánchez- por obra de los teléfonos móviles y las tabletas. El gobierno chino presiona a las grandes empresas a bloquear páginas. Se condonan los servidores con tecnología como SmartFilter de la norteamericana Secure Computing. Cárcel, tortura, castigos físicos y morales, violencia policial forman parte del menú. Y la miseria revolucionaria ha imposibilitado a los cubanos adquirir computadoras o celulares. La Resolución Ministerial No. 383/2001 sobre telecomunicaciones en Cuba prohibía “… la venta de computadoras, equipos de impresoras, fotocopiadoras y cualquier otro medio de impresión masiva” sin autorización del gobierno.
Libertad digital
El monopolio estatal de telefonía Etecsa, brindaba Internet sólo a quienes pagaran en dólares, es decir, extranjeros, funcionarios del gobierno, el partido o la Iglesia. Ni la nomenclatura comunista podía acceder a MSN Messenger, Yahoo Messenger, Twitter o Google Talk. Había dos cyber para extranjeros en La Habana y en los hoteles de lujo, mientras los cubanos sólo entraban a la página www.tuisla.cu, Intranet del régimen para apenas tener una dirección de correo local, previa tarjeta de cinco dólares (reducida hoy a tres pesos) para gente con un salario medio de quince dólares mensuales. La densidad de teléfonos fijos es la más baja de América, cuatro por cada cien personas, con el costo más alto del mundo para llamar a Estados Unidos, dos dólares-minuto. Según la Unctad (2011), Cuba es el país más atrasado en uso de Internet, con 1,7 usuarios por cada cien Hbts.
Después Nicaragua (2,6%), Paraguay (3,2%), Honduras (3,6%), Ecuador (4,7%), Bolivia (5,2%), Panamá (6,4%), Haití (7%), Surinam (7,1%), Guatemala (7,9%) y El Salvador (9,3%). Haití había saltado a 7 por cada cien. Nacionales y extranjeros estaban bajo estricta vigilancia de los administradores de red, obligados a reportar a la policía “usos indebidos” o “contrarrevolucionarios”, como conectarse con páginas que critiquen al régimen. Condenaron estudiantes de informática a no continuar su carrera “por navegar sin permiso”. En 2003 establecieron la “operación windows“, un control riguroso sobre dueños de PCs. Afortunadamente hay un mercado negro de modems, antenas parabólicas y computadoras para conectarse vía satélite. Varios de los 27 periodistas condenados en 2003, cometieron el “crimen contrarrevolucionario” de escribir en la red. Raúl Rivero treinta años por hacerlo en www.cubanet.org.
La gran muralla china
Héctor Maseda, veinte años. Julio César Gálvez, quince y Carmelo Díaz Fernández, quince. Adolfo Fernández Sanz, quince años por escribir en www.nuevaprensa.org. Miles de millones de dólares gasta el gobierno chino en la firewall. También se ha valido de la represión simple y pura. El Buró de Seguridad de Pekín creó una cyber policía para supervisar cyber cafés y “delitos informáticos”, como acceder a prensa extranjera o páginas porno. Falsos foros de Internet son trampas para 130 millones de internautas. Los bloggers deben inscribirse en un registro oficial. Microsoft, Yahoo y Google bloquearon palabras como Tibet, Taiwán, democracia, libertad, derechos humanos, Falon Gong. Reporteros sin Fronteras dice que “ahora sabemos que Yahoo trabaja de forma regular y eficaz con la policía”.
La inculpa por la condena a los disidentes Zhi Yi y Shi Tao y por otros ochenta y un presos (www.20minutos.es). El gobierno declara que “no hay censura… salvo para pornografía y terrorismo”, pero según comprobó la www.bbc.com, es imposible entrar a New York Times, BBC, Human Rights Watch o Amnistía Internacional, desde un cybercafé en Pekín. Ya hay en Internet un manual para violar la censura (freerk@gmx.net) Amnistía Internacional denunció que Microsoft, Cisco Systems, Nortel Networks, Sun Microsystems y Websen ayudaron a capturar disidentes que actuaban en Internet. Pero los hacker chinos entraron en la página del Buró de Seguridad de Pekín, la “policía del pensamiento” al día siguiente de su creación, y escribieron en ella: “una compañía de seguridad que no puede proteger su propio sitio Web, no debería hablar”.