No se puede romper la lógica y esperar que ello no tenga costo y consecuencias. Maduro espera al vencimiento de los poderes habilitantes que le había concedido la anterior legislatura para presentar un decreto de emergencia económica. Ello rompe la lógica. La nueva AN contaba con 8 días para evaluar tal decreto y, luego, aprobarlo o improbarlo, decision binaria que compete a la cámara en pleno. Él TSJ se limita a revisar el decreto en términos de su constitucionalidad. No le tica más.
Parafraseando lo que supuestamente Bolívar le dijo a Santander, que lo que enfrentaban no era una guerra sino una revolución, bueno, lo que enfrentamos ahora no es un gobierno venido a menos, es un régimen herido en su ADN. Venezuela hoy no sirve. Ni para los poquísimos que mucho tienen ni para los muchísimos que están en estado severo de carencias. El modelo socio económico y político hizo aguas. Y nuestro país es una nación enclenque y que ve cómo cada día se detiene algo. Entretanto, El gobierno es como la orquesta que seguía tocando mientras el Titanic se hundía. De allí la importancia de la aparición en el escenario del alto gobierno de Aristóbulo Isturiz, el mejor, más avezado, más experto y más pragmático operador político del rojismo.
Miraflores ruge. Con frecuencia y ferocidad. De poco le sirve. Ya no concita masas ni pasiones. Ni miedo. Las gentes en las colas ya hablan abiertamente en contra del gobierno, incluso frente a esos militares vestidos de matica que, mientras custodian, se las ingenian para hacerse de bolsitas con productos básicos. Como si fueran una casta superior. Una señora en un mercado aquí en Margarita se da cuenta. Enfurece y le revira al militar. El se queda mudo, acaso estupefacto. En tiempos no tan lejanos eso hubiera sido inconcebible. Los uniformados gruñían y eso bastaba para que la gente silenciara su rabia.
Venezuela ha pasado muchos episodios de crisis. De escasez, de inflación, de inseguridad, de enfermedades de bancos. Lo que tiene de peculiar esta crisis que padecemos ahora es la coincidencia de varias penurias. Es decir, ésta viene a ser la mamá de las crisis. Y eso no se arregla con retórica, ni con con mesas de trabajo en las que nadie cree y ofrecen poca confianza. Y sin confianza no hay credibilidad. Y sin credibilidad no hay acción. Y sin acción no hay solución. La retórica entonces es la máxima expresión de la ineficacia. Alguien debe explicarle eso a Miraflores.
Creo que la AN le hizo un gigante favor al gobierno al no aprobarle el fulano decreto de emergencia económica. Lo salvó de una terrible metida de pata. Pero el rojismo, a la luz de todo lo ocurrido desde el 6D, ha descubierto que la MUD no es una organización delictiva que va a violar la Constitución.
El gobierno en manos de Maduro durará hasta el cumplimiento del medio término. Por eso no manda Maduro. En este país que parece de refugiados, los rugidos del señor presidente son de león enjaulado.
Soledadmorillobelloso@gmail.com
Excelente Soledad Morillo B, como nos tienes acostumbrados. No me pierdo tus articulos. Gracias!!!