Pese a todo hay que apoyar a la MUD – Adolfo Salgueiro

Por: Adolfo Salgueiro

Ciertamente las dos semanas que acaban de transcurrir no han sidoe6787936ec3bce38740a38ad2cf417a5_400x400 las más gloriosas que haya vivido la MUD y como consecuencia de ello la agrupación está afrontando una andanada de críticas que si bien ya venían ocurriendo ahora se multiplican con tal fuerza que amenazan el prestigio ganado tras años de infatigable y mayormente acertada conducción política de la oposición.

Este articulista, ubicado y colaborando siempre –ad honorem– con mayor o menor cercanía a la estructura de la MUD según los vaivenes de la política nacional o los caprichos y veleidades de sus dirigentes, comparte muchas de las preocupaciones que inquietan y a veces angustian a los militantes de la oposición venezolana y es por ello que nos planteamos un balance que considere activos y pasivos para desembocar en un “saldo” o “capital” que desde ya anunciamos como positivo para la causa de la restitución del bienestar y las libertades en nuestro afligido país de hoy.

La MUD no es un partido político y por tal razón ni exhibe ni aspira exhibir los matices ideológicos que caracterizan –o caracterizaron– a las organizaciones partidistas que hoy la componen. Se juntan allí desde Primero Justicia hasta Bandera Roja abarcando todo el arco de credos políticos y orientaciones económicas. Se agrupan distintas denominaciones de la socialdemocracia que provienen del tronco de AD o de la nueva cantera de Voluntad Popular. No faltan los despojos del antiguo Copei ni las reducidas huestes de agrupaciones izquierdosas o liberales y también alguno que otro grupúsculo de maletín. Cada uno de ellos es conducido por dirigentes que tienen vocación política y legítima ambición de poder que impulsa a varios a verse conduciendo los destinos de nuestra patria. No creemos que eso esté mal mientras que se mantenga incólume el único compromiso que no tiene matices: la UNIDAD. No es fácil.

Esta MUD tan vilipendiada hoy es la misma que hace tres semanas consiguió movilizar un millón de personas en una marcha modelo de organización y civismo. También es la misma que por errores o veleidades de alguno de sus dirigentes pisó la trampa que le tendió el gobierno enredándola en un confuso episodio de secretismo y revelaciones sospechosas.

Es la misma MUD que hace pocos años consiguió en forma democrática y consensuada definir candidaturas presidenciales por vía de primarias, anudar listas únicas en casi todos los municipios del país, armar y ganar en forma arrasadora la campaña legislativa que culminó en el aplastante triunfo del 6D. ¿Le parece a Ud. poca cosa? ¿Más aun cuando la materia prima con que se trabaja son políticos de diferentes niveles de ética y ejecutoria?

Muchos, tal vez demasiados, critican la poca efectividad de una Asamblea Nacional que no ha podido “cobrar” su extraordinario triunfo electoral. Quien esto escribe también desearía otro panorama pero al mismo tiempo pregunta –y se pregunta– con cuáles armas o recursos cuenta la MUD para sobreponerse a la derivación dictatorial no disimulada de un Ejecutivo que controla todos los demás poderes del Estado y los usa y somete con la mayor desfachatez a sus designios contando para ello con la hegemonía comunicacional, de los recursos y de la represión.

Sabiendo que esto es polémico expresamos reservas a la estrategia de hacer política acudiendo a la “antipolítica”. Adversamos a los “guerreros del teclado” y a los adalides del tuitear que desde sus casas y muchas veces desde el exterior proclaman “armémonos y vayan” o a los que se conforman con decir gravemente “estamos luchando” mientras esperan el desenlace por televisión desde su poltrona con un vaso de whisky en la mano, no sea que los empujen o deban respirar “gas del bueno”.

Vivimos criticando que el chavismo/madurismo haya pretendido –y tal vez conseguido– convertir el país en un cuartel, con pensamiento único y sin vocación de rendición de cuentas. ¿Queremos que la MUD sea lo mismo?

Concluimos repitiendo que la MUD no es un partido político. Es una agrupación para procurar ganar elecciones, para así lograr liberar a la patria de la plaga que la azota y arrancar con un programa de consenso básico hasta que las cargas se acomoden y la verdadera democracia no solo permita sino estimule la diversidad. Por último, invitamos a todos aquellos que tengan ideas o iniciativas mejores para que apoyen a esta incompleta, frágil y humana MUD haciéndolas explícitas pero –eso sí– ¡cuidado con eso de andar cambiando caballo en medio del río!

Por si acaso se aclara: este opinador no tiene cargo, ni sueldo, ni ventaja ni sumisión a la CIA ni al “imperio” ni a la oligarquía ni a nadie que no sean sus nietos por lo que todo lo dicho está exento de intención alguna que no sea la de conseguir el RR y salir de esta pesadilla tan pronto como sea posible de forma pacífica y constitucional.

@apsalgueiro1

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