Villegas informa que el enfermo está en franca recuperación y Rodolfo Medina es el más secreto de los amigos del tren ministerial. La maquinita comunicacional del chavismo funciona al mismo ritmo que la del Banco Central de Venezuela, pero el resultado es el mismo: papeles devaluados.
El Ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, señala que el Gobierno tiene problemas de comunicación. Y sigue en su puesto. “Hemos creado en tiempos de revolución 32 universidades nuevas. De ellas, nueve han sido creadas en el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Mucha gente no lo sabe”, se lamenta el funcionario. Es decir, que en el país funcionan a plenitud 32 casas de estudio que transforman la vida de miles de jóvenes, brindan a sus profesores óptimas condiciones para su evolución profesional, y desarrollan investigaciones que impactan directamente a decenas de comunidades, y “mucha gente no lo sabe”. Sin duda, hace falta más propaganda. ¿O más universidades de verdad? También puede ser que esa cáfila de ignorantes esté pendiente de otra cosa. Por ejemplo, de conseguir comida. Veleidades pequeñoburguesas. El periodista Villegas debería saberlo. No basta con “informar” que alguien se recupera para que obre el milagro. Los hechos son los hechos.
El ministro de Finanzas es como el billete de 20 mil bolívares: todavía nadie lo ha visto. Se llama Rodolfo, igual que el reno. Quizás salga volando en Navidad. Un profesor de la Universidad Central de Venezuela que compartió con él asegura que Medina es incapaz de expresar una idea mala. Y tampoco una buena. De todas formas, no hace falta. La economía venezolana no requiere de técnicos y propuestas. Basta con militares y represión. El ministro de Defensa y el titular de Relaciones Interiores levantan un muro en la frontera para evitar el ingreso de los billetes. El director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) “entrevista” a un banquero que siempre ha sido identificado como una ficha del régimen. Y el superintendente de precios justos (Sundde) se convierte en el principal ayudante de San Nicolás. Vladimir Padrino López, Néstor Reverol Torres, Gustavo González López y William Contreras. Las Cuatro Monedas del cono chavista.
“Felicito al compañero William Contreras, a todo el equipo del Sundde, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, esa es nuestra Fuerza Armada”, celebró el presidente Nicolás Maduro la victoria en el Desembarco de Kreisel. Soldaditos de plomo. En ese mismo discurso, le declaró la guerra a la mafia de los billetes. Como antes a la mafia de los bachaqueros. Y antes a la mafia de los cadiveros. Conclusión: en el socialismo del siglo XXI proliferan las mafias. El Jefe de Estado que tardó meses en ampliar el cono monetario, ordena sacar de circulación la mitad de los billetes del país en menos de 72 horas y, para rematar la faena, amenaza a la banca con aplicarle “mano de hierro”. Después de desquiciar a 30 millones de personas con sus anuncios, Maduro indicó en tono reflexivo: “Bueno, hay que explicarle mejor al país, compañeros”. Listo. Rodolfo Medina ya prepara el discurso de su vida y Ernesto Villegas afina la garganta para cantar el jingle. El edificio se está cayendo y la solución es cubrir la fachada con dos manos de propaganda. El problema no es lo que dicen. Es lo que hacen.