Por: Floralicia Anzola
Falta muy poco para que se realicen elecciones presidenciales en Venezuela y a pesar de tener claros que sólo uno de dos candidatos tiene chance de figurar como Presidente electo, hay un candidato oculto que no ha hecho campaña y sin embargo, lleva años “restando” votos a la Democracia. Se trata de la abstención, que en muchos casos promedia algo mas que un 30% de la población votante.
Votos ausentes que en ocasiones han servido para dejar clara una postura anti partido o se han convertido en una herramienta de desobediencia cívica, como en el caso de las elecciones parlamentarias del 2005, con una cifra récord de un 75% de abstención. Votos posibles, que sin entrar en las urnas dejaron de alimentar la fe en el sistema.
Ahora cuando estamos a punto de definir qué país queremos, me pregunto: ¿Podemos elegir como opción no participar?.
Replanteemos la pregunta : ¿Estás dispuesto a no participar en la discucion crucial que supone decidir qué país quieres para tus hijos, cómo quieres construir su futuro? ¿No quieres cambiar nada de lo que vives y temes: inseguridad, anarquía y violencia?
¿Es que acaso no estamos hoy tan cerca de los temores que sentimos cuando enfrentábamos la dictadura?
Entonces. en las primeras cuatro elecciones presidenciales tras la dictadura ( 1958, 1963, 1968, 1973), hubo sólo un 5% de Abstención. ¿Podremos lograr de nuevo movilizar a los votantes para que ejerzan su ciudadanía y resguarden la democracia?
Si tomamos en cuenta las últimas elecciones presidenciales (2006), ese otro candidato que eliges, cuando no eliges, se llevó 25.3% de los votos posibles.
Hoy el reto está de tu lado, de ese voto que darás por ti y por tus hijos. Hay dos Venezuelas posibles, no regales tu voto a la desesperanza.