Por: Jean Maninat
Quien se haya formado en el riguroso escepticismo de Voltaire; o en el blindaje conceptual del materialismo histórico frente al más allá; o a quien algún amigo desalmado le haya regalado un libro de Chistopher Hitchens -en plenas navidades- para intentar abollarle cualquier embeleso con lo celestial, y lo haya resistido, seguramente responderá negativamente a la pregunta con convicción, mientras mentalmente se imagina sus dedos convertidos en delicadas pinzas ejerciendo una muy superficial auscultación profesional en la gónada izquierda. Desde la Edad Media, los hombres han repetido -las mujeres no, porque usualmente eran las incineradas- aquello de que vuelan, vuelan. Hábilmente, el género humano ha ido esculpiendo sus contraseñas, sus guiños de ojo, para tramitar su pavor hacia lo inmaterial.
¿Por qué nos cayó esta pava? ¿Qué hemos hecho para merecerla? Se preguntan creyentes y ateos, ambos provistos de una formidable coraza protectora en contra de toda superstición. Y no es para menos, tras dieciséis años de infortunio, de resistir el diluvio rojo de dimensiones bíblicas que insiste en arrasar con todo un país y sus riquezas, uno empieza a sospechar hasta de su menino domesticado, si lo ve pasar bajo una escalera.
¿Cómo, habiendo tanta gente de formación y sensibilidad socialista en el planeta que comprendió que con la economía no se podía improvisar ya que para sostener políticas de inclusión social era necesario crear riqueza y prosperidad sin cesar, y lo aplicaron una vez que llegaron al gobierno; a los venezolanos nos tocó ser gobernados por el último mohicano de izquierda empeñado en reanimar las consignas económicas que sus pares enterraron hace un buen tiempo? ¿A qué se debe la persistencia en el anacronismo, incluso ahora, que el mito de la revolución cubana quiere ir desandando el camino asido a la mano invisible del capitalismo? ¿Será que estamos empavados?
El domingo pasado, el diario El País, de España, publicó una entrevista al vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, reputado como el ideólogo detrás de Evo Morales, según el diario exguerrillero de Tupak Katari -el nombre impresiona- y reconocido intelectual en los círculos de izquierda latinoamericanos. Veamos algunos extractos. P. ¿Qué desafíos tiene Bolivia? R. Mantener el crecimiento y la distribución de la riqueza. En 10 años, el 20% de la población ha pasado a la clase media. Ese ritmo tiene que seguir los siguientes 10 años. Hay que acabar la gestión con unos niveles de pobreza de un solo dígito, ahora estamos en el 18%… P. ¿Qué futuro le espera a la izquierda en América Latina? R. El riesgo de una inflexión, leve o crucial. Los países hermanos con problemas están a tiempo de hacer un giro de timón que permita reencauzar una buena gestión económica. Lo importante es tener la voluntad política para tomar decisiones, para volver sostenible su economía y la distribución de la riqueza que emprendieron tiempo atrás. Una distribución de la riqueza que no es sostenible puede generar frustraciones terribles de las que uno no se recupera en 20 o 30 años. Estamos a tiempo, sin poner nombre a los países, para dar estos giros.
Pero no todo fue agua de rosas. A una pregunta sobre la posición dura de Evo Morales con Estados Unidos en la pasada Cumbre de las Américas, respondió con la aspereza habitual en los Albanos: “Porque hay indicios de que la intromisión… de la Embajada aún se mantiene, no han asumido la construcción de lazos de confianza basados en el respeto. No tienen que enseñarnos nada de democracia. Ni nosotros a ellos. Admiramos el desarrollo industrial y tecnológico de Estados Unidos. Es el mercado más importante del mundo, cómo mantenerlo alejado…”.
Se puede estar de acuerdo o no con la argumentación general, se puede cuestionar, con toda razón, el déficit democrático que arrastra el gobierno boliviano, pero hay ciertamente otro nivel de discernimiento en lo expuesto en la entrevista. No huele tanto a mal agüero y naftalina.
¿Existe la pava? No hay pruebas científicas que lo confirmen.
¡Pero de que gobierna, gobierna… en Venezuela!
@jeanmaninat