El péndulo doble es uno de los sistemas caóticos más simples que existen. Tiene una trayectoria irregular y la posición inicial termina siendo completamente diferente con el transcurrir del tiempo.
Esa es la situación que estamos viviendo con un gobierno errático que no sabe cómo asimilar el cambio de rumbo que el país le impuso, y supone, erróneamente, que entre más caótica la situación más probabilidades tiene de conservar el poder.
Esa actitud denota no sólo un grave error de cálculo sino que además los aleja cada día más del control de la situación y acelera un resultado contrario, que hubiesen podido obtener si solo hubiesen entendido que la era de la confrontación pasó, que solo el diálogo constructivo podía asegurarles un lugar en el espectro político, y subsistir como un movimiento político con esperanza de futuro.
Al escoger la vía del caos como método para subsistir han creado las condiciones comunes a todo partido cuyo origen se basó únicamente en el personalismo, que es el de desintegrarse al ir perdiendo poder.
Los dirigentes actuales del movimiento creado por Chávez no tienen ni la personalidad ni la capacidad de generar una corriente política coherente, e inexorablemente las contradicciones personales harán que el caos originado se los lleve hacia una progresiva irrelevancia en la vida democrática de nuestro país.