Por: Luis Vicente León
La clase media se endeuda para pagar un estatus de vida que ya no se corresponde a su salario real
La inflación más alta del mundo ocurre actualmente en Venezuela y afecta sustancialmente los ingresos y la calidad de vida de la población en general. La teoría y la evidencia histórica indica que en los países donde la inflación crece desproporcionadamente la gente se empobrece, mientras se producen impactos negativos en la evaluación de gestión del gobierno e incluso se generan riesgos de protesta y convulsión social.
Pero, ¿podemos decir que estos impactos son homogéneos en todos los estratos socioeconómicos en Venezuela?
Pues no. En términos económicos, la crisis venezolana está afectando menos a la población más pobre que a la clase media, lo que a simple vista parece un sinsentido. No se trata de que los pobres estén mejor que la clase media en términos absolutos. Es obvio que no. Se trata de que logran surfear mejor la ola de la inflación, en relación a su propia condición de pobreza.
Es algo más allá de las transferencias de recursos que reciben a través de las misiones. Si consideramos que la mayoría de la población de clase media se ubica en el segmento de trabajadores formales, con empleos estructurados y relaciones contractuales con sus patronos, entenderemos que sus salarios son más inflexibles y vulnerables a la inflación. Pese a los esfuerzos que hagan las empresas para compensar a sus trabajadores, el rezago contractual es inevitable y la inflación fulmina la capacidad de compra de este segmento. La clase media es sujeta a un efecto bola de nieve y rellena los huecos en su presupuesto endeudándose para pagar un estatus de vida que ya no se corresponde a su salario real. ¿Hasta cuándo? Pues hasta que la liquidez le permita a la banca mantener niveles elevados de crédito al consumo.
Sin embargo, cuando chequeamos lo que ocurre en los segmentos más pobres, la cosa pinta distinto. El 46% de los trabajadores en Venezuela son informales y la mayoría de ellos están en los estratos D y E. Son informales tradicionales, como vendedores ambulantes y trabajadores por cuenta propia, entre otras. No se trata de bachaqueros. Si tomamos como ejemplo un vendedor de manzanas en el bulevar de Catia, él no está comprando productos esenciales a precios regulados en una cola para revenderlos caros. Recibe bienes de un mayorista y los comercializa en la calle. El ingreso de ese vendedor está referido al precio de la mercancía, el cual sube diariamente con la devaluación, impactando en esa misma dirección el ingreso que esa venta produce. La capacidad de adaptación del “sueldo” de ese trabajador informal es infinitamente más alta que la de un empleado u obrero formal. Mientras haya circulante y escasez en el mercado formal, las ventas de sus productos caen menos que el incremento de los precios, con lo que su ingreso promedio se mantiene o sube con más facilidad que la de sus colegas formales. No es distinto un plomero, cuya tarifa diaria varía con la inflación, sin esperar negociación colectiva ni decisión del patrón. Si añadimos a esta historia el porcentaje de esta población que está dedicado al bachaqueo (30% del estrato E), no hay duda que estos segmentos poblacionales defienden mejor su ingreso frente a la inflación que la clase media, que ahora no llega ni a un cuarto. Eso, por ahora, puede servir de estabilizador social para el estrato más pobre, aunque no funciona para mantener la popularidad del Presidente, que cae sustancialmente por una pésima evaluación de su gestión. En el caso de la clase media, la pasividad proviene de una combinación de frustración 2014 con miedo a la represión, pero su conexión con Maduro es claramente negativa. ¿Cómo se expresa eso de manera eficiente? Votar parece la mejor opción.
luisvicenteleon@gmail.com
Excelente artículo. Habría que evaluar si el porcentaje de población D/E que generan esos ingresos, están conformes con dichos ingresos; es decir, si los ingresos temporales que perciben gracias a esta coyuntura económica se traduce en votos a favor del gobierno.
Increíble. Otro día mas en que el dolar va palo abajo según lo reportó DolarToday . Ya esta maÑana había una diferencia de 26 bsf con respecto a ayer a 741.59bsf !!. Ahora me consigo al cerrar el dia que el cambio está a 735.91 bsf. 32 bolivares con respecto a ayer. Pero además hoy me consigo con otra coletilla y en letras pequeÑas: el cambio en Cucuta en la calle en efectivo es de 617.73. Qué? En transacciones 735.91 y en efectivo 617.73 ? 113.64 bsf (ciento trece) bolivares de diferencia? Pero a que están jugando esta gente? Que es lo que están haciendo los dueÑos de los dolares? O sea el régimen, que son los dueÑos de los dolares. NOOOOOO. No podemos cegarnos a esta maniobra que está jugando el régimen de callarnos la boca regalando dolares para que viajemos o para comprar las vainas de Diciembre y no los jodamos mas cuando vengan las elecciones. Si continúa esta tendencia de 35 bs. menos al día, el viernes va a cerrar en 665 bsf. y la próxima semana a menos de 500. Y todos vamos a estar muy felices porque tenemos con que viajar y olvidarnos en Diciembre del peo. Un solo comentario y en privado he recibido:” Lo arrecho es cuando sube, dolar today arma un escandalo y ahora no dice porque carajo esta bajando brutalmente”. Donde están todos los especialstas dándo una explicación? Y que pasó con todos los usureros que subieron sus precios a casi 800bsf. y ahora vá en picada? Amigos, utilicemos las neuronas y analicemos a que juega el régimen. AHora utiliza a DolarToday como su vehículo para meternos un bozal de dolares en la boca y quedarnos callados. Urgenteeeeee. Abran los ojossss.. Nos lo están metiendo y con vaselina y estamos felices!