Por: María Corina Machado
Tanta mentira y cinismo producen repulsión en una sociedad honesta y trabajadora
La sentencia salió de Miraflores. Sin pruebas, sin juicio, sin defensa. He sido condenada por quienes están en el poder y por quienes les ordenan desde La Habana. Intentaron callarme con golpes en el Parlamento, despojarme de mi inmunidad, ahora aniquilarme moral y físicamente. Me han acusado falsamente de terrorismo por revelar la tr
agedia de Amuay, de traición a la patria por denunciar en la Organización de Estados Americanos (OEA) la violación de Derechos Humanos, y ahora de magnicidio por apoyar el histórico movimiento social de protesta que ha emergido en Venezuela. Es una persecución política sistemática basada en mentiras.
Maduro y su régimen se creen intocables, se consideran más allá de la ley y de la justicia, y por eso atropellan ciudadanos. Me condenan con “pruebas” obviamente fabricadas. Me difaman y por su incitación al odio, recibo hoy amenazas contra mi vida y la de mis hijos.
Jamás en la historia de Venezuela un hombre desde Miraflores, usando todo el poder del Estado, había descargado su furia contra una mujer. Creen que un castigo “ejemplarizante” callará a las madres venezolanas que claman por justicia en los tribunales y en las morgues, por leche en los mercados, por la vida de su hijo en un hospital paupérrimo. Creen que callarán a las estudiantes que encabezan las protestas, a las periodistas que desafían la censura, a las maestras que combaten el Decreto 058, a las madres de Geraldine, de Sairam, de Juan Manuel. Se equivocan; 15 años de lucha ciudadana ejemplar y el admirable movimiento de protesta cívica han dejado claro que no doblegarán al pueblo de Venezuela.
El régimen está desesperado; el colapso económico, institucional y moral ha arrastrado el apoyo político que heredaron. Tanta mentira y cinismo producen repulsión en una sociedad honesta y trabajadora que anhela desesperadamente avanzar por una ruta a la libertad y a la dignidad y sabe que llegó la hora de enfrentar esta dictadura para lograr un cambio de régimen por una vía constitucional, democrática, pacífica y electoral; lo antes posible. Sr. Maduro, escúcheme bien: ni magnicidio ni golpe de Estado: renuncie. Renuncie porque está destruyendo la patria.
mariacorina@mariacorina.com
@mariacorinaYA
Muy valiente Maria Corina, por este actuar inquebrantable ella y Leopoldo Lopez siempre han sido perseguidos por los psuveros
Así son los comunistas , inventan un delito, terminan encarcelandote y listo uno mas pa’ el pajón así ,así, así, es este gobiernito.