El 10 de abril de 1982, hace ya casi 33 años, el General Leopoldo Galtieri, en ese entonces presidente de la Argentina, declaró la guerra al Reino Unido de la Gran Bretaña y se lanzó a la conquista de las Islas Malvinas. Ya sabemos que ocurrió en esa guerra. Para ese entonces la Argentina estaba en su peor momento, largos años de dictadura de dictadura militar habían destrozado por completo la economía y la vida en general de los argentinos. Y para ese gobierno de militares, en medio de la debacle, no quedó mejor salida que la guerra. Así, como antes ocurrió con Mussolini, con Hitler y con tantos otros dictadores, los militares argentinos, convocando el espíritu nacionalista ante una agresión extranjera, pretendían borrar de golpe y porrazo los problemas del país, porque ahora todo quedaba suspendido para ir a la guerra.
Algo parecido nos está ocurriendo ahora. Según se nos explica, el señor Obama decreta la amenaza nacional por el caso venezolano, de manera de que él pueda proceder a tomar ciertas medidas en su país. Dice el Embajador Adolfo Tallardát, citado en La Verdad de Maracaibo: “El presidente de Estados Unidos necesita declarar una amenaza de seguridad nacional para dictar las sanciones que ya ha tomado contra unos funcionarios específicos, no contra los venezolanos en general, esto es un formalismo. Ha habido mucha alarma en Caracas y se dice que van a declarar la guerra a Venezuela, pero dicen que eso no está planteado”.
El señor Maduro, sin embargo, ve la guerra, sus seguidores ven la guerra. En El Tiempo, de Valera, el que fuera Ministro de la Defensa y General en Jefe, actual gobernador del Estado Trujillo, Henry Rangel Silva, dice: “Esto es una declaración de guerra para que en el país exista una intervención militar por parte de los gringos”.
El señor Maduro anuncia que el sábado va a realizar un ejercicio militar defensivo preparándonos para una eventual guerra. Leo en El Correo del Orinoco: “El presidente acudió a la Asamblea Nacional para pedir la aprobación de una Ley Habilitante que le permita hacer frente a la amenaza de Estados Unidos e informó que el sábado 14 de marzo se llevará a cabo un ejercicio militar defensivo especial a escala nacional. Invitó al pueblo de Venezuela a incorporarse y apoyar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y a la milicia, “para marcar los puntos defensivos y que a nuestra patria no la toque nadie”. Dijo que la Habilitante permitirá al país prepararse “para cualquier variante de bloqueo y blindar el país frente a quinta columnas que hacen trabajos de socavamiento interno para justificar una agresión a Venezuela”.
Aquí es donde está lo delicado. El presidente, al plantear estos conceptos en la Ley Habilitante, le está declarando la guerra no solo Estados Unidos sino a sus adversarios políticos en el territorio nacional. Ahora cualquiera puede ser acusado de quinta columnista, de “favorecer” las intensiones imperialistas. Allí está lo medular del asunto. Citado en El Nacional: “Maduro dijo que con la Ley Habilitante se va a perfeccionar el sistema jurídico venezolano para que no haga falta activar el Estado de Excepción”.
Después de esto, proceder a gobernar obviando prerrogativas legales, puede ser algo inminente.
¿Iremos a la guerra? Quién sabe. Suena demasiado ridículo. Absolutamente ridículo.
Por lo pronto, el ejercicio del sábado 14 es para detectar “nuestros puntos débiles”, según dijo Maduro; quien además informó que él mismo se va a estar al frente de la operación militar. Y uno se pregunta: ¿es que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana no sabe cuáles son “nuestros puntos débiles” a la hora de una ataque bélico? ¿A qué se dedican entonces?
Se dedican sólo a arruinar el país
En el gobierno ya están preparando la carta que se van a poner debajo del brazo (sobaco). Luego vendrá la alegoría del bloqueo o embargo, este es el sistema sartreano-platónico –del tirano- que ha sostenido Fidel por más de 50 años para mantener al pueblo cubano engañado y sumiso, hacerle creer que si hay de verdad un enemigo de la patria y, no, no es así. Si hay enemigos, pero de estos gobiernos Felones y CRUELES. Los cuales inducen actitudes adversas (foráneas y locales) producto del caos que generan ellos mismos.