El vengador del pan

De William Antonio Contreras sabemos poco. No sabemos cuándo ni dónde nació, pero sí que cursó estudios en la Maestría de Seguridad de Defensa Integral e Integración, según consta en la Gaceta Universitaria de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela. En su curriculum no hay nada que destaque, excepto sus variados puestos en el gobierno. Fue Director General de la Alcaldía de Libertador, nombrado por Jorge Rodríguez, y también, entre otros muchos cargos, fue Viceministro de Comercio Exterior. Y, lo más importante, es militante del Partido Socialista Unido de Venezuela. El 12 de diciembre de 2016 dio a conocer que iniciaría un proceso legal ante el Ministerio Público contra Jesús “Chuo” Torrealba, Henrique Capriles Radonsky, Luís Vicente León, José Guerra, Cipriana Ramos y Francisco Martínez quienes habían calificado de robo la intervención que llevo a cabo la Sundde contra Juguetes Kreisel. Y ayer acusó a los partidos Voluntad Popular y Vente Venezuela de formar colas afueras de las panaderías para que las personas piensen que el plan de abastecimiento del gobierno no dio resultado.

Este es el personaje que ayer pudimos ver, cual vengador errante, Robin Hood de nuevo cuño, entrar en una panadería con una corte de seguidores que, aparentemente indignados, asentían obedientemente ante sus desplantes autoritario. Se ensañó Contreras contra el encargado de la panadería. Un hombre joven, alto y delgado, que cada vez se ponía más pálido ante las arremetidas de la autoridad ofendida. En algún momento soltó algún comentario, y, con la retrechería propia del guapo y apoyado, William Antonio Contreras se le fue encima. “¿Qué me dijiste qué me dijiste qué me dijiste?”, le increpó pendenciero con la cámara a sus espaldas, mientras el nervioso panadero retrocedía acosado. “Búsquenme a la Guardia Nacional”, bramó el bravo Contreras. Y al final del video vemos al panadero entrar esposado en una patrulla. Él, William Antonio Contreras, máxima autoridad de la Sundde, es el vengador del pan ante un panadero villano y malvado que explota al pueblo. Así, pues, funciona lo que el gobierno ha denominado “La Guerra del Pan”.

En un artículo titulado “No hay tanto pan” (publicado en esta página), Luis Carlos Diaz escribe: “El titular honesto que no verás en prensa es: “Los panaderos deben trabajar con el fusil en la nuca”. Y ya son muchos los que en el país trabajan con el fusil en la nuca.

Leo en El Estimulo.com: “Gobierno da primeras panaderías a los comités de racionamiento”. Confiesa una panadera de la Avenida Victoria, que no quiere dar su nombre por razones obvias: “Nos obligan a venderle diariamente entre 300 y 500 panes, 2 canillas y 6 franceses por familia, a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción. Nos repiten que de no hacerlo nos quitarán la panadería“. Dice la nota de El Estimulo: “Las amenazas no se quedaron en simples palabras. Hasta la fecha, la Sundde y los CLAP han “tomado” tres panaderías en Caracas: Mansion’s Bakery, ubicada en la Avenida Baralt, Inversiones Rol 2025, frente al liceo Fermín Toro, en El Silencio, y Los Robles, en Catia. “¡No volverán, somos panaderos de la revolución!”, era la consigna de los del CLAP de La Pastora que desde este miércoles ocuparon a la fuerza la panadería Mansion’s Bakery.”

Además, han dicho los oficialistas –funcionarios o no, integrantes o no de los CLAP- que están “rescatando” las panaderías. Pero solo se puede rescatar algo que se tuvo y se perdió. Esa panadería la montó un panadero, seguramente con mucho esfuerzo y sacfrificio, con los ahorros de toda su vida, y ante él los chavistas no están rescatando nada. Los chavistas solo están robando. ¡ROBANDO!

Sigue nota de El Estimulo: “Los panes, sobado, gallego, andino o de queso, también están destinados a desaparecer de las vitrinas, pues la Superintendencia (léase William Antonio Contreras) “no quiere” que los panaderos produzcan estos alimentos.”

“Nuestra mayor demanda son las piñitas (pan dulce) que vendemos en Bs 150. En un día sacamos 200 bandejas de 96 piñitas cada una. Con la nueva medida máximo nos dejarán sacar 20 bandejas”, dice la panadera. Con base en ese cálculo, la panadería que antes percibía Bs 2.880.000 por la venta de ese producto, ahora solo obtendrá Bs 288.000, un desplome de 90%.

Mejor nos sinceramos. Van a tomar, “rescatar”, robar todas las panaderías. Las cerrarán para dárselas a los CLAP y se acabó el pan. El pan, que terminó siendo la última posibilidad ante la escasez, también desaparecerá. ¡Vaya un aplauso, pues, para William Antonio Contreras, excelso funcionario de la revolución, que ha cumplido con su deber y ya es un triunfador con tres panaderías en su haber!

 

 

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