Aquí alguien miente. Leo primera página del Correo del Orinoco, diario de propaganda del régimen: “Exitoso operativo de Semana Santa Segura 2016. Bajaron cifras de decesos, accidentes y heridos”, esto según Aristóbulo Istúriz. Además, destaca el titular: “Asueto contribuyó a evitar descenso del nivel de El Guri. Se ahorraron 400 megavatios en el Sistema Eléctrico Nacional”.
Primera página de El Nacional: “Consumo de luz en los hogares aumentó en Semana Santa. El gobierno reconoce que su plan de ahorro fue un fracaso”. ¿Quién del gobierno reconoce semejante golpe?, Freddy Brito, Viceministro de Energía Eléctrica, quien afirma: “Debo ser muy sincero. Nosotros creímos que durante Semana Santa íbamos a tener una reducción considerable (del consumo eléctrico) pero no fue así y no tuvo el impacto esperado”.
Hagamos memoria. Nicolás Maduro sorprendió anunciando asueto toda la Semana Santa, y no solo jueves y viernes santos. Esto en un primer momento para la administración pública. Luego el decreto lo extiende hasta el sector privado. Estos protestan porque un país en crisis, que necesita producir, no se puede tomar una semana de asueto. El argumento que esgrime el gobierno es reducir el consumo de energía eléctrica. Pero resulta que el forzado asueto, ya vimos, no solo no logró reducir el consumo sino que éste subió. Hizo mucho calor; la gente se quedó en sus casas y se usaron más los aparatos de aire acondicionado, se oye ahora entre tantos argumentos inútiles y extemporáneos. Esto lo que evidencia es la inmensa piratería que caracteriza el accionar del gobierno.
En un trabajo muy interesante firmado por Juan Antonio Avellaneda, en Konzapata.com, se habla de los tres factores que ocasionaron la crisis eléctrica. Y estos tres factores son la mejor explicación de lo que definen aquí como el “modelo chavista”. Primer factor: falta de planificación. En este gobierno nunca se ha planificado absolutamente nada. Segundo: ideología sobre técnica. Y, en tercer lugar, corrupción. Dice el artículo: “El tema de la ideología, en el 2006, cuando el gobierno se sentía todopoderoso y crea Corpoelec. Comienzan las expropiaciones y aquellos inversionistas como AES pasaron de ser amigos a enemigos. Con la creación de Corpoelec comienza la ideología centralista a imponerse: una sola empresa a nivel nacional. A partir de allí se genera el tercer fenómeno: la corrupción. Corpoelec comienza a dar contratos. Y esos planes que no se ejecutaron hasta el 2008 de repente son desempolvados y bajo una ley de entrega de contratos vía expresa comienza uno de los casos de mayor corrupción mundial en el que se despilfarraron miles de millones de dólares y para nada pues como se ve seguimos dependiendo de El Guri –obra que, recordemos, fue construída e inaugurada por el lejanísimo gobierno de Raúl Leoni, en la muy vilipendiada república civil-. Irónicamente o casualmente, el viernes pasado se supo que el fiscal de Nueva York, el Sr. Bharara solicitó a la banca suiza todas las transacciones de Pdvsa y se rumora que citará a los llamados “bolichicos”, dado que la investigación va por allí, por el tema de los contratos eléctricos en Venezuela”.
Así las cosas, que salga mal un invento disparatado de última hora obligando a un absurdo asueto de Semana Santa, es lo de menos.
Un último comentario. Sí llama la atención que el vocero haya sido Freddy Brito, viceministro de Energía Eléctrica y hasta ayer un total desconocido para el país, porque en ese ministerio el que siempre ha robado cámaras ha sido el ministro, general Motta Domínguez. Sin ton ni son ha aparecido casi a diario ante la opinión pública declarando sin parar. Un día, recordarán, hasta se coloco un traje de buzo y, con tanque y demás parafernalia de máscara y chapaletas, se lanzó a las agua del Gurí buscando la profundidad. Pero ahora el general no ha declarado, ahora cuando hay tanto que explicar. ¿Por qué tan repentino silencio?