Oscar lo veía a uno y de inmediato tenía la necesidad de incitarlo a que uno vibrara. Así saludaba él: ¿Cómo está usted? ¿Está vibrando? Siga así, vibrando. Y uno no entendía muy bien a qué obedecía la vibración en cuestión, pero eran los buenos deseos de un periodista tan veterano como Oscar Yanes que lo había vivido todo.
Con los años entendí que cuando Oscar lo incitaba a uno a “vibrar”, era una intención nada velada de que uno fuese algo así como una campana. Esa campana a la que uno le da el golpe y queda vibrando. ¿Y a qué aludía Oscar Yanes con esa campana, con ese vibrar? Aludía, sencillamente, a que nuestra cotidianidad estaba llena de incidencias importantes que no podían pasarnos por alto, digamos, a los periodistas. Claro, habiéndose formado muy joven en aquella época de los 30’ y tempranos 40’, en un país todavía muy provinciano, Oscar se dedicaba a historias muy curiosas.
Recuerdo cuando contó la anécdota del “Kíkirimiau”. El “kíkirimiau”, según él, era una especie de gallo con patas de gato -un gallo cuadrúpedo- que le aparecía por los lados de la Pastora a todos aquellos maridos adúlteros que regresaban achispados a casa. Y les aparecía, entonces, este extraño animal que en tanto gato y gallo, digamos, cantaba o maullaba “Kíkirimiau”. Y la gente, decía Oscar, salía corriendo. Recuerdo que, para darle credibilidad a su anécdota, para que no fuéramos a dudar de él, decía: “¡si el doctor Giacopini Zárraga también lo vio, que él era vecino de la zona!”.
Así refería Oscar los hechos, fuesen o no verdad, estuviesen o no apegados a la realidad o, simplemente, los exagerase con su gracia habitual.
Recuerdo el caso de un policía, que era un gran pesquisa, a quien él bautizó como “El sagaz Echeverría”. Desde la primera vez que le oí a Oscar las anécdotas de este singular policía, que se tapaba el rostro para que los periodistas no le descubrieran su verdadera identidad, le dije: Oscar escríbelo porque es mejor detective que Sherlock Holmes o que cualquier otro porque además es nuestro, es vernáculo.
Y así con Oscar uno iba viviendo este país insólito, extraño, que cada día nos iba dando noticias absurdas, inesperadas. Pero con Oscar fuimos aprendiendo, también, a crecer, a envejecer, a deteriorarnos como país. Pienso en Oscar en este momento porque me gustaría mucho oírle su comentario con relación a esta noticia:
En el diario La Voz en Guarenas, al lado de la foto de Oscar con su sombrero, se lee: “Atracaron a bomberos al apagar un incendio. El hampa obligó a reducir las labores de los funcionarios que intentaban controlar el fuego”. Si algún uniformado es bien visto por toda la colectividad es el bombero. Es el único funcionario al que nadie ve con ojeriza, nadie ve con desconfianza. ¿Usted sabe lo que significa que estén unos bomberos apagando un incendió, (esto ocurrió en Margarita), y vengan y los asalten en pleno trabajo, que es abierta y descaradamente por el bien de la colectividad? ¿Qué hubiese dicho Oscar de esto?
¿O qué hubiese dicho Oscar de esta noticia que sale en la primera página de El Nacional? “Mecánico de la Tunitas financió las narcomaletas”. ¿Es decir, que el escándalo de las narcomaletas -que son no sé cuantos millones de euros- lo financió un mecánico? Dice la nota: Harry Augusto Morales es señalado como dueño de los 1.382 kilos de cocaína enviados a París en un avión de Air France. Su vivienda fue allanada por el comando anti-drogas de la Guardia Nacional Bolivariana. Conocido como el “Gordo” en los medios aeroportuarios, le entregó un cheque por 2,3 millones bolívares a la esposa del fiscal Argenis Escobar para que comprará un apartamento en Margarita.
Hace falta Oscar. Va hacer mucha falta. Porque hay aquí tantas cosas que no se entienden. Aunque, “Así son las cosas”, ¿verdad Oscar?
Ayer se agotaron las mandarinas, por cierto.
Así son las cosas!! nos creen imbéciles!!! murió quien hubiese podido contar con su particular voz, y su distinguido humor la historia insólita de esta terrible etapa de nuestra Venezuela!! “””ASI SON LAS COSAS”””” Q.E.P.D.
Se fue Oscar….asi son las cosas! Pero dejo un legado, un legado que nos marca el rumbo a seguir, luchar por pais distinto al que tenemos! QEPD
Óscar se nos fue, lástima que no pudo llevarse a maduro. Seguro fue porque irían a sitios diferentes. Así son las cosas