Esto fue publicado el domingo 26 de abril en El Universal. Mariela León realizó esta entrevista al Ministro de Energía Eléctrica Jesse Chacón. El gran titular de la entrevista: “Hemos estabilizado el sistema eléctrico aunque falta mucho. Decir que va haber un apagón si no llueve en abril, lo menos que se puede señalar es que es un desacierto”. Da una serie de consideraciones: “Evitamos la caída natural del embalse de Guri con el aumento de generación térmica y la optimización de las máquinas de esa central hidroeléctrica”.
Tan pronto el Ministro dio esta declaración estalló en twitter una serie de desmentidos iracundos de diversas partes del país. Escribían desde el Zulia: “Aquí no hay energía eléctrica, siguen los apagones sin previo aviso”. Reclamos parecidos venían de Ciudad Guayana, de Valencia, de Puerto La Cruz y hasta en la ciudad de Caracas, que tanto cuida y protege el gobierno, se sufrieron apagones.
Pues bien, el mismo Ministro que dijo que en 100 días si no resolvía la crisis renunciaba, ese mismo que sigue sin renunciar, ha quedado en ridículo con el paso de los días. El sistema eléctrico no solo no está estabilizado, sino que, ahora, llegamos a una medida extrema y absurda. Dice Últimas Noticias: “Ola de calor obliga a bajar el consumo de luz”. Nueva York, esa ciudad llena de luces, padece un verano asfixiante, mucho más caluroso de lo que podemos sentir en Venezuela, y no se va la luz. El verano de Miami es terrible, mucho más que en Venezuela, y no se va la luz. En el mundo, cuando hay un sistema eléctrico confiable, cuando hay un gobierno eficiente que sabe hacer las cosas, no se va la luz, independientemente de todo el calorón que pueda haber.
¿Qué es lo que pasa esta vez? Después de la iguana, la sequía, el enómeno de El Niño y tantos otros detalles, el diario Versión Final en Maracaibo nos destaca: “El gobierno culpa a los usuarios de los apagones” Tal y como lo lee, estimado lector, usted de nuevo es el culpable. “Jorge Arreaza, Vicepresidente de la República, endilgó a los venezolanos la responsabilidad por la que Corpoelec ha recurrido a los cortes eléctricos sin aviso. “El racionamiento se debe al uso prolongado de los aires acondicionados en las zonas residenciales ante la ola de calor”.
Es el colmo del cinismo y de la irresponsabilidad. Ya sería hora de que el gobierno, por una vez, asumiese su cuota de culpa en todos los males que padecemos.
¿Pero cuál es la solución por lo pronto? Pues reducir la jornada laboral. “La administración pública disminuye su jornada 6 horas en horario corrido de 7:30 am a 1:30 pm”. Medidas que se toman así, a la ligera, como si el trabajo que hace la administración pública no importase. ¿Se ha tomado el gobierno la molestia de calcular qué significa esta reducción de la jornada laboral? ¿Cuántas diligencias se dejarán de hacer? ¿Cuántas trámites urgentes se retrasarán aún más? Y estamos hablando de una administración pública que no se caracteriza ni por el orden ni por la eficiencia. Mas eso qué importa, total, que siga el relajo, el caos y la pachanga. La revolución te regala la tarde libre.