En el diario El Mundo de hoy, destacan con este llamado en primera página: “Tragedia de Amuay entra en la campaña… y mueve a indecisos”. Expertos en opinión pública analizan los primeros impactos de este evento inesperado en la intención de voto de un vasto sector del electorado, que podría decidir el futuro del país el próximo 7 de octubre. Mientras, PDVSA califica de “falsos” supuestos informes sobre fallas de mantenimiento.
El periodista Carlos Subero, en el diario El Mundo, hace el análisis de cómo “Una conmoción puede influir en la tendencia electoral”, y dice: En 10 días consecutivos, el Presidente Hugo Chávez tuvo que responder públicamente en cuatro eventos distintos fuera de lo que estrictamente es campaña electoral. Estos hechos fueron: la caída del puente de Cúpira, el imprevisto final de su encuentro con los trabajadores de Guayana, la inundación de parte de Cumanacoa por el río manzanares y la explosión en Amuay.
A ver…
La caída del puente se ha atribuido a la falta de mantenimiento. El desbordamiento en Cumanacoa, razones naturales, pero hay sospechas también de falta del gobierno, por no tomar previsiones. En todo caso, el desbordamiento de Cumanacoa ocurre cuando el Presidente está precisamente en Sucre. En el caso de Amuay, todavía se está discutiendo si hubo o no negligencia, falta de mantenimiento.
Y tenemos el caso de la rueda de prensa en La Planta de Caruachi que, para muchos, es el comienzo de todo. Fue un evento pivotal en la campaña electoral, porque el Presidente, reunido en un escenario que asumía seguro, donde estaban sus seguidores, los integrantes de los sindicatos bolivarianos, éstos fueron los que le reviraron y le exigieron y le obligaron, inclusive, a una reculada de importancia, porque el Presidente tuvo que reconocer que había que discutir los contratos colectivos.
De manera que los eventos no son tan inesperados, si se pone usted a ver. No son accidentes de la naturaleza o eventos de otro tenor.
¿Qué ocurre, entonces, en plena campaña electoral?
Medir el impacto electoral de los sucesos de Amuay, va a tardar. A lo mejor sabremos el resultado final -ya lo decíamos ayer- sólo el 7 de octubre. Lo que resta es apenas un mes, 37 días, para ese 7 de octubre. Son los 37 días en los que los diferentes comandos de campaña tienen que “echar el resto”.
Mientras, Rafael Ramírez hace punto de honor en que no hubo falta de mantenimiento, y, en consecuencia, vienen titulares como este, en el Diario VEA: “Sin contratiempos despacho en CR Paraguaná”, citando a Ramírez.
En el diario El Correo del Orinoco, la artillería del pensamiento: “Entregadas 60 viviendas a familias afectadas por el incidente en Amuay”. Trabajadores petroleros reparan hogares dañados en Paraguaná.(…) “Con las brigadas de construcción de PDVSA y todo el Gobierno Bolivariano iniciamos una campaña masiva para poner la sobremarcha y solventar los problemas”. Informó Rafael Ramírez.
Últimas Noticias titula “PDVSA pagará hasta la última locha”, de nuevo según Ramírez. Los comerciantes serán indemnizados, repararán las casas que así lo requieran, mañana entregarán 50 más. Hablando de las casas, El Nacional da este inventario: “1.218 casas y 36 comercios dañó la explosión en Amuay”.
Ramírez agrega: “Vamos a hacer la investigación, en ella actuarán especialistas de PDVSA y un cuerpo de seguridad de la compañía y la fiscalía. No participarán expertos ajenos al Gobierno porque las fuentes distintas no son nada transparentes”
¡Caramba! Entonces ya empiezan las sospechas sobre la opacidad, sobre la falta de transparencia.
Por lo pronto, El Universal nos dice: “En el 2011 se investigó solo 4% de incidentes en CRP”. El informe de la firma RJG Risk Engineering precisa que el año pasado se reportaron en el complejo refinador 222 accidentes.
La inspección señala que de todos los incidentes ocurridos el año pasado en las plantas de Amuay y Cardón, que componen el Complejo Refinador Paraguaná, sólo 9 fueron cerrados con una investigación a fondo y recomendaciones ejecutadas. Añade el informe, que el mantenimiento de rutina en las refinerías ha desmejorado y los eventos correctivos se elevan desde 50% en el 2009 hasta 67% en el 2011.
A lo mejor no es falta de transparencia sino todo lo contrario: ”exceso de transparencia” que pone al descubierto la terrible situación interna de PDVSA. Por eso es que quizás a Ramírez, no le interesen este tipo de investigaciones.
Pero, volviendo al principio, medir el impacto que pueda tener en el resultado electoral el suceso de Amuay y estas otras tragedias de los últimos días, eso quizás sólo lo sabremos el 7 de octubre.
Frases Simples
Hay frases que pasan inadvertidas. Hay otras que llegado el momento resaltan porque producen sintonía. Tienen la virtud de haber logrado encajar percepciones aisladas, con nuestra intuición o con eventos que nos han tocado internamente pero que, por la dinámica de la vida, hemos relegado a nuestro subconsciente, que no olvida.
“Todos Ustedes saben que podemos estar mejor”
Esta fue la simple frase que le escuché a Henrique ayer en Aragua y que resume lo que, a mi juicio han impedido los gobiernos populistas y demagógicos liderados por este último que tenemos, a través de la cultura de la dádiva y la migaja.
Comprender que todos podemos estar mejor significa que los gobiernos están para servir a quienes los eligen; que deben ser responsables en incorporar a las personas más capaces; en canalizar y administrar eficientemente los recursos de toda índole; tener como prioridad el progreso y mejorar la calidad de vida; brindar seguridad integral y reglas claras para que las personas puedan proyectarse su futuro; atender de manera particular a quienes están en mayor desventaja para que dejen de estarlo.
Estar mejor significa aspirar a que las cosas estén bien, en vez de aliviarnos porque sólo nos robaron en un asalto; porque hay menos cortes de agua o luz; porque se construyó un puente de guerra en Cúpira; porque nos ponen un chip para protegernos del contrabando de gasolina; porque ahora funciona un ascensor de cuatro que estaban dañados y de verdad, una larguísima lista que cualquiera puede elaborar si tan sólo cae en cuenta de lo que implica comprender esta simple frase.
Venezuela merece que finalmente pasemos la página de los gobiernos populistas, demagógicos, castrantes y castigadores. Merecemos, como país, tener la oportunidad de crecer y asumir nuevas responsabilidades y esto sólo es realizable a través de un nuevo modelaje que parta desde nuestros líderes, con una nueva generación preparada, dedicada y exitosa en lo personal, sin el estigma de la carencia y el maltrato familiar.
Todo hijo aspira a lo que su padre es; y no logra, o con mucha dificultad, lo que su padre le coarta. Esto, por correspondencia, es válido para la familia y para un país.
Miguel Ángel Páez R