Desde muy pequeños aprendimos a rezar el Padrenuestro, la oración que Jesús le enseñó a sus discípulos. El Padrenuestro es una especie de inventario donde se puntualizan las necesidades y compromisos del cristiano, del católico. Y entre esas necesidades se pide el pan nuestro de cada día, en ese pan se resume nuestra necesidad vital. Pero hemos caído en una penuria tal, que ya ni siquiera tenemos el pan nuestro de cada día. Leo en nuestra página de Unión Radio: “El presidente de Fetraharina alertó que la situación cada vez se complica más, a tal punto que el trigo panadero está hasta el 30 de julio e inclusive hay empresas paradas que no tienen el trigo durum con el que se elabora la pasta. Y en consecuencia son dos rubros muy importantes que son los más económicos en la Cesta Básica.”
El pueblo se alimenta de pasta, es barata todavía y llena mucho. Pero tanto la pasta como el pan tienen los días contados. El diario 2001 titula: “Las panaderías racionan las ventas de canillas. Están trabajando con una reserva mínima, limitan la cantidad y presentaciones. La falta de harina de trigo, leche y mantequilla los pone en apuros, apelan a trueques y a los bachaqueros.” Pareciera que ya nada se puede resolver, en el caos que vivimos, sin el concurso de los bachaqueros. En El Nacional hablan del problema: “Sin harina para el pan diario. La escasez de la harina de trigo obliga a las panaderías a reducir la producción entre 50% y 60%”.
Todo esto en el marco de nuestra profunda y terrible crisis económica, que el gobierno gusta definir como “guerra económica”. En El Tiempo, en Valera, destacan en el gran titular unas declaraciones de Henrique Capriles: “Aquí no hay ninguna guerra económica. El gobierno quiere hacer creer una cosa que no es la que vive el venezolano, quieren hacer creer que hay una guerra económica cuando la verdadera guerra la tienen ellos contra quienes quieren producir en nuestro país. Hay que diversificar la economía y convertirnos en un país donde los ciudadanos ganen bien, coman bien y duerman tranquilos”.
Tiene razón Capriles: no hay guerra económica. Aquí lo que hay es un despilfarro inmenso, pésima gerencia y unos niveles de corrupción sencillamente inaceptables. Un gobierno que ha manejado un millón de millones de dólares, nos tiene ahora en la penuria pidiéndole a todo el mundo. Pero ya ni siquiera los que daban quieren seguir dando. Cerremos con esto que pública El Nacional en su primera página:
“China está más reticente a desembolsar recursos. El crédito pactado en enero por 10 mil millones de dólares no se ha hecho efectivo y es clave para que el gobierno cubra el déficit fiscal. Aunque China no ha dejado de recibir petróleo, está inconforme con la situación de PDVSA y el poco avance de proyectos conjuntos emprendidos en el país.”
¿La situación de PDVSA es culpa de la oposición o del gobierno? ¿El poco avance de los proyectos conjuntos emprendidos con China es culpa de la oposición o del gobierno? Que no tenga usted el pan nuestro de cada día ¿es culpa de la oposición o del gobierno?