Se cayeron las caretas. Para qué seguir simulando que somos un país que vive en democracia. Si estuviésemos en democracia y se respetase la voluntad del pueblo, los líderes del régimen dirían cómo no, vamos al referéndum revocatorio, vamos a las elecciones regionales, vamos a elecciones de lo que ustedes quieran porque, como contamos con el favor popular, vamos a ganar hasta la elección de la reina del carnaval. Pero, evidentemente, como saben que van a perder hasta en la elección de la reina del carnaval, se oponen abierta y arbitrariamente a cualquier escrutinio electoral. Si usted es verdaderamente demócrata se somete a un proceso electoral a sabiendas de que lo puede perder. Y, demócrata al fin, respetará el dictamen mayoritario. Pero si se opone a cualquier proceso electoral porque sabe que lo va a perder, entonces usted ni acepta ni respeta la voluntad de las mayorías. Y si eso ocurre usted, entonces, no es demócrata. Usted es una persona autoritaria que prefiere vivir –y sobre todo gobernar- en dictadura.
Hoy El Nacional publica declaraciones de Vicente Bello, representante de la MUD ante el Consejo Nacional Electoral: “Trabas del CNE dificultan las elecciones regionales. No hay tiempo ni presupuesto para elegir gobernadores este año. La organización del proceso toma al menos seis meses, por lo cual las postulaciones debieron hacerse en agosto. Destacó motivaciones políticas, el gobierno no quiere que se haga ningún proceso electoral porque todos los van a perder.” Esas elecciones regionales, según cálculos preliminares, dejarían al gobierno con apenas 2 o 3 gobernaciones; es decir, se invertiría 100 por ciento -pelo a pelo- la situación actual. El gobierno quedaría desnudo ante el país. Sería un gobierno sin ningún tipo de apoyo. Pero antes de esas elecciones regionales, está planteado el referéndum revocatorio. Ya Jorge Rodríguez -la mente siniestra detrás de todas las estratagemas del régimen contra la MUD- había advertido que por un supuesto fraude, al parecer el más grande en la historia de la humanidad, la MUD debería ser inhabilitada, prohibida, vetada, eliminada. Con ese mismo espíritu arbitrario, ahora Socorro Hernández, rectora principal del Consejo Nacional Electoral, dictamina desde las alturas: “Si el Tribunal Supremo de Justicia inhabilita a la MUD no habrá referéndum”. En El Nuevo País la citan: “Socorro Hernández amenaza a la MUD con anular el revocatorio”. Nueva Prensa, en Ciudad Guayana: “El revocatorio se tambalea porque el TSJ tiene la última palabra para decidir sobre futuro de la MUD”. Panorama, en Maracaibo: “Cancelar a la MUD divide al CNE. La reunión de la Comisión de Participación Política y Financiamiento (Copafi), con rectores del CNE para discutir si se avanza a la segunda fase del referéndum revocatorio, contó con una polémica que vía twitter ofreció el rector Luis Emilio Rondón: “Hoy no se consideró en Copafi el escrito de participación RR. Los otros integrantes proponen analizarlo junto a la solicitud de cancelamiento de la MUD”. En otras palabras, para las cuatro rectoras no hay revocatorio. La única prioridad es la eliminación de la MUD.
Pero si se elimina la MUD no solo se elimina el revocatorio. Si se elimina la MUD se elimina –ilegaliza- a la oposición. Y -ya lo hemos comentado antes- ilegalizar a la oposición solo procede en una dictadura totalitaria. Para estas dictaduras solo existe el partido único. Es lo que acaba de adelantar en Nicaragua Daniel Ortega, ya convertido en el nuevo Anastasio Somoza. Y hacia allá vamos. Como se tiene al pueblo, al país todo en contra, se descara la dictadura. No hay MUD, no hay referéndum revocatorio, no hay elecciones regionales, no hay nada.
¿Podrá cambiar ese oscuro y cerrado panorama que se vislumbra a la fecha de hoy? ¿Y si no cambia nos resignamos todos?