Pillaje e ineptitud

  El recientemente fallecido Domingo Alberto Rangel, izquierdista como pocos, el más radical de los izquierdistas, era, sin embargo, un profundo antichavista. Cuando se le preguntó sobre la ideología del chavismo, él sencillamente dijo: “La ideología del chavismo es el pillaje”. Definiéndolos como “pillos” ya descartaba cualquier consideración política seria o de envergadura. Ciertamente, en estos tres lustros,  el chavismo se ha caracterizado por unos niveles de corrupción realmente impresionantes. La corrupción es en miles de millones de dólares.

  Además del carácter de corruptos, el régimen ha exhibido también otra característica tan penosa o más que la anterior, la ineptitud. Uno recuerda, por ejemplo, a Rafael Ramírez diciendo, el mismo día sábado cuando se conoce el accidente de Amuay, que en 48 horas, es decir, el día lunes el problema estaría resuelto. Ha pasado ya más un mes de la tragedia y leemos titulares como este en el diario El Universal: “A un mes de la tragedia, Amuay no recupera su plena capacidad”.

  Se habla de ineptitud, de piratería, de mal manejo de la fundamental industria petrolera. Pero la ineptitud se ve en todos los niveles, el señor Héctor Navarro, ministro de la energía eléctrica, es quien tuvo el tupé de decirnos que las máquinas se echan a perder, y contó cómo compró un carro y saliendo del concesionario lo dejó varado en la calle. Con eso, Navarro sencillamente nos dijo a los venezolanos que teníamos que acostumbrarnos a que las máquinas fallan, acostumbrarnos, pues, a los apagones. Además de que ya antes se nos ha insultado diciéndonos que los apagones son culpa de iguanas, rabipelados, zamuros, en fin… La fauna tropical.

  Cuando uno piensa en el pillaje, en la corrupción y en la ineptitud, entiende por qué hemos llegado a estos niveles tan terribles. Decía, Laureano Márquez: “¿Ustedes creen que un Gobierno que no ha podido tapar ni un hueco, podrá, por ejemplo, saber quién votó por quien?”. Pero lo más absurdo de este proceso de ineptitud, de piratería, lo tenemos en esta nota que salió ayer en el Diario 2001. Lo que usted va a escuchar es cierto, yo no lo estoy leyendo de ninguna página de humor, esto no es guerra sucia, esto lo publicó el Diario 2001 ayer:

  “Venezuela investiga causa de la inestabilidad atmosférica”.  Sergio Rodríguez, viceministro de Ordenación y Administración Ambiental del Ministerio para el Ambiente, anunció que investigarán las causas de la inestabilidad atmosférica en Venezuela, por considerar que el país puede ser víctima de las lluvias inducidas y estar en juego cuantiosísimos recursos energéticos “ya el tema de la guerra electrónica es un hecho, nosotros hemos estado viendo esto y analizamos el proyecto Haarp (Programa de Investigación Activa de Alta Frecuencia, programa militar destinado a controlar la Ionosfera y en consecuencia los cambios climáticos), el tema de las lluvias inducidas, el uso de la tecnología eléctrica se puede usar para muchas cosas”. – Esto lo dijo textualmente, este señor Rodríguez, en la Radio Nacional de Venezuela-. Rodríguez, quien también es Presidente del Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar, anunció: “Estamos tratando de investigar por qué nos están ocurriendo tantas lluvias de mucha intensidad y asociadas con granizo. Lo que está en juego para estas elecciones en Venezuela, pero cuando hablamos de Venezuela es 300 mil millones de barriles de petróleo que significa dos veces el Producto Interno Bruto de EEUU, 11 veces el PIB de Alemania. Lo que está en juego son cuantiosísimos recursos energéticos y la guerra es abierta”.

  Este señor Rodríguez está diciendo, usted habrá entendido, que las lluvias –y esto, ojo, que estamos cerca del Cordonazo de San Francisco- son inducidas para fregarnos, porque están en juego 300 mil millones de barriles de petróleo. ¿Será la CIA? ¿Son aguaceros mandados por la CIA?

  Cuando uno piensa en este tipo de personas, en esta calidad de personas, uno tiene que suscribir la frase de Teodoro Petkoff con la que hoy cierra su editorial de Tal Cual: “Seis años más de chavismo son impensables: al final de ese lapso Venezuela estaría convertida en una república bananera”.

Agregamos nosotros, quizás peor.