¿Para qué mentir?

  ¿Para qué mentir? A ver… Gran titular del diario El Correo del Orinoco, La artillería del pensamiento, en la mañana de hoy: “Chávez ganó el simulacro con 86% de la votación”.  Según Jorge Rodríguez, Jefe del Comando de Campaña Carabobo, dice: …En más de 850 centros el porcentaje a favor del Comandante superó 90%. (…) La derecha “hizo un simulacro de fraude” el 2 de septiembre como antesala de los planes violentos que tienen  para el 7 de octubre. “No tienen los votos, pero tienen la intención de hacer daño, tienen la intención de desestabilizar”.

  Decía, ¿para qué mentir?, por lo siguiente: No sólo no se puede hablar de un porcentaje de votos ni de las intenciones, sino que no se puede decir, de ninguna manera, que en el simulacro se obtuvo tal votación,  porque sencillamente no hubo totalización de votos.

  Vicente Díaz, citado en el Diario Tal Cual, dice: “No hay resultados porque nunca hubo totalización. El ensayo no cuenta porque su principal objetivo era probar la plataforma tecnológica. Cualquier cifra  que den las organizaciones políticas, son parte de la campaña electoral y parte de la diatriba política ordinaria”.

  En Maracaibo, en el diario La Verdad, el gran titular nos dice hoy algo interesante: “Discurso delata a jefes chavistas: Capriles arrolla”.  “La elección del 7 de octubre la estamos bregando en la última curva”  – esa es una cita para Jorge Rodríguez- . A buen entendedor pocas palabras. – Dicen en este diario. Si la están bregando es porque no la tienen completamente segura.

  Sobre esto es interesante reparar en las propias palabras del Presidente de la República.  Sumado la “estamos bregando la victoria”, o la de Diosdado Cabello “el triunfalismo nos ha hecho daño”, – frase que también tiene una lectura muy particular-, la semana pasada el Presidente de la República había dicho “estamos ganando, pero no cómodos”. Ya una frase interesante.  Luego, el Presidente vino a Unión Radio Actualidad y a Martín Pacheco le dijo que la ventaja era de 20 puntos porcentuales, y ayer, con Fullchola,  dijo que era de 12 puntos.

  Las tres citas no pueden ser  ciertas. Se contradicen. En dos de ellas, el Presidente mintió. O mintió la semana pasada cuando dijo que la ventaja no era cómoda, o mintió con Martín Pacheco, cuando dijo que la ventaja era de 20%, ó mintió ayer cuando dijo que era del 12%.

  Volvemos a la pregunta inicial: ¿Para qué mentir? En fin… ya la verdad parece que está quedando cada vez más clara.