Normal. Todo está normal.

  El gobierno se empeña en mostrar que todo está bien, que todo está normal. Como en los viejos tiempos de la república civil, cuando llegaba la Semana Santa se hacían grandes operativos porque eran multitudes de venezolanos que se trasladaban de un lugar a otro, ahora el vicepresidente de la república, Aristóbulo Istúriz, informa: “Más de 168 mil efectivos estarán en Operativos  en Semana Santa. Son hombres y mujeres de nuestro pueblo que se van a dedicar a garantizarle la seguridad para que puedan disfrutar de paisajes, parques, ríos, montañas y playas de todo el país”. Bucólico el señor Isturiz. Todo está normal, la gente va a viajar.

 Lo anterior lo publica El Universal en su primera página. Además, se suma a esta pretensión de vender normalidad y publica esta nota: “Gran afluencia de pasajeros en los terminales buscando boletos para viajar. Muchos de los consultados señalaron que estaban dispuestos a aprovechar al máximo la semana no laborable decretada por el Ejecutivo”. Parecen cosas de muchachitos. ¡Yupiii! Tenemos vacaciones, a la playa.

  Pero el país no está normal, no señor. Se escamotea aquí, por ejemplo, el llamado desesperado de los margariteños para que los turistas no acudan a la isla –nuestro destino turístico por excelencia- porque Margarita no tiene agua, no tiene luz, no tiene medicinas, no tiene comida, no tiene nada.

  No, el país no está normal. Efecto Cocuyo publica: “Quince personas resultaron detenidas este jueves tras una protesta en Sabana de Parra, municipio José Antonio Páez, estado Yaracuy. El miércoles 16 de marzo, grupos de personas se apostaron frente a la sede de la alcaldía desde las 8:00 am, para exigir igualdad en la distribución de alimentos como parte del Plan de Distribución de Alimentos Casa por Casa. La manifestación pacífica subió de tono cuando la comunidad observó al alcalde del municipio, Carlos Puerta (Psuv), salir de la sede de la alcaldía en un camión 350 donde transportaba comida, mientras la población aquí llevaba dos días protestando y 15 sin recibir nada para comer”. La actitud de este Alcalde, evidentemente, es una mofa, una burla, un desprecio total a la comunidad que está pasando hambre.

  Pero ese pareciera el tono de los militantes del Psuv: la burla y el desprecio. Burla que se manifiesta de mil maneras distintas.

  En Contrapunto.com leo algo insólito: “La próstata generó un debate inusual en la Asamblea nacional. El diputado José Guerra (MUD) tomó la palabra durante la discusión sobre la pertinencia de aprobar la extensión del Decreto de Emergencia Económica. Durante su disertación contó que días atrás recorrió varias clínicas en Caracas para hacerse el examen de próstata, pero que por falta de reactivos no pudo realizarse el chequeo. El comentario produjo la burla de la bancada chavista.” De nuevo una actitud infantil: ¡Ay, dijo próstata! –se burlaron los muchachitos del Psuv-. Guerra reclamó molesto: “Ríanse de eso, ríanse. Búrlense de la salud, búrlense de los enfermos, búrlense del pueblo”. Pareciera que ninguno de estos diputados del Psuv tiene próstata, según el decir de Henry Ramos Allup al dar por clausurado el debate. Pero lo más grave es que pareciera que a ellos no les toca por ningún lado el problema de la salud y la carencia de medicinas; quizá por eso se ríen.

  Pero la indolencia trae consecuencias. ¿Será por esto que la imagen del gobierno cada día está peor? Hoy El Nuevo País en su gran titular: “Maduro, el mal querido. Las encuestas le dan hasta con el tobo al presidente de la república.” La más reciente que se conoce es la de Alfredo Keller. Leo en El Estímulo: “80% evalúa negativamente la labor del gobierno para resolver los problemas. Al ser preguntados sobre qué tan grave es la crisis económica, social y política que hay en Venezuela, el 90% cree que es “grave”. Y, lo más importante, la encuesta deja de bulto que Maduro no es el hombre para resolver la situación.

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