La noticia del día debería ser, objetivamente hablando, la decisión tomada ayer en la Asamblea Nacional de anular por completo la designación de los magistrados express del Tribunal Supremo de Justicia. El Nuevo País destaca: “Magistrados desactivados. La Asamblea Nacional da un paso crucial destituyendo a los magistrados express, lo cual deja sin vigencia todas sus decisiones. Abren nuevo período de postulaciones para elegir a quienes ocupen los puestos ahora vacantes.” La Voz, en Guarenas: “Asamblea Nacional anuló la designación de los trece magistrados”. El Informador, en Barquisimeto va en la misma tónica e igual es el caso de El Nacional, en Caracas: “La decisión votada en sesión plenaria se fundamenta en que hubo vicios en todas las fases del proceso de designación, en la constitución del comité de postulaciones judiciales que estuvo integrada por militantes del Psuv y familiares de diputados en la evaluación de los aspirantes, que se hizo sin baremo incumpliendo el reglamento, también en las omisiones en que incurrió el Poder Ciudadano y hasta el acto de juramentación que incumplió informalidades y lapsos. Ayer fue declarada la emergencia parlamentaria para designar el comité de postulaciones”. La mayoría de los magistrados designados no llenan los requisitos constitucionales, a saber: ser juristas reconocidos (Calixto Ortega, por ejemplo, no lo es,) ser profesores universitarios, haber sido jueces superiores, poseer doctorado y especialización en la materia de la sala para la que se postula y no tener militancia partidista. Insistiendo con Calixto Ortega, a éste sobra la militancia partidista.
Decía que, objetivamente hablando, esta debía ser la noticia del día porque es una decisión fundamental e importantísima para la vida política del país. Pero, como sabemos, el toma y dame en el que ha caído la dinámica entre la Asamblea Nacional y el resto de los poderes, seguramente dará paso al round de bofetadas verbales, insultos, desconocimientos y demás al que lamentablemente estamos acostumbrados. Entonces ésta no es la noticia del día.
¿Pero cuál sería? ¿Lo que dijo Maduro? ¿Que Francisco de Miranda sigue vivo y marca el camino de la emancipación? (“Los pueblos del Mercosur defenderán los derechos de Venezuela”). Creo que la palabra de Maduro ya no tiene mayor peso ni trascendencia. No perdamos el tiempo allí.
¿Acaso la declaración de Diosdado Cabello, quien afirma que no va haber referéndum ni este año ni el que viene ni ningún año porque no va haber dialogo? Pues eso tampoco.
¿O, por ejemplo, lo que pueda hacer o no el General Padrino López? El interés domestico y foráneo sí sigue centrado en la cuestión militar. Tal Cual reproduce hoy un trabajo publicado en El Mundo, de Madrid, donde definen a Nicolás Maduro como “un presidente civil “atrapado” entre militares molestos”. Y desarrollan una buena radiografía de las diversas tendencias que se mueven en el mundo militar. Pero después de aquella primera declaración -“El objetivo es gobernar”-, el General de marras no ha vuelto a decir más nada.
En el mientras tanto queda, entonces, la verdadera noticia del día, la penosa noticia de todos los días: que el pueblo sigue pasando hambre. En El Nacional vemos retratada a una mujer del pueblo que, con gesto de indignación, bate platos vacios. “A Maturín no llegan los camiones con las bolsas de los Claps –dice la leyenda que acompaña a la foto-. Ayer la población salió a la calle a reclamarle a la gobernadora Yelitza Santaella, mientras hablaba en su programa radial. Yoana Mayorga dijo que su familia tiene 20 días comiendo ñame y sardinas, pero otros se quejaron de que ya no cuentan ni con mangos. Ante la manifestación la ciudad fue militarizada”.
Y esto nos lleva de nuevo al plano militar. ¿Para que son los militares? Hasta ahora solo han servido para reprimir las manifestaciones por la falta de alimentos. Una carencia que se da luego de varios años con diversos generales al frente del Ministerio de Alimentación. Generales que manejaron la bicoca de 100 mil millones de dólares, de los cuales no hay pista alguna y tampoco de los alimentos. Panorama, que no es precisamente un diario opositor, destaca hoy en su primera página: “El ala militar tiene un tercio del gabinete. De 30 despachos 10 están en manos de castrenses. Interior y Justicia, Vivienda, Energía Eléctrica, Alimentación y Agricultura son solo cuatro despachos estratégicos que manejan generales activos y retirados del Ejército y la Guardia Nacional Bolivariana”.
Con o no sin militares, el país está pasando hambre, cada día más.