Hace un año, cuando se anunciaron los poderes habilitantes para el Presidente, el objetivo era combatir la corrupción. De hecho, si vamos más atrás en la historia, cuando en 1992 Hugo Chávez se alza con los militares para darle un golpe de estado al gobierno democrático, la excusa taambién era la lucha contra la corrupción. Estamos ya a casi 16 años de gobierno revolucionario y la corrupción ha crecido de manera impresionante, como nunca antes en nuestro país. Cuando hablamos de corrupción hablamos de una corrupción en miles de millones de dólares.
Ahora, es curioso que unos poderes habilitantes que se solicitaron para combatir la corrupción sólo en el último minuto al presidente se le haya ocurrido ocuparse de esta, y es cuando nos plantea que crea, ahora, un cuerpo policial contra la corrupción. El diario Vea lo titula así: “Nuevas leyes contra la corrupción y por la paz de la patria. El presidente promulgó por el poder Habilitante que la Asamblea Nacional le confirió un conjunto de nuevas leyes y reformas que beneficiaran al pueblo venezolano en los temas de lucha contra la revolución por la seguridad y la paz de la nación”. Llama la atención vincular corrupción con seguridad y lo que el gobierno entiende por la “paz de la nación”.
¿En qué consiste este cuerpo policial contra la corrupción? Leo cita del Presidente en El Universal: “Estoy pensando en nombres, guerreros y guerreras de la honestidad para ponerlos en una tarea histórica. Dijo que además del Sistema Popular de Protección para la paz contemplado en la Reforma de la Ley de Seguridad de la Nación ha sido creada.”
El presidente crea una policía contra la corrupción, así es como se resume en la prensa nacional. Vienen a la memoria, por ejemplo, todas las historias sobre el bachaqueo; el bachaqueo en el estado Zulia, los chips para la adquisición de gasolina, que supuestamente todo esto es para combatir la corrupción. Pero todos los periodistas, los vecinos, los testigos de la zona fronteriza nos hablan de cómo la Guardia Nacional, que debería frenar esto de una manera directa, en muchos de los casos se hace de la vista gorda, por decir lo menos. ¿Esta policía nacional contra la corrupción formará parte de la Guardia Nacional? ¿Se enfrentará a la Guardia Nacional? ¿Qué rol va a jugar entre los demás organismos de seguridad del estado?
Por otra parte, cuando se habla de corrupción, y se habla de corrupción a gran escala y grandes niveles, la situación apunta hacia otros sectores, hacia los llamados sectores de cuello blanco; ¿esta policía irá con su revólver a poner preso a un alto ejecutivo del gobierno? Pareciera, pues, que es como tantos otros anuncios un mero saludo a la bandera.
Y hablando de anuncios, ayer el General Rodolfo Marco Torres, Vicepresidente del Área Económica y Ministro de Finanzas, declaró que la Reforma Tributaria será progresiva de manera que solo ficharán a los contribuyentes que más ganan. Y El Mundo en su gran titular resalta lo que está de bulto -ya ayer lo habíamos comentado-: “La habilitante es para levantar nuevo recursos”. Pero dicen los especialistas que estas medidas no serán suficientes. Leo en El Nacional: “Expertos consideran que los ajustes no generarán cantidades suficientes de recursos para resolver el actual déficit fiscal y que tendrían un efecto muy reducido o casi nulo en la liberación del petróleo como principal proveedor de ingresos. La reforma no compensa el deterioro de los ingresos petroleros, dice el economista Luis Zambrano. Ronald Balza señaló que el Ejecutivo busca más dinero para gastarlo del mismo modo. Es decir, nada revolucionario.”
Cierro el comentario con la lectura de tres titulares curiosos: “El impuesto a la cerveza no aumentó por ser una bebida popular”. Es decir, el gobierno considera que no es un lujo beber cerveza. Y esta queda igual. Pero acompañando este titular leo: “La universidades privadas serán pechadas”.
¿Qué lectura le deja a usted esto, estimado lector? Pecho la Universidad, no pecho la cerveza. Y el tercer titular que me llama la atención dice: “El Seniat podrá embargar empresas sin necesidad de pasar por un tribunal”. Cierto que sin independencia del poder judicial el gobierno hace con los tribunales absolutamente lo que quiere, pero antes por lo menos había una forma que cuidar. Ahora ya ni siquiera eso.
COMO PUEDE UNA INSTITUCIÓN DEL ESTADO PASAR POR ENCIMA DE LA CONSTITUCIÓN, COMO SE DEFIENDE UNA EMPRESA DE LA DISCRECIONALIDAD DE UN FUNCIONARIO, OTRA MANERA BURDA DE HACERSE A EMPRESAS PARA PONERLES SELLOS ROJOS DISQUE SOCIALISTA. LLOVERA Y VEREMOS.