Los golilleros

 

  El titular de primera página del diario La Región, en Los Teques, dice: “Cada día más tiendas se suman ‘voluntariamente’ a rebajas en la mercancía”. Sabemos qué significa la palabra “voluntariamente” entrecomillada. “Bajan en 70% ventas de buhoneros tras medidas económicas. Mientras que en una acera un leggings es ofertado por 900Bs. En centros comerciales como La Cascada puede ser adquirido por un tercio de este costo, por lo que cada día más personas hacen cola con gusto”.

  Me llama la atención, en primer lugar, eso de las personas haciendo cola con gusto. ¿Se hace alguna vez alguna cola con gusto? Ayer nos llamaba la atención, en el editorial de Fernando Rodríguez en Tal Cual, cuando a un anciano cubano, luego de 50 años de revolución, le preguntaron ¿Qué quiere usted? Y dijo: “No hacer más colas en mi vida”. Dudo que alguna cola se haga con gusto; pero eso dice el diario La Región de Los Teques. Entonces me imagino en una acera a la señora blandiendo el fulano leggings por 900 Bs., mientras adentro en la tienda del centro comercial, “voluntariamente” se vende por un tercio menos. Y hay una cola “por gusto”, dice el diario.

  ¿Será por eso que dicen que somos un país de golilleros? ¿Que nada nos gusta más que una golilla? Ahora bien, la golilla tiene algunos detalles. Porque así como dicen los economistas, “no hay almuerzo gratis”, pues esas golillas implican lo suyo. Ayer lo decíamos y hoy hay que repetirlo y hay que repetirlo todos los días: venimos tras casi tres lustros de régimen chavista, régimen que lo ha controlado todo, ha controlado el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial, el Poder Moral en su totalidad, y, por supuesto, el Electoral. Bajo un control total han recibido –que no se nos olvide- la mayor cantidad de dinero que nunca le entró a ningún gobierno de la República de Venezuela en todos sus años de vida republicana. Es un régimen que ha vivido con la mayor bonanza petrolera que jamás se pudiese imaginar. Que al final de ese proceso tengamos a un señor en la Presidencia de la República que diga: “Ahora ustedes (los estudiantes) van a tener -cómo lo dijo- una Gui Fi, Guay Fi, como lo quieran llamar, ¿ustedes saben lo que es Guay Fi?” Por lo visto, el único que no sabía lo que era el Wi-fi era el señor Maduro. Pero, en fin, no hay por qué saber eso ¿verdad? Esa no es una exigencia para ser Presidente de la República. Pero el mismo criterio de la golilla es el que está funcionando en una oferta como esta.

  Además, ahora anuncia que vuelve a sacar un plan de becas. El plan de becas se implementó 40 años atrás en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, el famoso Plan Gran Mariscal de Ayacucho, que representó un avance en el mundo académico y del conocimiento para nuestra Venezuela muy importante. Muchas generaciones se formaron gracias a un plan que era riguroso, donde jamás a nadie se le preguntó de qué partido era y para qué partido iba.

  Ahora insistamos en el tema de la golilla. Estamos a pocos días de un proceso electoral. Mientras en el diario El Norte, de Barcelona, leo: “Farmacias ubican la escasez en un 43%”. El Gobierno se ocupa de los televisores de plasma y del wifi de la tableta que ahora le van a regalar a todos los estudiantes. Esto mientras el Gobierno, como decíamos ayer, en una jugada mediática importante, convierte en “villanos” a todos los comerciantes. De que hay usureros los hay, pero al Gobierno le han sobrado mecanismos para ponerlos en cintura desde hace ya muchísimo tiempo y es lamentable utilizar a unos para terminar con una generalización irresponsable.

  A todas estas, ya apelando a un estilo hitleriano, es decir, mostrándose muy por encima del resto de la multitud – así le vemos retratado en la foto que Miraflores repartió en toda la prensa nacional-, allí acusó a la oposición de querer incendiar al país y de estar detrás de una conspiración, y todo porque la oposición decidió mañana salir a protestar.

  Es decir, el señor Maduro, abiertamente, lo que propone es un régimen donde la única voz que se escuche sea la de él, cualquier voz contraria es conspiración, es incendiaria. No, señor Maduro, todavía en esta Venezuela estamos unos cuantos que queremos decir cosas.

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5 comments

  1. Después de leer pausadamente su editorial y habiendo leído una pavorosa noticia de la desgracia de la familia texeira solo me cave decir:esta revolución es uma Maldición llena de odio y de maldad acompañado de un pueblo miserable y hambriento , el dolor,, la impotencia y la ARRECHERA NO me cabem en el alma

  2. Estos dias ha bajado la venta de los buhoneros, en Diciembre, ellos nos revenderan a precio libre lo que hoy compran en golilla, esos si hacen la cola con gusto

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