La impunidad, que quizá sea uno de los males más terribles que padecemos los venezolanos desde hace quince años, y que nos ha llevado a este estado de desastre en el que vivimos, no solo tiene que ver con la falta de castigo a los crímenes. Tiene que ver, también, con la falta de castigo a las palabras.
Así como un criminal puede proceder y asesinar a una persona sabiendo que nada le va a pasar, así mismo desde el alto poder se sueltan frases, palabras, sentencias que son imposibles de corroborar con la realidad. Palabras que la realidad desmiente. Sin embargo, los altos funcionarios de este Gobierno las sueltan sabiendo que sus palabras nunca tendrá revés.
Por ejemplo, leo esto en la primera página de El Carabobeño: “Fueron motorizados”. Ese es el gran titular, y le sigue este testimonio: “Que indignación con lo que dijo el Gobernador, que había francotiradores en los bloques, donde mataron a mi hijo no hay edificios. Lo de los francotiradores es falso, a mi hijo lo mataron los motorizados.” Quien hace esta afirmación es Joaquín Acosta, el padre de Jesús Enrique Acosta Matute, estudiante de la Universidad de Carabobo quien murió en La Isabelica el pasado miércoles. Más abajo leo, Arreaza: “Los colectivos han sido ejemplares”. El Nacional destaca también ampliamente esta idea: “Comportamiento de los colectivos motorizados es ejemplar”. Y el diario ilustra tan infeliz frase con fotos de motorizados armados, preparando la pistola ya para disparar.
Un testimonio, pues, desmiente al Gobernador del Estado Carabobo, Francisco Ameliach, el mismo que al comienzo de este trágico mes fue quien anunció el “contra ataque fulminante”, y ya sabemos la cifra terrible que ha dejado ese abominable “contra ataque”.
Y el otro que ha hablado es el Vicepresidente Arreaza. Cuando afirma que “El comportamiento de los motorizados es ejemplar”, ¿a qué se refiere, Vicepresidente? Se lo pregunto de buena fe. ¿Quiere decir que usted está de acuerdo con que los motorizados estos, los colectivos, estén armados y disparen contra los venezolanos? ¿Eso es lo que usted está diciendo? Porque si es así, usted entonces es de alguna manera cómplice de todo esto.
Leo en la misma página de El Nacional: “Civiles armados han actuado en paralelo a la Guardia Nacional Bolivariana en 11 de 28 asesinatos”. En “paralelo”, en conchupancia, en complicidad. Y El Universal hoy nos trae otro detalle curiosísimo: “Vandalismo en presencia de la autoridad”. Se refiere esto a los actos de vandalismo que tuvimos antier noche en la Torre Británica. Leo: Vecinos de la Torre Británica en Altamira Sur, así como trabajadores del edificio, indicaron que fueron unas 20 personas las que causaron destrozos en las oficinas estatales, ante la pasividad de funcionarios de la Guardia Nacional y la Policía Nacional en los alrededores de la Plaza Altamira. A los empleados de las oficinas de planta baja les ordenaron mudarse a los pisos altos. El Alcalde de Chacao Ramón Muchacho, invitó al Gobierno Nacional a asumir su responsabilidad, y dijo que “ los grupos que atacan sedes públicas andan con capuchas y cuentan con el aval de la Guardia Nacional”.
¿Cómo es que la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana pueden hacer una redada masiva y llevarse 40 o 50 detenidos, entre estudiantes y manifestantes, y, de repente, no pueden hacer nada con veinte vándalos en un edificio? Esto sin dejar de lado una especie que ha corrido en las redes sociales: que el Presidente Maduro habría anunciado el ataque a la Torre Británica antes de que ocurriera. En todo caso, eso puede ser un detalle menor, quizá anecdótico, sencillamente lo menciono. Lo que no es menor es que los uniformados actúan conjuntamente con los vándalos (léase colectivos motorizados), siguiendo una misma orden y directriz.
Aquí la impunidad anda ya en otro nivel. Estamos hablando de complicidad. Complicidad para la represión brutal. Complicidad para la muerte. Y según la Fiscal son ya 28 las victimas fatales. Aunque en algunos diarios el propio Vicepresidente Arreaza subió la cifra a 29.
Desde hace años no sólo no se castiga el mal hablar de los gobernantes, sino que se tergiversa de forma grotesca. Basta recordar cuando el finado presidente mandó a caerle a batazos a los opositores en el año 2007 y el glorioso TSJ dictaminó que no se refería a golpes, sino a “bata.sos” batallones socialistas…. Me gustaría saber con qué cara se lo explicarían a sus hijos…
A dónde iremos a parar! cada vez me aterrorizo más con tantas de las evidencias publicadas y que prducen repudio total. ¿Tendremos pronto esperanzas alentadoras para acabar con esto de una buena vez? Cuánta incertidumbre.
“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.” El Gabo.
la impunidad es la madre de este desmadre gubernamental los colectivos armados y la delincuencia ordinaria.
Dios. Que locura y descaro el de esta gente. Tanta impunidad y sin nadie a quién reclamar. Dios nos de la fortaleza por nuestras venas corre sangre de libertadores!!