La noticia del día, sin duda, es el escueto anuncio de la señora Tibisay Lucena diciendo que no va haber ningún tipo de elecciones este año. Todo queda para el entrante. A finales del primer semestre serán las elecciones de gobernadores, que debían hacerse este año, y luego las de alcaldes. Ninguna palabra para el referendo revocatorio.
¿Por qué las elecciones son retrasadas? No hay argumento, no hay ningún razonamiento al respecto. Al parecer se retrasan por un sencillo “porque me da la gana’. Tal vez no sea la gana de la señora Lucena sino la gana de quien la manda, sin duda, Nicolás Maduro. ¿Por qué Nicolás Maduro procede de esta manera? La respuesta es sencilla: si ya se saltó a la torera la Constitución, sin que ello le supusiera algún costo político importante, por qué, entonces, no se va a saltar todo lo demás. Maduro no necesita argumentos, procede como procede, sencillamente, porque le da la gana.
En Efecto Cocuyo leo un buen ejemplo: “Maduro reitera amenaza a gobernadores y alcaldes que no firmen presupuesto 2017. “Invito a los gobernadores a que vayan a la oficina de Aristóbulo a que firmen el presupuesto del situado constitucional. (Contra) el gobernador o alcalde que no firme, tomaré medidas”, expresó durante su programa de televisión En Contacto con Maduro.”
¿Cómo que tomará medidas? ¿Por qué?
Dice: “El TSJ me ordena a mí una sentencia inapelable de obligatorio cumplimiento, y yo no puedo decir que no voy a cumplir con eso, porque eso es sagrado, porque así es que se construye un país”.
Parte de una trampa inaceptable el señor Maduro, porque ya acudir al TSJ fue burlar la Constitución nacional. Lo establecido en la carta magna es someter el presupuesto a la consideración de la Asamblea Nacional. Así, trampeando y engañando, no se construye un país, señor Maduro. Pero lo peor está en lo que sigue: “Lo quiero decir suave. Yo no quiero conflicto con ningún gobernador por el presupuesto. Todos los meses, les deposito”. Me suena al marido arbitrario que, luego de haber golpeado y humillado a la esposa, finge sosiego y amenaza suavecito: chica, no te me alebrestes que yo a ti todos los meses te deposito.
Maduro, ¿qué amenaza es esa? ¿Es que acaso usted es el dueño del país? ¿Usted de verdad cree que el dinero que administra es suyo?
Inútil preguntar porque las respuestas, en cualquier caso, serán siempre la misma. Procede así –“suavecito”- porque le da la gana.
Porque le da la gana destruye un país.