Las sanciones y la MUD

  Ayer en las primeras horas de la tarde, cuando no se disipaba todavía el humo de las lacrimógenas y el malestar que había causado el madrugonazo del gobierno nacional contra los llamados Campamentos de la Libertad (madrugonazo que el Ministro Rodríguez Torres definió como una “operación limpia y sin agresiones”, aunque hoy la prensa reseña que se violaron todos los procedimientos), corrió entre los sectores opositores un rumor inaceptable que desató oleadas de indignación: “La MUD pidió que Estados Unidos no sancionase a ningún funcionario”. ¿Cómo es que la MUD va a mediar a favor del gobierno?, fue el reclamo generalizado en las redes sociales.

  Vayamos por partes. La reseña en El Universal nos dice: “El Gobierno de Estados Unidos considera prematuro aplicar sanciones a Venezuela por la violación de los derechos humanos. Al comparecer ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, alegó que algunos miembros de la oposición venezolana “nos han pedido no trabajar en ellas (en las sanciones) en este momento”.

  “La funcionaria reconoció que otro sector de la oposición sí es partidario de aplicar sanciones, reseñó AP.

 “Por su parte, el senador demócrata Bob Menéndez, coautor de un proyecto de ley que prevé bloquear las cuentas bancarias en EEUU y revocar las visas de los funcionarios venezolanos involucrados en violaciones a los derechos humanos, respondió que le gustaría escuchar directamente de líderes opositores en Venezuela por qué se oponen a las sanciones.

  “Lo encontraría increíble, pero si eso es lo que ellos quieren…”, agregó Menéndez, quien preside la comisión.”

  Sí, parece increíble, ¿verdad?

 A todas estas, la MUD se apura y publica un comunicado: “Ante las declaraciones de la Secretaria de Estado Adjunta, el Secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática dijo que las posiciones de la Unidad son públicas y conocidas y que si algún individuo lo ha hecho es bajo su responsabilidad y debe asumirla.

 Ahora, lo importante en el comunicado de la MUD, atribuido a Aveledo, son los dos últimos párrafos.

 “La Mesa de la Unidad no cree que los ciudadanos deban pagar los fracasos y culpas del Gobierno y sufrir consecuencias perjudiciales en sus vidas, adicionales a las ya gravosas que les ocasionan las malas decisiones de las autoridades, por lo tanto ha sido consistente en su rechazo a medidas que perjudiquen al pueblo, como sanciones o embargos a toda una nación. Es nuestra posición, pública y abierta. Se refiere a cualquier país y, desde luego, al nuestro. La historia de esas políticas es una de ineficacia.”

  Lo curioso de esta posición, es que ese argumento –“no cree (la MUD) que los ciudadanos deban pagar los fracasos y culpas del Gobierno y sufrir consecuencias perjudiciales en sus vidas”- es más o menos el mismo que exhibió el señor Maduro cuando le tocaron el tema de las sanciones. Claro, Maduro decía que los perjudicados iban a ser los venezolanos porque se terminarían cerrando consulados y hasta la mismísima Embajada. Allí, evidentemente, hay distancia con la MUD.

  El otro párrafo que interesa es este:

 “Eso nada tiene que ver con las consecuencias personales que los gobernantes o cualquier titular de autoridad, debe enfrentar por sus actos. Por ejemplo, si la legislación internacional, o la de un país en el ámbito de su territorio, prevén sanciones a personas concretas por violaciones a Derechos Humanos o por actos de corrupción, nadie tiene derecho a arroparse en la bandera nacional para exigir una protección que no merece. Nunca un vocero de la Mesa de la Unidad ha planteado a funcionario de país alguno que se dicten sanciones que hagan que el pueblo pague las culpas de sus gobernantes. Tampoco que se exonere a personas de asumir la responsabilidad que acarrea sus conducta.”

  Pero lo cierto es que en momentos cuando la oposición no está atravesando su mejor circunstancia, esta situación tan turbia e incómoda termina de empastelarlo todo.

  La reacción de la MUD -este comunicado- no es del todo claro y deja abiertas muchas interrogantes. Pero hay una fundamental: si el Senado de Estados Unidos, por su propia cuenta, ha decidió sancionar a unos funcionarios venezolanos porque los considera violadores de Derechos Humanos, ¿qué tiene qué hacer ningún venezolano, sea la MUD o un ciudadano particular, tratando de interferir en ello? Que eso lo haga el gobierno nacional uno lo entiende. Que el gobierno nacional mueva todos sus hilos diplomáticos y sus mejores relaciones para evitar tal o cual sanción que les perjudique. ¿Pero por qué la oposición tiene que meterse en eso?

  Ramón Guillermo Aveledo dijo: “Las posiciones de la MUD son públicas y si algún individuo lo hizo fue bajo su responsabilidad y debe asumirla.” Sería sano entonces, para la MUD como cuerpo y para sus dirigentes individualmente, que el propio Aveledo marcase esa distancia a la que alude, esa raya, para que todo quede claro ante la opinión pública. Porque esto no le hace ningún bien a la oposición. Porque en este momento deben estar celebrando en el gobierno, no solo por el empastelamiento y la confusión que hay puertas adentro en la oposición, sino porque, en efecto, no hay sanciones, que es lo puntual, lo medular en todo esto.

  Según Notitarde, en la lista del Senador Marco Rubio los sancionables son:

Luisa Ortega Díaz, Gabriela Ramírez, Luis Alberto Coronel, Miguel Vivas Landín, Francisco Rangel Gómez, Henry Rangel Silva, José Manuel La Guardia Patiño, Sergio Rivero, Antonio Benavides, Franklin García Duque, Arquímedes Herrera Ruso, Manuel Quevedo Colmenares, Miguel Rodríguez Torres, Marcos Rojas Figueroa, Manuel Pérez Urdaneta, Manuel Gregorio Bernal.

  Todos ellos tranquilos y felices. ¿Gracias a quién?