Las limitaciones del presidente

   La cuestión es obsesiva. Cualquier persona que haga una crítica contra el gobierno, por más suave, benévola y pertinente que pueda ser esa crítica, de inmediato la reacción oficial, desde el presidente Maduro para abajo, será afirmar que ese critico o esa persona es un golpista. El último golpista para el señor Maduro es, entonces, Felipe González, el ex presidente del gobierno español. “Ahí tienen a Felipe González quien se ha incorporado abiertamente ganando un sueldo muy grande en euros a la campaña contra Venezuela. Apoya el golpe en Venezuela, apoya el golpe contra mí”. Sin duda, es obsesiva la cosa.

  La Canciller Delcy Rodríguez ha dicho que González no tiene facultades para ejercer la abogacía en Venezuela, como si se tratara de un problema jurídico. Es un problema escencialmente político, y Gonzalez asume en esto un rol político. Diosdado Cabello ha sido más duro inclusive: lo ha tildado de malandro. (¿Por qué lo acusará de malandro? Llama la atención. A lo mejor sabe de eso.) “Es un malandro que no tiene moral para hablar de Venezuela? Nuestros amigos son los pueblos, no los malandros como este (González). No va a venir a darnos lecciones a nosotros de derechos humanos, de decir que un gobierno está mal cuando él dejó su país quebrado”. Está mal informado el señor Cabello, además lo acusa de ser de derecha. Está muy mal informado, Felipe Gonjzález es, desde los tiempos de la dictadura franquista, la figura histórica del Partido Socialista Obero Español (PSOE).

  ¿Qué dijo Felipe González?

  “Maduro es un presidente fallido a la luz de lo que sería su fracaso en todos los aspectos de gobierno. Ha habido 25 mil muertos por violencia en el año 2014, un asesinato cada 20 minutos, eso corresponde más a una situación de guerra que a una de normalidad. La gente vive con miedo ante los asesinatos y secuestros en plena calle que se han vuelto una práctica diaria en el país, no queda más que afirmar que existe un estado fallido, como se considera el que no puede garantizar el bienestar ni la seguridad física de los ciudadanos. En uno de los países más ricos en recursos la gente no puede comer (…) Con respeto y no con exabruptos le digo al señor presidente Maduro que Venezuela está al borde del default y la gente no puede encontrar insumos básicos. Maduro tiene que reaccionar, y lo ideal es que lo haga mediante un diálogo y un proceso de reformas que van a ser duras y dolorosas pero que no se pueden aplazar. Un diálogo no es detener a los representantes políticos (…) En Venezuela no hay presos políticos sino políticos presos”.

  Dice el ex presidente González, entonces, que Maduro es un presidente fallido, no está en condiciones de gobernar. Pero que lo diga Felipe González es una cosa, en definitiva es una opinión y, además, la opinión de un extranjero. Quizá el gobierno prefiera ignorarlo. Pero la opinión que el gobierno no puede ignorar es la que hoy revela El Nacional: “Encuesta Keller: 82% ve grave la crisis económica. 52% culpa a Maduro y al gobierno de la situación. 65% de los encuestados considera que Nicolás Maduro no está capacitado para resolver los problemas actuales”.

  Felipe González, pues, coincide con casi siete de diez venezolanos: el presidente no está capacitado para gobernar.