Las guerras de Maduro

  El gran titular de El Universal a todo lo ancho de su página dice hoy: “Reservas Internacionales están en el nivel más bajo desde el año 2004”. Ha impactado la agilización en la asignación de divisas y el pago de intereses de los bonos soberanos de la deuda. Y citan la opinión del Bank of American: “La economía de Venezuela está gravemente distorsionada (…) Un ajuste importante del tipo cambio es necesario para hacer frente a estos desequilibrios.

¿Será esto parte de la guerra económica que tanto  acusa el señor Maduro?

  El gran titular en El Nacional: “Excluyen de Cadivi a viajeros, estudiantes y casos especiales”. Esto ya pone de plano una nueva devaluación. Eso no tiene otro nombre. Las personas naturales adquirirán dólares a través de otro mecanismo de subasta adicional a la del Sicad que todavía no ha sido definido y comenzará a funcionar en el 2014. Cadivi asistirá a otros 24 sectores al tipo de cambio 6,30 bolívares por dólar.

  El gran titular en el 2001: “Inflación se la pone chiquita en la navidad”. Algunas familias descartan viajar y hacer arreglos en la casa. Padres afirman que esperaran los aguinaldos para comprar algunos regalitos y los estrenos decembrinos. El presupuesto mensual se les va casi todo en el mercado.

   Y repito la pregunta: ¿será esto parte de la guerra económica que tanto acusa el señor Maduro?

   Por lo pronto, el señor Maduro parece preparase para una guerra, no sé si económica pero guerra al fin. Los dos diarios oficialistas que nos llegan, Vea y Correo del Orinoco, ilustran su primera página con una misma fotografía: en ésta Maduro avanza con gesto severo, como quien se prepara para la batalla final, pasándole revista a unos militares con pañoletas rojas y armas al pecho. Vea dice: “La Fuerza Armada a la ofensiva de la consolidación de la nueva Independencia”.

  ¿Esa nueva independencia es independencia de qué?  Por lo visto, no es la independencia económica.

  En El Correo del Orinoco: “Maduro anunciará ofensiva en los próximos días”. “Dentro de unos días voy anunciar una ofensiva que estoy preparando por mi obligación de Jefe de Estado y de Gobierno –Esto lo dijo luego de reunirse con la Aviación Militar Bolivariana-. Quienes lideran la guerra económica no pueden colocar a la República a la defensiva para finalmente ponerle la mano a la riqueza petrolera. Hemos ido confirmando un equipo sólido de patriotas en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que están a prueba de intrigas, mentiras y conspiraciones”. Acompañado por su esposa la luchadora Cilia Flores –llama la atención que ya no le digan la Primera Combatiente– el líder bolivariano entregó 1.120 viviendas en Maracay. Que asumimos fueron entregadas también a militares.

  Es curioso, ¿no?, los primeros titulares leídos hablan de un país que, económicamente hablando, está hecho añicos, cada vez con menos opciones, cada vez con menos alternativas, cada vez con menos luz para alumbrar por donde debemos caminar. Y eso lo define el Presidente como una “guerra económica”. Y para combatir la inflación, para combatir la escasez, él lo que muestra son fusiles, fusiles de unos militares a los que, curiosamente, cada día les regala más: más casas, más apartamentos, carros, etcétera.

  Pareciera que no está muy claro en cuál es la guerra que tiene por delante y cómo enfrentarla.

  A la guerra se va con decisión, pero, por lo general, también se va con miedo. ¿Cuál es el miedo más grande  que tendrá el señor Maduro en este momento? Por lo pronto, si se hace acompañar sólo de militares, ya uno empieza a tener sus sospechas.