La vida imposible

  El presidente Maduro está muy ocupado –y preocupado- por la situación interna de su partido. Diario Vea: “Postulados del PSUV deben transformar sus valores”, dijo Maduro en el Teresa Carreño durante un encuentro con 2.162 candidatos electos por las UBCH el 19 de abril. El Universal: “Llegó la hora de la gran unión chavista”, le dijo Maduro a los candidatos. Solicitó que nadie interfiriera en las primarias.

  Pues bien, mientras el presidente está ocupado de la seguramente dura y difícil situación de su partido, la economía del país se vuelve añicos. El presidente había anunciado que el 1 de mayo daría un gran revolcón en la economía. Pero no hubo tal revolcón, sólo la sorpresa de un viaje inesperado a La Habana, donde, suponemos, conversó de asuntos domésticos venezolanos con las altas autoridades cubanas. A su regreso, en lugar del prometido revolcón, sólo anunció un insuficiente aumento del 30% en los salarios.

  El Norte, en Barcelona: “El salario mínimo pierde atractivo para los trabajadores. Según cifras de las Cámara de Comercio de Barcelona en por lo menos 15% de los negocios afiliados se está dando un fenómeno de renuncias de empleados para dedicarse a bachaquear. El gremio asegura que la oferta de un sueldo básico ya no genera interés en algunos.” El bachaqueo es más atractivo. La Verdad, en Maracaibo: “Salario mínimo es hambre al máximo. Solo para comprar comida una familia necesita un ingreso de al menos tres sueldos básicos”. El Nacional, en Caracas, nos da un cuadro inclusive más dramático: Los profesionales ganan menos que sus asistentes. Un médico residente que trabaja en uno de los hospitales que dependen del Ministerio de Salud tiene un salario base de 5.768 bolívares, con el aumento del 30% decretado por el Presidente Maduro, la trabajadora que sirve el almuerzo recibirá 7.421,66 bolívares en julio. ¿Para qué voy a estudiar medicina si sirviendo el almuerzo gano más?, sería la conclusión elemental.

  ¿Pero por qué ocurre esto? El Nacional explica: “Al gremio médico el gobierno le tiene congelado el contrato colectivo desde el 2003. Dice la Federación Médica, un recién graduado debería cobrar 19.950 bolívares, el de máximo escalafón 37.500 bolívares. La situación se repite con los enfermeros y maestros. Un docente con 18 años de experiencia gana 7.404,13 bolívares, es decir, no llega ni siquiera al salario mínimo.”

  En estas condiciones, como usted comprenderá, la vida se vuelve realmente imposible. Pero parece que fue un gran esfuerzo llegar a este 30% de aumento. En el diario oficialista Últimas Noticias el titular informa: “Plata para el aumento está garantizada. Fondos sociales avalan la aprobación de las contrataciones colectivas. Se obtendrán los recursos de los aportes de la Banca Pública, la CANTV y el Seniat, según el Diputado Alexander Dudamel de la Sub Comisión de Finanzas de la Asamblea.”

  Y, hablando de la Comisión de Finanzas, en El Universal leo lo siguiente: El Presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Ricardo Sanguino, explicó que el precio del petróleo se estimó en 60 dólares y su promedio está apenas en 45 dólares el barril. En su opinión ese es argumento suficiente para recomendar al gobierno una mayor rigurosidad a la hora de entregar divisas a los sectores económicos privados.”

  No hay divisas. No están entregando ninguna, ¿qué mayor rigurosidad?. Y una pregunta, diputado Sanguino: ¿Si el barril está a 45 dólares, haberlo presupuestado a 60 dólares no fue otra irresponsabilidad?

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