Han sido ya muchos muchos años con esta pesadilla del chavismo gobernando el país. Tantos que ayer comentábamos que nuestros compañeros del equipo de producción, todos ellos adultos en la treintena de la vida, han pasado más de la mitad de sus años bajo el régimen chavista. A lo largo de este tiempo ha ido creciendo de manera considerable la población que quiere salir del chavismo pronto. Hoy por hoy todas las encuestas, incluyendo las oficialistas, hablan de una abrumadora mayoría que rebasa el 80% pidiendo la salida de Maduro, la salida del gobierno.
Para muchos esa salida -el cambio de gobierno- significa que salen todos los altos personeros del régimen y terminan, según el caso, algunos en el exilio, otros en el ostracismo político y no pocos en la cárcel, habida cuenta de delitos que van desde el narcotráfico hasta la corrupción más grosera y descarada. Sin embargo, los cambios políticos no siempre son como la gente los desea. No necesariamente tiene que ocurrir ese cambio drástico tan esperado con la estampida de los gobernantes directamente de sus grandes oficinas y camionetas blindadas a la cárcel. A lo mejor el proceso es más lento, más sutil y sofisticado. Algunos han hablado de transición, ¿mas qué se entiende por transición? ¿Cuándo se inicia? ¿Quién la decreta? No lo sabemos, pero quizá ya estemos en ella.
Todavía no reparamos, con la profundidad y ponderación del caso, en lo que ha significado la designación del General en Jefe y Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, al frente de la Gran Misión Abastecimiento Seguro y Soberano. El presidente Maduro le ha entregado todo el poder al general y éste habla en consecuencia (“el objetivo es gobernar”). Además, ya algunos se le dirigen como el verdadero hombre del poder. Entre militares se entienden. Interesantes, en este sentido, las declaraciones que le da a CNN el General (r) Clíver Alcalá Cordones, en las que le habla directamente a Padrino dándole consejos sobre lo que debe hacer y lo que no, como si Padrino, en efecto, fuese el Presidente de la República y ya no Nicolás Maduro. ¿De verdad estamos en una transición?
El país que cree en la Constitución, en la civilidad y la democracia, ha planteado el referéndum revocatorio. Si éste se realiza este año, Nicolás Maduro -y con él todo el gobierno- saldría del poder. Pero si ese sector del chavismo empeñado en la trapisonda y la marramucia se sale con la suya, entonces el referéndum no se haría este año. Igual Maduro saldría del gobierno porque ya virtualmente nadie le quiere, pero no saldría el chavismo del poder. ¿Quién quedaría entonces? Aristóbulo Istúriz, luego de la designación de Padrino López, ha quedado prácticamente de comparsa. ¿Sería Padrino el próximo Vicepresidente? De ocurrir, se terminaría de formalizar todo ese inmenso poder que ha recibido. Y con Maduro fuera, gracias a un vericueto constitucional, terminaríamos -una vez más, lamentablemente- con un presidente militar, un General en Jefe en Miraflores que no eligió el pueblo.
Insisto, ¿es esto una transición? ¿Y si es, cuándo y cómo termina? ¿O es que la condena de un gobierno militar será más larga de lo que sospechamos la abrumadora mayoría de los venezolanos que solo somos ciudadanos civiles?