Estos días de crisis han permitido que el régimen, en su totalidad, se haya quitado la careta, y que sus altos personeros, en lo personal, se hayan quitado sus máscaras muy particulares. Así, por ejemplo, hemos podido conocer a plenitud la indolencia de Nicolás Maduro, a quien poco le han importado las muertes de los estudiantes porque lo que ha hecho es bailar y bailar, forzando una alegría a juro que no puede existir en el país.
Hemos conocido la catadura, la firmeza de palabras de algunos dirigentes, como Vielma Mora, que en la mañana dice una cosa y en la noche dice otra. Hemos conocido el cinismo cruel, soez, de la señora Fiscal General quien ha llegado a afirmar que “una persona violada con un fusil no puede sentarse”. Hemos llegado a conocer cosas realmente horribles, vergonzosas. Pero de todas las máscaras, quizá la más elocuente y la más lamentable, sea la del joven Ministro de Educación Héctor Rodríguez.
En 1958, cuando se instaura la democracia, llevado de la mano del maestro Luis Beltrán Pietro Figueroa, se inicia un proceso de educación intensivo, de educación popular a nivel nacional. Y se abren más universidades nacionales para formar cada día mejores estudiantes, mejores profesionales. Ese proceso de formación llevó a la consolidación de una naciente clase media. Clase media que le dio al país una gran característica importante, moderna, promisoria: la movilidad social. Así alguien que venia de la clase obrera se preparaba, lograba progreso académico y pasaba a la clase media y de allí podía seguir ascendiendo.
De eso se trata la vida: de que yo pueda vivir mejor que mis padres y, por supuesto, de que mis hijos puedan tener más bienestar que el que he tenido yo. Todos los padres buscamos eso, el bienestar de nuestros hijos, y el bienestar de nuestros hijos supone superación, avance, progreso. Si yo en mi vida he sido solamente un artesano, pues mucho deseo que mi hijo sea un doctor. Y ese fue el sueño que se consolidó en esas décadas de la democracia. Ahora eso ya no existe. Ahora tenemos un caso único, un caso condenable desde todo punto de vista.
Tenemos un joven Ministro de Educación que, en un taller bautizado “Campaña para erradicar la pobreza”, explicó tajantemente que sí, que hay que sacar a la gente de la pobreza, pero con un límite. ¿Cuál es ese límite?
Este:
“No es que vamos a sacar la gente de la pobreza para llevarla a la clase media para que después aspiren ser escuálidos”
El que habla es el flamante Ministro de Educación Héctor Rodríguez.
Ya lo sabe, usted pobre que me escucha, usted está condenado a ser pobre por el resto de su vida. El chavismo quiere una sociedad de sectas, una suerte de apartheid: los pobres, pobres se quedarán para el resto de su vida, allá, bien lejos; no pueden progresar, no pueden mejorar porque el chavismo los necesita pobres, la revolución los necesita pobres, ¡olvídense del progreso!
Bien, quizá esa era la última careta que faltaba por caer.
Lamentablemente tenemos un Ministro q necesita Educacion.
ministro de educación: persona responsable de administrar el sistema educativo. será que nuestro M de E no sabe que la formacion integral incluye formarse para una mejor calidad de vida?. que todos debemos tener la misma posibilidad de superacion. DE donde salio este….
Una de las metas de José Stalin fue sacar a los pueblos que consolidaban la nueva URSS, del atraso, analfabetismo y pobreza a que los condenó el zarismo durante siglos. Stalin llevó a la URSS, a través de la educación, del arado primitivo del campo a la mecanización y después al desarrollo tecnológico atómico, militar y aeroespacial. Esto es lo que persigue toda revolución, el progreso. Lo enunciado por Héctor Rodríguez, es la total negación de lo que él pretende llamar “revolución”.
Dios mio ¡en todos los años de vida que tengo y como educadora jamás pensé oír semejante exabrupto en boca de Ministro alguno menos de Educacion.
Vergüenza y pena ajena… ese es nuestro Ministro de Educación que necesita desesperadamente educación….
Da pena ajena que este joven no haya aprovechado abro comillas “las bondades de su revolución” cierro comillas y la universidad le haya pasado por encima, que triste panorama el que se vislumbra con el siendo ministro de educación!!!
preguntemo a este ministro, por que el no esta clasificado en clase media. pero esta en la clase bolibuges, chupa dolar
la última careta en caer?? no vale!! si apenas el carnaval está “iniciando”… las seguiremos viendo como caen…
Al menos es Sincero. Digo, porque después semejante declaración, que da poquísimo que rescatar.
Bueno, nada hay que negar tanto la congruencia del ministro con su actual líder Nicolás Madura, perdón, Maduro; como con su acertada y autentica exclamación. Porque es cierto estos sistemas que particularmente defino FEUDALES, se valen de la noble e inconsciente ignorancia para su particular ostentación.
Solo me permito aclarar que únicamente la pobreza está en la TESTA, como diría un amigo italiano.
Ese mismo comentario se lo hizo Giordani a Guaicaipuro Lameda en los inicios del gobierno de Hugo Chávez. Esto no es nuevo, es la estrategia que viene aplicando el chavismo lástima que algunos venezolanos hayan tardado tanto en darse cuenta
Es triste y penoso que a ese joven le asignen ese cargo para manipularlo..Pero a el no le importa con tal de estar enchufado,
“La revolución los necesita pobres”… esto es una realidad que sabemos desde hace mucho tiempo, sólo que ahora no lo decimos nosotros, sino que es el mismo gobierno quien lo manifiesta públicamente con todo el descaro y la poca vergüenza que los caracteriza…. Pero lo que a mí realmente me preocupa es, que pasa con nosotros “los de clase media con una educación universitaria” que nuestras palabras no pueden llegar a ese hermano venezolano que creyó en el sueño de la revolución del que tanto le habló Chavez. Nosotros, que académicamente estamos mejores formados y gracias al sistema educativo que se estructuró en la IV República… Si en estos 15 años mi hermano, amigo o vecino chavista no ha podido comprender lo que tanto hemos discutido, entonces debo cambiar mi diálogo, debo mejorar mis argumentos, tal vez, de todo un poco.. pero creo que lo que realmente debemos hacer es SABER ESCUCHAR al que piensa distinto, entender que las razones que lo han llevado a mantenerse firme con el predicamento de Chavez no obedece a motivos fútiles. Vamos a Escucharnos para que podamos conversar. Se que Usted Sr. Cesar Miguel Rondón ha sido un promotor incansable del diálogo y de la paz, por eso, aprovechando la poca oportunidad que tenemos para expresarnos, invito a sus seguidores a que cambiemos la estrategia; estamos pasando por momentos difíciles y nuestro mejor aliado siempre será nuestro hermano venezolano.-