La podredumbre

  ¿Sabe usted lo que es esperar, esperar y esperar sin noticias positivas? ¿Sabe usted lo que es esperar un órgano para poder seguir vivo? Que aparezca el donante. Que el órgano del donante sea compatible con su cuerpo. La espera es angustiosa, sobre todo porque en esa espera se le va la vida.  Pues bien, apareció el donante, apareció el riñón. Pero hoy titula en grande La Verdad, en Maracaibo: “Se pudrió el riñón. Tres años esperó Alexis García un órgano que le diera calidad de vida. Un apagón en plena operación acabó con sus esperanzas y con el riñón que le habían donado. 9 horas sin luz en el pabellón del Hospital Universitario casi le cuesta la vida a Alexis García. En ese tiempo casi sintió que murió y volvió a nacer. El apagón del 8 de octubre ocasionó que no pudiera ser trasplantado, el órgano que le donaron se pudrió porque no tuvo refrigeración. Las plantas del universitario no funcionaron, los médicos ya habían abierto el abdomen de García y a oscuras tuvieron que suturarlo. La familia estaba desesperada, a la media noche un médico les dio la nefasta noticia “el trasplante no pudo realizarse porque el apagón no lo permitió, y además el riñón se pudrió”.

  Podrirse. Se pudrió el riñón. Yo me pudro, tú te pudres. Ante una noticia tan desgarradora y dramática como esta, ¿qué importancia puede tener que se haya inventado un súper héroe llamado el Súper Bolívar para combatir a Spiderman, y que el presidente se entusiasme tanto con el muñequito que ordene colocarlo en las canaimitas? Ante una noticia tan terrible como esta, ¿qué importancia puede tener que el presidente denuncie que va a haber un golpe de estado en Brasil? Ante una noticia tan terrible como esta, ¿qué importancia puede tener que el presidente diga: “tenemos que ganar como sea, si nos quitan la luz, si nos hacen la guerra económica tenemos que ganar como sea”?

  Es decir, la luz que se fue en el Hospital Universitario de Maracaibo por el cual se pudrió el riñón que esperaba para sobrevivir Alexis García, ¿fue una maniobra de la oposición? Uno escucha hablar a Nicolás Maduro y, tomando por buenas sus palabras, siente que no gobierna él sino la oposición. Y, si eso es así, ¿por qué no sinceramos de una buena vez la situación? La oposición en el lugar que le asigna Maduro, y éste en el otro, donde le resultará más justificado llorar. A lo mejor así ya no se pudrirá más nada.